El Mallorca sigue so?ando
El cuadro insular logra su primera victoria tras el par¨®n con una goleada al Celta y se sit¨²a a cinco puntos de la permanencia
Hay partidos que se empiezan a definir en una jugada. El que le gan¨® por 5-1 el Mallorca al Celta se empieza a explicar por uno de esos penaltis contempor¨¢neos, uno de esos leves roces que supuestamente se atisban despu¨¦s de trastear entre im¨¢genes durante no menos de cuatro minutos. Ocurri¨® al amanecer del duelo y a partir de ah¨ª todo fue en un ¨²nico sentido. El Mallorca se adelant¨® con un penalti m¨¢s que riguroso y el Celta se encontr¨® con una monta?a incapaz de escalar, justo cuando m¨¢s feliz llegaba despu¨¦s de ese empate a ¨²ltima hora de Aspas contra el Barcelona en Bala¨ªdos.
La tarde en la que el equipo gallego pod¨ªa resolver la temporada simplemente no compareci¨®. Le super¨® el Mallorca, que se aferra a la esperanza, cinco puntos por detr¨¢s de la permanencia, que marca el cuadro celeste, con cinco jornadas por disputar. De paso anim¨® a Legan¨¦s y Espanyol. Hay algo de Liga en las catacumbas de la tabla.
Marc¨® Budimir en esa apertura desde los 11 metros y el Celta se revolvi¨®. Apuntaron Bradaric y Murillo en sendos remates, pero nunca hubo un despliegue colectivo que hiciese cosquillas a los locales. El Mallorca gan¨® su primer partido desde la desescalada. Lo hizo con autoridad, solvente en sus llegadas al ¨¢rea. Cucho Hern¨¢ndez y Pozo ajustaron la mirilla desde la frontal para da?ar al rival, entre indolente y adocenado.
No reaccion¨® el Celta, que pareci¨® cansado, desconocido respecto a su rendimiento en las ¨²ltimas cuatro jornadas, en las que no conoc¨ªa la derrota y hab¨ªa tuteado al Bar?a; mudado en relaci¨®n a esa solvencia defensiva que le identificaba como el equipo menos batido en la segunda vuelta del campeonato. Se fue de Son Moix con una tunda y con muchas dudas porque cuando quiso alzar la cabeza tras el descanso con un gol de Aspas, fruto de otro penalti de monitor, el Mallorca le volvi¨® a sacudir con dos goles, dos ejercicios de precisi¨®n de Budimir y Salva Sevilla, que finiquitaron sin marca cualquier ilusi¨®n de remontada gallega.
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