Anthony Davis, el pr¨ªncipe de los Lakers

Anthony Davis encarna el papel de h¨¦roe disfrazado de villano en la obra que interpretan los Lakers y los Miami Heat. El segundo giro argumental de la final de la NBA, con la victoria de los Lakers (96-102) que les da ventaja por 3-1, se bas¨® en buena medida en la capacidad del ala-p¨ªvot de 2,08 metros para transformarse y asumir un perfil diferente. El domingo jug¨® su peor partido en los playoffs (15 puntos, cinco rebotes y otras tantas p¨¦rdidas de bal¨®n); dos d¨ªas despu¨¦s no fue el mejor, pero su labor fue determinante.

La superioridad de los Lakers, ratificada a lo largo de los playoffs, y tambi¨¦n en los dos primeros partidos de la final, qued¨® en entredicho despu¨¦s del recital de Jimmy Butler en el tercer duelo con un triple doble con 40 puntos. Ese d¨ªa, hubo trash talking (lenguaje basura). Tras un primer cuarto dominado por los Lakers, LeBron James le solt¨® a Butler: ¡°?Est¨¢is en problemas!¡±. Al acabar el partido, ganado por los Heat (115-104), Butler, tras su memorable y decisiva actuaci¨®n, grit¨® en medio de la cancha: ¡°?Ellos tienen un problema!¡±. Era cierto, pero los Lakers supieron resolverlo en el cuarto duelo. Las rectificaciones que implement¨® para ello su entrenador, Frank Vogel, empezaron por asignarle a Davis el marcaje de Butler. El ala-p¨ªvot, nacido en Chicago hace 27 a?os, se encarg¨® de ello y de mucho m¨¢s: 22 puntos, 9 rebotes, 4 asistencias y 4 tapones. Y fue implacable cuando se decid¨ªa el partido.

Los Heat dominaron al principio, pero los Lakers remontaron y dispusieron de ventajas que llegaron a ser de siete puntos. El equipo de Florida se situ¨® a tiro de piedra a tres minutos para el final (88-90). Dos triples de Caldwell-Pope ¡ªotro de los que marcaron diferencias¡ª, una canasta de Rondo y un triple de Davis, seguido de un tap¨®n a Butler, dejaron el encuentro visto para sentencia.

LeBron, nervioso y desacertado en el tramo final del tercer partido, en su habitual l¨ªnea de excelencia con 28 puntos, 12 rebotes y 8 asistencias, entrechoc¨® sus manos con las de Davis. Forman la pareja que est¨¢ a punto de devolver a la gloria a los Lakers en una temporada excepcional por la pandemia y cargada de emociones, especialmente en la franquicia de Los ?ngeles, por la muerte en enero de Kobe Bryant. Acarician el t¨ªtulo. Les falta una victoria y poseen un margen amplio para obtenerla.

Uni¨®n en Los ?ngeles

Est¨¢n donde se esperaba, donde lo proyectaron LeBron James, cuando firm¨® por los Lakers hace dos temporadas tras dejar Cleveland por segunda vez en su carrera, y tambi¨¦n Anthony Davis, cuando resolvi¨® abandonar los Pelicans, el equipo que le eligi¨® en el primer puesto del draft de 2012 y en el que compiti¨® sus siete primeras temporadas en la NBA. Davis se la jug¨® y se puso en una situaci¨®n controvertida. Desencantado por la deriva de Nueva Orleans, que en todo ese tiempo no fue capaz de formar a su alrededor un equipo capacitado para luchar por estar entre los mejores y que solo lleg¨® dos veces y con poco ¨¦xito a los playoffs, decidi¨® pedir el traspaso apenas iniciada la temporada 2018-2019. La NBA le mult¨® con 50.000 d¨®lares por ello. Los Lakers y LeBron ¡ªjunto al que se proclam¨® campe¨®n ol¨ªmpico en los Juegos de Londres en 2012¡ª le quer¨ªan. La operaci¨®n no pudo llevarse a cabo durante el mercado invernal, pero era inevitable porque los Pelicans hubieran perdido al jugador sin nada a cambio debido a que en 2020 quedaba libre. El canje se llev¨® a cabo en junio. Los Lakers, a cambio de Davis, enviaron a Nueva Orleans a Lonzo Ball, Brandon Ingram y Josh Hurt, adem¨¢s de tres primeras rondas del draft.

¡°Es el mejor defensor del a?o¡±, elogi¨® LeBron a su compa?ero tras el partido ante los Heat. ¡°Lo hemos dicho durante toda la temporada, por su habilidad para defender a jugadores de cualquier posici¨®n y asumir los desaf¨ªos, tanto en el per¨ªmetro como protegiendo la pintura. Los jugadores exteriores lo atacan, pero es dif¨ªcil anotar ante ¨¦l. ?Han visto lo alto que tuvo que tirar el bal¨®n Herro (escolta de los Heat)? Entr¨®, pero tuvo que tirarla casi hasta el techo. AD puede hacerlo todo en defensa: defender al bal¨®n, el poste, mover los pies junto a los guardias, desafiar tiros, poner el cuerpo contra los grandes. ?Necesito decir m¨¢s?¡±. Davis, a sus 27 a?os, aspira a conquistar su primer anillo, con la misma edad con la que lo consigui¨® LeBron, en 2012, precisamente cuando jugaba con Miami Heat.