Sandro Rosell: ¡°La c¨¢rcel huele a rancio¡±

Hablamos a las diez de la ma?ana de un lunes. Rosell se conecta a la videollamada desde la cocina de la casa de Grecia donde est¨¢ de vacaciones con su familia. Su esposa pasa de vez en cuando por detr¨¢s trasteando con el desayuno. Rosell parece reci¨¦n duchado y se frota los ojos como si acabara de levantarse, lo que no impide que se muestre simpatiqu¨ªsimo, Te llama por tu nombre, te mira a los ojos en pantalla, parece disfrutar con la charla. Cierto que su oficio es el marketing, pero una intuye que, m¨¢s que vender su libro de memorias de la c¨¢rcel, pretende quitarse a la vez la espina y el estigma de haber estado dentro. Pero igual son imaginaciones m¨ªas.

?Sue?a con la c¨¢rcel?

No. El otro d¨ªa lo hablaba con una psic¨®loga, amiga, eh, porque nunca he ido a un psic¨®logo, y me preguntaba lo mismo. Es bestial, pero nunca he so?ado con la c¨¢rcel. Pensar, s¨ª, pero so?ar, no.

?A qu¨¦ huele, sabe y suena la c¨¢rcel?

Huele a rancio. Sabe al potaje del rancho, lo ¨²nico que estaba bueno. La ves gris siempre. Suena a las conversaciones con los amigos que haces. Y si hablamos de tacto... eso es lo que m¨¢s echas de menos. El tacto humano. Un fuerte abrazo.

Sin embargo, escribe que prefer¨ªa tener encuentros familiares a los vis ¨¤ vis ¨ªntimos con su esposa.

Es compatible. En la c¨¢rcel todo es la cabeza. Las reacciones digamos animales del hombre, el sexo, la comida¡­ pasan a un segundo plano, al menos en mi caso. Tambi¨¦n te digo que hab¨ªa otros que en el gimnasio se iban al ba?o de dos en dos y aquello era un festival, jajaja. Pero yo prefer¨ªa ver a mi familia y amigos. En la c¨¢rcel fue la primera vez en mi vida que llor¨¦ y que habl¨¦ dos horas con mis hijas adolescentes sin el m¨®vil por medio.

?La c¨¢rcel le sorprendi¨® para bien o para mal como ciudadano?

Me ha sorprendido para bien estructuralmente, a pesar de que no funcionaba la calefacci¨®n a veces. Como lugar no me parece tan mal, pero hay que cambiar los protocolos porque all¨ª no se reinserta a nadie. Hacen falta medios y protocolos. ?Por qu¨¦ te proh¨ªben tener un iPad o un m¨®vil controlado para estudiar, para estar al d¨ªa? Con mi amigo y compa?ero de celda brome¨¢bamos que entramos con el iPhone3 y al salir estaba el iPhone 11. Te paran el mundo y al salir te has perdido su evoluci¨®n y est¨¢s en desventaja.

?Pas¨® duelo al salir?

No, llegu¨¦ directo al bar del hotel, ped¨ª una ca?a con alcohol, que es verdad que en Madrid las tiran mejor que en Barcelona, y me la beb¨ª de un trago. Qu¨¦ buena estaba, madre m¨ªa. Pas¨¦ de la c¨¢rcel a la libertad en tres segundos.

?Ha dejado de creer en la justicia?

No, pero creo que debes tener suerte. Yo al final la tuve, la suerte de tener tres jueces justos en el juicio y tres en la apelaci¨®n. La justicia deber¨ªa tener m¨¢s recursos porque es lenta y la lentitud ya es una injusticia. Llevaban dos a?os investig¨¢ndome, desde 2015. Me lleva a la c¨¢rcel en 2017, me juzgan en 2019. ?Eso es justicia?

?Considera que le han robado ese tiempo?

Absolutamente, y m¨¢s ahora. Tengo 56 a?os. ?Cu¨¢nto me queda de vida activa? Activa de poder salir con la bici, correr, bailar, ?hasta los 70? Catorce a?os. Pues que me hubieran puesto en la c¨¢rcel con 85, que ya estoy hecho papilla y me da igual d¨®nde est¨¦.

?Qui¨¦n le devuelve esos d¨ªas? ?Los 30 millones que demanda al Estado?

Nadie, ni siquiera ese es el precio. Imagina que el m¨¦dico te dice ¡®te vas a morir ma?ana, pero si me das todo lo que tienes, te doy dos a?os¡¯, ?cu¨¢nto vale ese todo? Nada se paga. Es brutal saber que eres inocente, saber que es un montaje, que en Espa?a hay dos Estados, el verdadero y las cloacas, los funcionarios y jueces buenos, y los corruptos, los que usan el sistema para sus intereses. Y cuando est¨¢s ah¨ª te da una impotencia y una rabia bestial, porque el peor delito es el abuso de poder, peor que matar. Porque con el abuso de poder puedes matar y quedar impune.

?Qui¨¦n cree que se veng¨® de usted?

No lo s¨¦. La ¨²nica forma que tengo de descubrirlo es que la propia justicia quiera descubrir qu¨¦ ha pasado, por eso le puse una querella a la juez Lamela, que fue la instructora.

?Ahora va a vivir para eso?

No, tengo muchas ganas de vivir y voy a dedicar mi energ¨ªa a mi familia y mis amigos, pero guardar¨¦ un poquito para saber qui¨¦n est¨¢ detr¨¢s, porque yo tengo la suerte de que t¨² me entrevistes, pero otros, no. Esa suerte fue mi desgracia y ahora es otra vez mi suerte.

?Habla de su dinero y su fama?

Correcto. Hay d¨ªas que ser medi¨¢tico es una putada y otros que sirve para explicar esa injusticia que, si no, nadie me escuchar¨ªa.

En la c¨¢rcel coincidi¨® con otros poderosos y medi¨¢ticos: los Jordis, B¨¢rcenas, Ignacio Gonz¨¢lez...

S¨ª, fue muy bestia. Con los Jordis estuvimos meses desayunando, comiendo y cenando juntos.

?Se sent¨ªan los ¡®putos amos¡¯ del talego?

No, lo que s¨ª es que buscabas risa donde no la hab¨ªa para sobrevivir. Un d¨ªa dijimos, ¡®hostia, es que el m¨®dulo 10 parece el telediario: Rato, B¨¢rcenas, Gerardo D¨ªaz, los Jordis... solo falta el presentador'.

Dice que har¨ªan falta recursos para que la c¨¢rcel reinsertara. ?Pagar¨ªa m¨¢s impuestos para lograrlo?

Hombre, ?m¨¢s? He tenido 72 actuaciones de Hacienda. He pagado toda mi vida todo, pago un 70% de impuestos entre directos e indirectos. Entonces, ?tengo que pagar el 80%? ?90%? Lo que deben hacer es gestionarlo mejor y dedicar m¨¢s al tema social.

En el f¨²tbol hay mucho ego. ?Para qu¨¦ sirve en la c¨¢rcel?

Para nada: lo dejas en la entrada. Vuelves a tu versi¨®n b¨¢sica, es como si pusieras tu marcador a cero y vuelves a empezar una vida en un sitio que se llama c¨¢rcel. El ego lo recoges al salir.

?C¨®mo est¨¢ el suyo ahora?

Bajo. En los dos a?os en el que est¨¢ aparcadito, como no se riega y no se cuida, pues se reduce.

?Es mejor o peor persona que antes?

El ego y la soberbia baja y la solidaridad sube. Hostia, es que he conocido un submundo que no ten¨ªa ni idea de que exist¨ªa, y cuando lo ves, dices, madre m¨ªa, es que esto es tambi¨¦n Espa?a. En la c¨¢rcel todo se magnifica y creo que soy m¨¢s bueno y m¨¢s malo, m¨¢s mal pensado, m¨¢s rabioso e intolerante con las injusticias.

Igual es que viv¨ªa en una burbuja.

Totalmente. En la c¨¢rcel conoces gente y estratos sociales que no conoc¨ªas. Dices, ¡°ostras, lo que me cuenta este t¨ªo es brutal, c¨®mo vive este hombre con su familia¡±. La c¨¢rcel va muy bien para conocer el entorno en el que vives, que no es solo la burbuja que a veces te hab¨ªan vendido en tu grupo social.

?En la c¨¢rcel se mira el delito que ha cometido el otro?

Eso es alucinante. Ves a la persona, el delito lo aparcas en una especie de limbo, menos con los violadores, con los que no se habla. Yo jugaba al domin¨® con un compa?ero que era, ?c¨®mo se llaman estos? Los que matan por encargo, ?vicarios?

Sicarios.

Eso, sicarios. Y el t¨ªo te contaba c¨®mo trabajaban. Te haces amigo de alguien, le preguntas qu¨¦ hizo, te dice que mat¨® a su mujer y te preguntas: ¡®Hostia, ?c¨®mo puedo ser amigo de este?¡®.

Hablando de vicarios, el cura penitenciario, Paulino, le marc¨® tanto como para dedicarle los beneficios de su libro. ?Lo fichar¨ªa para su equipo, fuera cual fuera su equipo?

Al primero, pero no quiere. No est¨¢ en el mercado. Hay muy pocas cosas en esta vida que no tienen precio. Esa vocaci¨®n de entrega a los dem¨¢s de Paulino es una de ellas. ?l s¨ª que es un verdadero crack.