El Madrid y el ¡®sacud¨®n¡¯ de Mbapp¨¦
Hay un hueco en la plantilla, dinero en la caja y el nuevo Bernab¨¦u como escenario estelar. Solo falta que Florentino siga siendo Florentino y le d¨¦ al equipo lo que necesita
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Una estrella como necesidad
En cada partido comprobamos que al Madrid le falta algo. Rotan los jugadores y los sistemas, pero la sensaci¨®n no cambia. ?Y si lo que faltara no fuera algo, sino alguien? A esa necesidad inconcreta se suman datos de la realidad. Al club le est¨¢ entrando dinero que alimenta la hucha y las obras del Bernab¨¦u prometen un estadio imponente y lujoso. Por otro lado, no llegan nuevos fichajes que llenen las expectativas de los aficionados. Solo falta la m¨²sica (ta tannn ta taaaannnnn) para ponerle m¨¢s suspenso a la espera. ?La espera de qui¨¦n? Solo hay un nombre capaz de estar a la altura de tanto misterio y necesidad: Kylian Mbapp¨¦. Hay un hueco en la plantilla, dinero en la caja y el nuevo Bernab¨¦u como escenario estelar. Solo falta que Florentino siga siendo Florentino y le d¨¦ al equipo el sacud¨®n que necesita. De ser as¨ª, la espera habr¨¢ valido la pena.
Una fiera con una ganz¨²a
Su¨¢rez se fue del Bar?a afligido y entre l¨¢grimas. La p¨¦sima comunicaci¨®n del club tuvo un efecto muy desagradable: como si un cuerpo sano fuera purgado de algo pestilente. Como a los cracks los carga el diablo, el Bar?a regal¨® un problema y el Atl¨¦tico acept¨® una soluci¨®n. Simeone desde el pensamiento y Su¨¢rez desde la acci¨®n, son partes de un mismo todo. Sin tiempo para secarse las l¨¢grimas, Su¨¢rez sali¨® al Wanda y pregunt¨® por la porter¨ªa. Primero, hizo una asistencia delicada para demostrar que, dentro del ¨¢rea, ve m¨¢s cosas que el arco; luego meti¨® un cabezazo en par¨¢bola, para que vi¨¦ramos que conoce los rincones de la porter¨ªa; y finalmente, tir¨® con la pierna derecha, la pelota dio en el palo, fue en busca del rebote y la clav¨® con la pierna izquierda, para que la porter¨ªa, y el Bar?a, supieran que no se le olvid¨® la ganz¨²a.
Limosna para hambrientos de f¨²tbol
La ilusi¨®n que provoca el poder de los cracks hace que pongamos la tele con la expectativa de un ni?o para ver, frente a frente, a Iago Aspas y a Messi. Al fin y al cabo, siguiendo a Eduardo Galeano, no somos m¨¢s que mendigos de una jugadita. Aspas y Messi demuestran, con m¨¢s frecuencia de lo habitual, que la imaginaci¨®n cuelga del perchero de los h¨¢bitos. Cuando hablamos de inspiraci¨®n, suponemos que el talento se impone a la formaci¨®n. No es as¨ª. Primero hay que instruir al talento y luego esperar a que la inspiraci¨®n llegue para darnos su m¨¢gica mano. Como los jugadores, cada d¨ªa m¨¢s, juegan de memoria, no le dan a la inspiraci¨®n ni la m¨¢s m¨ªnima oportunidad. Solo nos queda pedir limosna donde a¨²n quedan ejemplares ¨²nicos. Nos fall¨® Aspas, pero una vez m¨¢s asom¨® Ansu Fati para apiadarse de nosotros.
Olor a Champions
Cada vez que enciendo la tele hay un jugador del Bayern levantando un trofeo. Esta semana la UEFA consagr¨® a Neuer, Kimmich y, sobre todo, a Lewandowski, como mosaicos de una estructura de cemento armado. De cemento, porque todos se sacrifican como pobres; mosaicos, porque algunos le sacan brillo al juego. En el sorteo de Champions, Bayern y Liverpool se erigen como las grandes amenazas. Dos equipos a los que, si no entramos en detalles, les caben adjetivos similares: ambiciosos, intensos, implacables¡ Como solo influyen los que ganan, y son los ¨²ltimos campeones, est¨¢n marcando tendencia. Otro dato com¨²n me despierta curiosidad: corren lo m¨¢ximo y rotan lo m¨ªnimo. ?Ser¨¢ que ya no hay s¨²per equipos sin s¨²per hombres? A estos gigantes tienen que desafiar un grupo de hasta 10 equipos que aspiran al t¨ªtulo. Pero el sorteo tuvo otro mensaje impl¨ªcito, el f¨²tbol sigue vivo gracias a una fuerza tit¨¢nica: la de la ilusi¨®n.
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