Los cuatro nuevos jinetes del f¨²tbol alem¨¢n
Sin la competencia televisiva de otros campeonatos, la Bundesliga concentra la atenci¨®n en j¨®venes cada vez m¨¢s conocidos: Havertz, Haaland, Sancho y Davies
Un pu?ado de j¨®venes reclaman la atenci¨®n en el f¨²tbol alem¨¢n desde hace alg¨²n tiempo y ahora tienen todo el foco sobre ellos. Sin la competencia televisiva de otros campeonatos, la Bundesliga remite durante estas semanas al periodo navide?o de la Premier League inglesa, un fest¨ªn de partidos y atenci¨®n planetaria cuando las dem¨¢s ligas descansan. Sus nombres son cada vez m¨¢s conocidos: Kai Havertz (Bayer Leverkusen), Erlind Haaland (Borussia Dortmund), Jadon Sancho (Borussia Dortmund) y Alphonso Davies (Bayern de M¨²nich).
Hace a?os que la Bundesliga comenz¨® a enviar futbolistas ¡ªHelmut Haller, Karl Heinz Schnellinger y Horst Szymaniak, entre otros¡ª a la liga italiana. Desde entonces se mantiene la confianza en su eficacia. En la final Alemania-Argentina del Mundial 90, siete alemanes figuraban en equipos italianos. La cifra decreci¨® radicalmente cuando el mercado se hizo global y el f¨²tbol alem¨¢n se desertiz¨®, sometido al poder exclusivo del Bayern de M¨²nich. Los ¨²ltimos a?os han marcado un rebrote de su vieja importancia, en condiciones muy diferentes a las anteriores. En la gran ¨¦poca exportadora del f¨²tbol alem¨¢n, no invitaban a la duda porque estaban m¨¢s que vistos en la Bundesliga y en la selecci¨®n. En estos momentos, los equipos alemanes, incluido el Bayern, garantizan menos la fiabilidad que la expectativa de talento en sus j¨®venes futbolistas.
Havertz (alem¨¢n), Sancho (ingl¨¦s), Haaland (noruego) y Davies (canadiense) nacieron en el a?o 2000. Su experiencia internacional es limitada y su juventud impide observarles como un producto acabado y seguro, pero las apuestas son muy altas. S¨®lo hay un jugador de su generaci¨®n que no ofrece la menor sombra de duda: Mbapp¨¦ (21 a?os). Es dif¨ªcil discutirle como sucesor in pectore de Messi y Cristiano.
Havertz es tan alto como ingenioso y suave. Su juego desmiente su estatura. Mide 1,90m, pero juega como un chiquito enga?ador. Tampoco tiene problemas para aprovechar los cent¨ªmetros. Es un buen cabeceador. Por donde se mueva, impondr¨¢ su clase y claridad. Dispone de una zurda exquisita y afina con el gol. Apetece verle siempre con la pelota, pero en su estilo hay un aire l¨¢nguido que a veces invita a pensar en un jugador perezoso, poco comprometido o sin el fervor competitivo necesario. Con 20 a?os no puede permitirse las indulgencias de los veteranos. Por lo dem¨¢s es un jugadorazo.
Jadon Sancho es un ingl¨¦s con maneras brasile?as. Destac¨® de juvenil en el Manchester City y en la selecci¨®n inglesa. El Borussia le fich¨® por ocho millones. No ha defraudado. Desequilibra en todo el frente de la delantera, hace goles y es un estupendo pasador, pero tampoco es una apuesta segura. Nunca parece satisfecho. Sabe que es uno de los j¨®venes m¨¢s cotizados del f¨²tbol mundial y ha dado muestras de inestabilidad, problema muy preocupante a su edad.
Haaland tiene la planta de un noruego rubio y grande. A primera vista es el delantero tanque de toda la vida. No lo es. Aunque le sobra potencia, suele ofrecer inesperadas se?ales de sutileza. Juega adem¨¢s con un aplomo imprevisto y est¨¢ claro que el gol le excita. Su corta carrera en el Salzburgo y en el Borussia est¨¢ sembrada con racimos de goles. No hay una opini¨®n un¨¢nime sobre su futuro pr¨®ximo. No est¨¢ hecho todav¨ªa como futbolista.
Davies ha llegado el ¨²ltimo y quiz¨¢ sea el que menos dudas ofrece. Es cierto que sufre en el cap¨ªtulo defensivo, pero su influencia en el carril izquierdo del Bayern es tremenda. No s¨®lo es un gran atleta, sino un magn¨ªfico futbolista, capaz de establecer la velocidad correcta en cada zona del campo. A diferencia de Havertz, Haaland y Sancho, su destino parece marcado. El Bayern tiene un lateral soberbio para los pr¨®ximos 10 a?os.
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