Djokovic, a todo o nada con Zverev

A la caza de todos los r¨¦cords, parece que Novak Djokovic se ha olvidado en los ¨²ltimos tiempos de competir. Tan centrado est¨¢ el n¨²mero uno en la historia que he dejado de lado el presente, y al disgusto de Roland Garros le sucedi¨® una fea derrota contra Lorenzo Sonego en Viena, y ahora un tropez¨®n con Medvedev (doble 6-3, en 81 minutos) que le obliga a no fallar en la ¨²ltima jornada, el viernes, contra Alexander Zverev. El ruso, por su parte, sum¨® su segundo triunfo y espera en las semifinales a Rafael Nadal o Stefanos Tsitsipas, citados este jueves (21.00).

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Liberado en las pistas, atrapado en las redes

Se top¨® Nole con la versi¨®n m¨¢s rocosa del moscovita y no supo ni pudo desbordarle, dejando adem¨¢s 28 errores no forzados. Una vez m¨¢s, abus¨® de la dejada ante la falta de filo en los golpes y Medvedev le atrap¨® en su tela de ara?a, ocasionando con su victoria un da?o colateral: la eliminaci¨®n de Diego Schwartzman. El esp¨¢rrago ruso, que el curso pasado acumul¨® tres derrotas en su debut en la cita de los maestros, se asegur¨® la primera plaza del grupo; de este modo, en el caso de progresar, Nadal no se las ver¨ªa con Djokovic en semifinales.

Torneo el¨¦ctrico y de urgencias, el Masters obliga a vivir sobre el alambre salvo que la inspiraci¨®n y la fortuna sean inmediatas, caso de Dominic Thiem, que no el de Zverev y Schwartzman. El alem¨¢n y el argentino, batidos en la primera jornada del Grupo Tokio 1970 (en honor a la primera edici¨®n), se cruzaban sin margen de error y el que sali¨® airoso fue el primero, vencedor (6-3, 4-6 y 6-3) y todav¨ªa con opciones de clasificarse para las semifinales. Las esperanzas del argentino, debutante en el torneo, saltaron por los aires cuando en el turno de noche Medvedev tumb¨® a Nole. Suma dos derrotas y se le esfum¨® cualquier opci¨®n.

El alem¨¢n, coronado hace dos a?os en el O2, cogi¨® aire en una tarde en la que ambos arrancaron en falso. Visto lo visto, parec¨ªa que ni el uno ni el otro ten¨ªan ganas de ganar, err¨¢ticos y sin ritmo. Cedi¨® primero el servicio Zverev, pero Schwartzman correspondi¨® a la cortes¨ªa por partida doble y lo entreg¨® dos veces, hasta que cansado de rechazarle el gigant¨®n decidi¨® aceptar el presente. ¡°Le he regalado el set¡­ ?Estoy regal¨¢ndoselo!¡±, se reproch¨® el bonaerense en direcci¨®n a su banquillo, desde donde Juan Ignacio Chela trataba de levantarle el ¨¢nimo, probablemente con m¨¢s deseo que convicci¨®n.

Menos agarrotado, a Schwartzman le sali¨® el alma guerrillera que le caracteriza en la segunda manga y se agarr¨® al duelo como pudo, beneficiado tambi¨¦n por la intermitencia del alem¨¢n, asesorado por David Ferrer desde junio. Pero al bajonazo de Sascha y la reanimaci¨®n del Peque le sigui¨® el repunte del gigant¨®n, de nuevo erguido y decidido, lo suficientemente recto como para engancharse al Masters en un momento en el que varios l¨ªos extradeportivos est¨¢n pas¨¢ndole factura. Venci¨® Zverev y se jugar¨¢ la continuidad en un atractivo pulso con Djokovic.