El apag¨®n de Seti¨¦n
El Barcelona se descuelga del Real Madrid en LaLiga y el t¨¦cnico c¨¢ntabro comienza a estar cuestionado por todos los estamentos del Camp Nou
Convencido de que contaba con el benepl¨¢cito de un n¨²cleo importante del vestuario, el presidente del Bar?a, Josep Maria Bartomeu, ech¨® en enero a Valverde con la intenci¨®n de refrescar a un equipo bicampe¨®n de LaLiga y dos veces eliminado de la Champions. Arriesg¨® Bartomeu: el Bar?a no ten¨ªa apalabrado a ning¨²n sustituto. Y en cada puerta a la que llamaba la respuesta era id¨¦ntica: no. El guardi¨¢n de las esencias, Xavi, entend¨ªa que no era su momento. Tampoco Koeman, m¨¢s vinculado al estilo Bar?a desde lo sentimental que desde su ideario como entrenador. El tercero, Pochettino, no ten¨ªa siquiera ninguna relaci¨®n con el Barcelona, incluso hab¨ªa dicho que no recalar¨ªa nunca en el Camp Nou por su familiaridad con el Espanyol. Y entonces, para complacer a ese colectivo de la plantilla vinculado al f¨²tbol de la Masia y que apoy¨® el adi¨®s de Valverde, pero, sobre todo, porque ya no quedaban alternativas, el presidente opt¨® por Quique Seti¨¦n. Su curr¨ªculo pes¨® menos que su hist¨®rica y genuina admiraci¨®n a Cruyff.
Si Valverde destaca como un buen gestor, no hab¨ªa dudas de que Seti¨¦n es un t¨¦cnico intervencionista. ¡±Solo puedo garantizar una cosa: mi equipo va a jugar bien¡±, anunci¨® en su presentaci¨®n. Y, de pasada, mand¨® un mensaje a los pesos pesados: ¡°He hablado con Messi y con otros para decirles que una cosa es la admiraci¨®n que sienta por ellos y otra es que cada uno tiene que estar en su sitio¡±. No hablaba por hablar. En su primer entrenamiento en Sant Joan Desp¨ª, le entreg¨® el peto a Messi. Sorpresa en el Tito Vilanova. En los partidillos de entrenamiento, el 10, ya sea en la Joan Gamper o en el Predio de Ezeiza, juega de comod¨ªn. Es decir, para el equipo que tiene la pelota. El capit¨¢n, ni mu.
¡°?Qu¨¦ le iba a decir?¡±, dice un empleado del Bar?a; ¡°estos tipos son listos. Te estudian poco a poco. Si los entrenadores les dan soluciones y ganan no pasa nada. El problema es cuando eso no pasa¡±. El Bar?a cont¨® m¨¢s de 1.000 toques contra el Granada en el estreno de Seti¨¦n (1-0), pero claudic¨® ante los equipos poderosos: el Valencia (2-0) y el Madrid (2-0), en LaLiga; el Athletic (1-0), en la Copa; y no pudo en el primer partido con el N¨¢poles (1-1) en la Champions. Le alcanzaba, en cualquier caso, para mirar a todos desde lo alto de la tabla. Pero entonces, lleg¨® el par¨®n.
Durante el receso, Seti¨¦n, conversador con la prensa (algo extra?o para un entrenador en el Camp Nou), concedi¨® varias entrevistas. Mala idea como l¨ªder de un grupo en el que los abanderados son los jugadores. ¡°No soy de los peores en el rondo del Bar?a¡±, se enorgulleci¨®. La frase, entre risas y sin mala intenci¨®n, no hizo gracia al vestuario. El c¨¢ntabro, tambi¨¦n, se anim¨® a so?ar con la Orejona. ¡°Nos alcanza para ganar la Champions¡±. Messi le record¨® sus vitrinas: ¡°Cada uno tiene su opini¨®n, la m¨ªa se basa en que tuve la suerte de jugarla todos los a?os y s¨¦ que no es posible ganarla jugando como ven¨ªamos jugando¡±. El 10 gan¨® cuatro Champions; Seti¨¦n solo dirigi¨® el partido de N¨¢poles.
Regres¨® el f¨²tbol; no el Bar?a. Los azulgrana perdieron el liderato y Seti¨¦n, la confianza del vestuario, de los directivos y hasta de los empleados. ¡°Barto se equivoc¨® con Quique¡±, se quej¨® un directivo. Uno de los jugadores fue m¨¢s incisivo: ¡°Con Ernesto hac¨ªamos cosas bien y otras mal. Ahora dejamos de hacer las buenas y hacemos peor las malas¡±. No todos piensan igual en el Barcelona. ¡±No creo que todo el vestuario est¨¦ en contra de Quique. Y los entrenamientos son mucho m¨¢s completos que con Ernesto¡±, sostienen desde el club.
El enfrentamiento
Lo que hab¨ªa comenzado con un tanteo de talentos, se convirti¨® en una guerra fr¨ªa y evolucion¨® hacia un enfrentamiento abierto. ¡°?Qu¨¦ le pasa al equipo lejos del Camp Nou?¡±, le preguntaron a Su¨¢rez en Vigo. ¡°Para algo est¨¢n los entrenadores¡±, resolvi¨® el uruguayo, la misma tarde en la que Messi ignor¨® los consejos de Eder Sarabia, segundo entrenador. Seti¨¦n cedi¨® ante los pesos pesados: el 9, tras recuperarse de la lesi¨®n, jug¨® un poco m¨¢s de media hora en los dos primeros partidos (victorias ante el Mallorca y el Legan¨¦s) y comenz¨® desde el inicio en los empates ante el Sevilla (90 minutos), el Celta (81) y el Atl¨¦tico (90). El perjudicado, Griezmann. ¡°Sabe que Antoine no es problem¨¢tico¡±, aseguran desde el entorno del 17. El franc¨¦s jug¨® nueve minutos en Bala¨ªdos y cinco ante el equipo de Simeone. ¡°Sin palabras¡±, fue el ambiguo comentario del argentino.
¡°Sacarle faltando tan poco es duro para un jugador de su nivel. Ma?ana hablar¨¦ con ¨¦l. No le voy a pedir disculpas, pero entiendo que se pueda sentir mal¡±, dijo Seti¨¦n. Cumpli¨®. De poco sirvi¨®. El padre y el hermano del campe¨®n mundial con Francia ya hab¨ªan expresado su ira en las redes. ¡°Para poder hablar debes tener las llaves del cami¨®n y t¨² simplemente eres un pasajero¡±, se quej¨® el padre. ¡°Quiero llorar, en serio. Dos minutos...¡±, public¨® el hermano. Ambos borraron los mensajes.
Seti¨¦n insiste en que se siente fuerte. En el club aseguran que no meditan su destituci¨®n. La palabra de Bartomeu es fr¨¢gil y a Seti¨¦n se lo ve cada d¨ªa m¨¢s apagado. Sus respuestas tras ganar en Mallorca duraron seis minutos. Las de despu¨¦s del empate ante el Atl¨¦tico, dos. Y no es que a Seti¨¦n no le guste hablar.
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