?ranse una vez los desempates
Hasta la temporada 67-68 la igualdad en las eliminatorias se decid¨ªa jugando un tercer partido. No exist¨ªan las pr¨®rrogas ni el valor doble de los goles
El modelo improvisado de competici¨®n de esta edici¨®n de la Champions con partido ¨²nico a partir de cuartos tiene un punto en com¨²n con los antiguos desempates con los que se resolv¨ªan las eliminatorias igualadas despu¨¦s de los dos primeros partidos. No exist¨ªan ni las pr¨®rrogas ni el doble valor de los goles fuera de casa. Un repaso a la documentaci¨®n hasta los a?os sesenta desvela desempates de un alto valor hist¨®rico por su resultado final.
El m¨¢s notorio no fue un tercer partido como tal, sino la repetici¨®n de la final de la Copa de Europa de 1974 tras el empate en el primer encuentro. Atl¨¦tico de Madrid y Bayern disputaron un segundo duelo 48 horas despu¨¦s y los b¨¢varos arrollaron (4-0) a un equipo rojiblanco hundido mental y f¨ªsicamente. Fue la ¨²nica final que se decidi¨® por esa suerte. Desde entonces, la UEFA aplic¨® a las finales la f¨®rmula vigente.
Los desempates pasaron a mejor vida de forma escalonada. La puesta en pr¨¢ctica del valor doble de los goles en campo contrario se desarroll¨® primero en la Recopa 65-66. En la eliminatoria Dukla-Honved. Los h¨²ngaros ganaron en Praga (2-3) y los checos en Budapest (1-2) por lo que fueron los magiares los que se clasificaron. En la Copa de Ferias, actual Europa League, se impuso en la siguiente, y en la Copa de Europa, en la 67-68. La eliminatoria pionera fue un Glentor¨¢n-Benfica: 1-1 y 0-0 y pase para los portugueses. El curr¨ªculo de los clubes espa?oles en el arte del desempate fue tan profuso como dispar.
El Atl¨¦tico, experto en la materia. Solo por el hecho de haber perdido una final en el desempate, el Atl¨¦tico es el gran damnificado de esa anta?a f¨®rmula de competici¨®n. Anteriormente, ya hab¨ªa tenido hasta tres vivencias en la Copa de Europa. En la temporada 1958-59 hasta en dos ocasiones resolvi¨® sus eliminatorias de esa manera. En octavos super¨® al campe¨®n b¨²lgaro el CDNA (luego CSKA) en el tercer partido de Ginebra (3-1). Las cr¨®nicas escribieron sobre la ¨¦pica rojiblanca: remont¨® un inicial gol; Vav¨¢ fall¨® un penalti; jug¨® con diez jugadores una hora por expulsi¨®n de Rafa y ya en la pr¨®rroga Callejo ¡ªestaba lesionado y se puso de delantero¡ª y Vav¨¢, de penalti, firmaron la victoria.
En semifinales de esa misma edici¨®n se enfrentaron al Real Madrid. En el Bernab¨¦u, ganaron los blancos (2-1); en el Metropolitano, los rojiblancos (1-0) y el desempate se disput¨® en Zaragoza con un desplazamiento masivo de ambas aficiones hasta llenar La Romareda. M¨¢xima igualdad y gran emoci¨®n. Triunfo del Real, con tantos de Di St¨¦fano y Puskas por Collar (2-1) el gol atl¨¦tico.
En el curso 66-67, ¨²ltimo de vida de los desempates, el Atl¨¦tico tuvo que volver a recurrir al tercer partido. Octavos de final contra la Vojvodina. Derrota en Novi Sad (3-1), victoria en un Calder¨®n todav¨ªa en obras (2-0). El Atl¨¦tico consigue jugar en casa el desempate a cambio de pagar la estancia de los yugoslavos en Madrid durante una semana. A los cinco minutos, los colchoneros ya ganan 2-0, goles de Adelardo y Collar. La brillante actuaci¨®n del extremo Takac propicia el empate a dos y en la pr¨®rroga llega el tercer tanto visitante. Eliminado en su propia casa.
Pleno del Real Madrid. El conjunto blanco, adem¨¢s del desempate ya comentado contra el Atl¨¦tico que le abri¨® la puerta de su cuarta final y cuarto t¨ªtulo ¡ªStade de Reims (2-0)¡ª, tambi¨¦n se ¡°jug¨® la vida¡± en un tercer partido en otras dos ocasiones. La primera en la temporada 1956-57. Real Madrid-Rapid. Octavos. Victoria en el Bernab¨¦u (4-2) y sorprendente derrota en Viena (3-1). En un campo cubierto por la nieve, un Rapid entrenado por Max Merkel, que luego entren¨® a Sevilla y Atl¨¦tico, aprovech¨® que el rival jug¨® desde los primeros minutos con un hombre menos por lesi¨®n de Oliva, y se fue al descanso clasificado (3-0) con tres tantos de Happel, posteriormente t¨¦cnico de post¨ªn.
Aseguran que en el intermedio el presidente Santiago Bernab¨¦u baj¨® al vestuario e increp¨® a sus avergonzados jugadores. La reacci¨®n no se hizo esperar y un tanto de Di St¨¦fano forzaba el tercer encuentro. Para el duelo definitivo se sali¨® con la suya el Madrid, que, adem¨¢s del viaje, reparti¨® con los austriacos parte de la taquilla. Al cobijo de su estadio, dos r¨¢pidos goles de Jose¨ªto y Kopa dieron el pase a cuartos.
La tercera experiencia en desempates fue en la 61-62 con la Juventus como rival. Cuartos. La ida en Tur¨ªn. El Madrid se impone con un tanto, c¨®mo no, de Di St¨¦fano. El partido se jug¨® con una dureza extrema y la gran estrella bianconera, Omar Sivori, fue protagonista de varias peleas con cabezazo incluido a Pach¨ªn que el ¨¢rbitro no vio. Seg¨²n el jugador argentino, su marcador le hab¨ªa dicho previamente: ¡°Solo te falta la pluma para ser un indio¡±.
El pentacampe¨®n se manten¨ªa invicto en el Bernab¨¦u desde hac¨ªa siete a?os y no hab¨ªa indicios para pensar en un traspi¨¦s en la vuelta. Sin embargo un gol de Sivori en el primer tiempo igualaba la eliminatoria. La Juventus visti¨® todo de negro. Ambos clubes decidieron que el desempate se celebrara en el Parque de los Pr¨ªncipes de Par¨ªs. El campe¨®n espa?ol juega de morado como lo hab¨ªa hecho en el Comunale en el primer encuentro. Superstici¨®n pura. Marc¨® Felo en el primer minuto, empat¨® el omnipresente Sivori y Del Sol y Tejada dieron el pase a las semifinales. La dureza volvi¨® a presidir el duelo con entradas violentas.
Barcelona, uno que vale una final. Justo la temporada anterior, 60-61, el Barcelona, que disputaba por segunda vez la gran competici¨®n, consigue lo que nadie hab¨ªa logrado hasta entonces: eliminar al Real Madrid de la Copa de Europa. Fue en octavos de final y con mucha pol¨¦mica por los arbitrajes de los ingleses Ellis y Leafe. En semifinales, se enfrenta al Hamburgo de Uwe Seeler.
En el Camp Nou victoria m¨ªnima con gol del brasile?o Evaristo a pase de Kubala. En la vuelta, el equipo dirigido ya por Enrique Orizaola lleg¨® a estar eliminado pero un cabezazo de Kocsis tras jugada de Luis Su¨¢rez silenci¨® el Volksparkstadion y forz¨® el tercer encuentro. Heysel es el escenario elegido. Mucha igualdad y triunfo barcelonista con tanto de Evaristo al aprovechar un rechace del portero alem¨¢n a remate de Czibor. El Bar?a se clasific¨® para su primera final de la Copa de Europa y se enfrent¨® en Berna al Benfica. Ganaron los portugueses (3-2).
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