Luis del Sol: ¡°Nadie como Di St¨¦fano¡±
A la leyenda del Betis, hist¨®rico del Madrid y mito del Juventus le impresionaba el carisma de La Saeta
¡°He jugado con Puskas y Gento. Luego estuve muchos a?os en Italia y me enfrent¨¦ a grandes futbolistas, como Luis Su¨¢rez, Corso y Mazzola, del Inter, y Altafini y Rivera, del Milan. Y en nuestra Juventus estaba Omar S¨ªvori, el cabez¨®n, que era buen¨ªsimo. Tambi¨¦n jugu¨¦ contra Eusebio, el portugu¨¦s... Pero la verdad es que como Alfredo no vi a ninguno. He conocido a futbolistas espectaculares, pero Alfredo di St¨¦fano era ¨²nico¡±.
Luis del Sol, a sus 85 a?os, espera ansioso el regreso de LaLiga instalado en su casa de El Aljarafe, una comarca en las afueras de Sevilla. Recuperado ya de unos problemas de salud que le afectaron seriamente el pasado oto?o, se ha tomado el confinamiento con un esp¨ªritu encomiable. ¡°Para m¨ª ha sido como un largo periodo de concentraci¨®n¡±, aclara.
Mito del Betis, donde jug¨® en dos etapas, de 1954 a 1960 y en la temporada 1972-73, es una leyenda en el Madrid, donde milit¨® solo dos temporadas, pero ayud¨® a la conquista de una Copa de Europa, dos Ligas, una Copa y una Intercontinental. En 1962, la Juventus pag¨® 35 millones de pesetas al Madrid por Del Sol. Con ese dinero, el conjunto presidido por Santiago Bernab¨¦u compr¨® los terrenos sobre los que construy¨® su antigua ciudad deportiva. Ocho temporadas en la Juventus (una Liga y una Copa ganadas) y tres en la Roma transcurrieron hasta su regreso al Betis con 37 a?os en 1972. Empez¨® jugando de extremo hasta que un entrenador en el cuadro verdiblanco, Antonio Barrios, lo retras¨® al centro del campo.
¡°Yo me hab¨ªa hecho amigo de Di St¨¦fano en la selecci¨®n. Recuerdo que cuando llegu¨¦ al Madrid, Santiago Bernab¨¦u le dijo que deb¨ªa estar contento porque ya estaba su amigo en el vestuario. Me ayud¨® mucho en esa etapa. Alfredo lo ten¨ªa todo, pero a m¨ª me impresionaba su carisma y su predisposici¨®n al trabajo. Alfredo se enfadaba consigo mismo cada d¨ªa en busca de una mejora continua. Y luego ten¨ªa esa calidad¡¡±, recuerda Del Sol, ganador de la Eurocopa de 1964 con la selecci¨®n espa?ola y que tambi¨¦n jug¨® los Mundiales de Chile 62 e Inglaterra 66. ¡°Era un l¨ªder sin querer serlo. Yo me he llevado bien con todos mis compa?eros, pero con Alfredo ten¨ªa algo especial. Ese carisma, esa fuerza tan enorme. Defend¨ªa, atacaba, organizaba, peleaba y goleaba. Y era honrado, mucho. A veces, cuando no pod¨ªa m¨¢s, me ped¨ªa que le echara un cable. ¡®Luis, c¨²breme un poco¡¯, me dec¨ªa. Hasta que se recuperaba y volv¨ªa a mandar en los partidos¡±, recuerda Del Sol, compa?ero de Di St¨¦fano en el Madrid que logr¨®, por ejemplo, la quinta Copa de Europa en Glasgow con un contundente 7-3 frente al Eintracht Frankfurt en la considerada mejor final de la historia de la competici¨®n. ¡°En mi cabeza hay muchos partidos. Algunos se han borrado, pero ese fue especial, con cuatro goles de Alfredo. ?l mandaba y los dem¨¢s lo segu¨ªamos. A veces se pon¨ªa serio y no veas. Siempre mantuvimos el contacto. Incluso cuando vine de Italia, en 1972, me quiso fichar para el Valencia, donde entrenaba, pero yo quer¨ªa irme al Betis y retirarme all¨ª¡±, contin¨²a Del Sol.
Exigencia y aperitivo
¡°Alfredo te ayudaba siempre. Por ejemplo, yo sab¨ªa lo que ganaban los jugadores del Real Madrid cuando el Betis me vendi¨® al conjunto blanco. Eso me ayud¨® a la hora de negociar con Benito Villamar¨ªn, el presidente b¨¦tico¡±, aclara. El Madrid pag¨® 6.500.000 pesetas a un equipo andaluz que abandon¨® la Segunda Divisi¨®n en 1958 y que de la mano de Del Sol se consolidar¨ªa en Primera.
¡°Alfredo exig¨ªa. Era el primero en dar ejemplo en el trabajo. Despu¨¦s de cada entrenamiento nos ¨ªbamos a tomar un aperitivo. Ven¨ªa como uno m¨¢s, pero nos dec¨ªa que en la vida hab¨ªa momentos para todo. Para disfrutar y para trabajar. Y que no pod¨ªamos olvidar nuestras obligaciones y darlo todo en los entrenamientos. Era de una mentalidad extraordinaria, muy lejos de lo que se llevaba entonces. Exig¨ªa mucho¡±, recuerda Del Sol, un futbolista dotado con unas condiciones f¨ªsicas y t¨¦cnicas excepcionales. En Italia se le conoci¨® como Sette Pulmoni. ¡°Me lo puso un periodista alem¨¢n despu¨¦s de hacer unas pruebas f¨ªsicas¡±, recuerda.
Alfredo y yo nos hicimos grandes amigos para toda la vida
¡°Alfredo y yo nos hicimos grandes amigos para toda la vida. Siempre mantuvimos el contacto e incluso me ayud¨® despu¨¦s de mi retirada del f¨²tbol¡±, a?ade Del Sol, quien al igual que su colega argentino desarroll¨® una carrera en los banquillos como entrenador. Del Sol entren¨® al Betis en dos etapas y al Recreativo de Huelva. Hace 19 a?os, el mito b¨¦tico rindi¨® un ¨²ltimo servicio a la causa verdiblanca. Fue el entrenador que logr¨® subir al Betis a Primera en 2001. En ese equipo ya militaba Joaqu¨ªn, el eterno capit¨¢n b¨¦tico. ¡°Era un ni?o con unas cualidades enormes que ha sabido desarrollar en todos estos a?os¡±. En la centenaria historia del club b¨¦tico, esa temporada uni¨® a dos de sus mitos. Del Sol, Gordillo, Carde?osa y Joaqu¨ªn son los hombres escritos con letras de oro en la historia del Betis. Del Sol tambi¨¦n pertenece por derecho propio a la historia del Madrid y de la Juventus. En el campe¨®n italiano fue el capit¨¢n durante varios a?os. En 2012 fue incluido en el pasillo de la fama del nuevo estadio de la Juventus. ¡°A m¨ª me quisieron mucho en la Juve. Creo que me lo gan¨¦. Es un club especial que cuida a su gente. Dej¨¦ a grandes amigos all¨ª¡±, recuerda Del Sol.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.