La doble decepci¨®n de Rufete
El alicantino dirige a un equipo hundido tras haber sido director deportivo, previo paso como m¨¢nager
¡±Rufete siempre ha tenido m¨¢s perfil de entrenador que de director deportivo¡±, analiza Santi Ca?izares, excompa?ero del entrenador del Espanyol en el Valencia. Sin embargo, Rufete, de 43 a?os, se ha pasado m¨¢s tiempo en los despachos que en el campo. Solo una breve etapa en el banquillo del UD Ibiza (tres meses, perdi¨® el ascenso a Segunda B) y m¨¢s de cinco como director deportivo. Ahora, ha entrenado tres partidos, todos con derrota. Si el Espanyol cae en el Camp Nou se ir¨¢ a Segunda.
¡°Siempre doy la cara¡±, advirti¨® Rufete cuando se hizo cargo del equipo. El alicantino pas¨® de ser director deportivo a entrenador, paso previo como m¨¢nager general de f¨²tbol despu¨¦s de salir airoso de la disputa de poder con quien hab¨ªa sido su jefe, ?scar Perarnau. Hoy, Rufete tiene el mando en el vestuario y las llaves de la Ciudad Deportiva, hombre de confianza del presidente, Chen Yansheng. En julio de 2018, Rufete se reuni¨® con Yansheng en Hong Kong. Un viaje rel¨¢mpago para generar el primer contacto. El Espanyol se hab¨ªa quedado sin director deportivo y Perarnau hab¨ªa postulado al exmanager del Valencia para que regresara al club.
En aquella temporada, Rufete no hab¨ªa tenido la necesidad de planificar. Perarnau ya hab¨ªa seleccionado al entrenador, Rubi, y ten¨ªa atado a Borja Iglesias, s¨ªmbolo del equipo que consigui¨® la ¨²ltima plaza europea despu¨¦s de 12 a?os.Ya con el control de la direcci¨®n deportiva, el pasado verano Rufete tuvo que lidiar con el adi¨®s de Rubi, de Hermoso y de Borja Iglesias. El t¨¦cnico de Vilassar no confiaba en el proyecto, y el defensor y el delantero visualizaban un futuro econ¨®mico y deportivo m¨¢s tentador en el Atl¨¦tico y el Betis, respectivamente.
Rufete sigui¨® las directrices del presidente e invirti¨® en fichajes solo la mitad de las ventas. Mat¨ªas Vargas (10,5 millones) y Calero (ocho), las dos apuestas del verano apenas asomaron en el once. Ni gastando en invierno lo nunca visto en Cornell¨¤ ¡ª40 millones en Ra¨²l de Tom¨¢s, Cabrera y Embarba¡ª, Rufete encontr¨® el rumbo. Ni hablar con la apuesta por los entrenadores. Tres, todos de distinto perfil, en 31 jornadas. ¡°La planificaci¨®n de la temporada ha sido nefasta¡±, se quejan en la plantilla. Sin acierto en los despachos, Rufete ha jugado la carta que le gustaba: el banquillo. Si el Espanyol consuma el descenso volver¨¢ a ejercer de m¨¢nager de f¨²tbol.
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