Un juego de ni?os
Maradona es el potrero, la pasi¨®n y la emoci¨®n, y tambi¨¦n el ansia de ganar
Siempre que muere alguien, deja un vac¨ªo grande. En el caso de Diego Armando Maradona, el vac¨ªo no existe. Claro que es doloroso para sus familiares y la gente que lo conoc¨ªa, pero Maradona no deja un vac¨ªo. Est¨¢ ah¨ª y lo va a estar siempre porque es eterno e hist¨®rico. Incluso se hablar¨¢ de ¨¦l como si no se hubiese ido, como si Diego siguiese aqu¨ª.
No lo viv¨ª y no lo disfrut¨¦ como jugadora. Era muy peque?a y en 1986 ni siquiera hab¨ªa nacido, pero s¨¦ de Maradona lo que mucha gente de mi edad con los v¨ªdeos de sus jugadas y sus goles: c¨®mo ha trascendido su figura, la del mejor jugador de la historia, el que cala en tanta gente y al que todo el mundo conoce. Es la figura de nuestro deporte. El mi¨¦rcoles, cuando me enter¨¦ de la noticia y lo pensaba, cre¨ªa que no era posible, como quien necesita un tiempo para asimilar que Maradona ha muerto.
Los que no somos contempor¨¢neos pero vimos sus v¨ªdeos sabemos que Maradona jugaba como un hombre contra ni?os. Cog¨ªa el bal¨®n y era ¨¦l quien mandaba. Hac¨ªa lo que le daba la gana hasta que decid¨ªa parar. A¨²n no hace mucho ve¨ªa un v¨ªdeo de ¨¦l entrenando centros y remates en un campo que no estaba bien. Quiz¨¢s era N¨¢poles. Hac¨ªa de todo, met¨ªa todos los remates, jugaba y domaba la pelota como quer¨ªa. Me hac¨ªa recordar la infancia, esas tardes en las que jugabas contra tu hermano en la calle o en una porter¨ªa, el ¨²nico sitio en el que se pod¨ªan hacer esas cosas. Pero ¨¦l las hac¨ªa en un campo de f¨²tbol.
Maradona ten¨ªa un don. Naci¨® con ¨¦l, lo cultiv¨® y lo explot¨® al m¨¢ximo. La ¨²nica pena es ese otro ¨¦l que exist¨ªa y nos ense?¨® todo lo que no es ser un buen deportista, pero incluso esas sombras lo han hecho una figura m¨¢s especial. Lo acercaban a mucha gente por su condici¨®n humana, por su imperfecci¨®n a pesar de ser considerado un dios.
Maradona viene de Argentina, sale de un potrero. No es la imagen de alguien con ¨¦xito desde el inicio. Es alguien de barrio, cualquier ni?o que ves jugar en el parque. Es la pasi¨®n y la emoci¨®n que ¨¦l despertaba en todos los aficionados por el gusto de verlo jugar, pero tambi¨¦n es esa ansia de ganar. Si juega Maradona en tu equipo, por supuesto que puedes ganar. Para millones de argentinos, la mayor alegr¨ªa de sus vidas fue verlo jugar y ganar un Mundial. Eso es tan especial que nada ni nadie lo puede igualar. Hizo feliz a la gente.
Diego Armando Maradona es una inspiraci¨®n para cualquiera, tanto para hombres como para mujeres. Un hombre tan cercano que su historia podr¨ªa haber sido la de cualquier otro, independientemente del pa¨ªs en el que haya nacido, de todo lo que haya alrededor, de las condiciones de vida, del dinero que tenga su familia. ?l inspiraba porque demostraba que lo que hab¨ªa hecho era posible. Ese es su don, uno que nadie m¨¢s ten¨ªa: hacer creer a la gente, inspirarla para pensar que lo que ¨¦l hizo es posible. Ese es el legado de Maradona. Y lo va a seguir siendo. Es la grandeza de su figura, por mucho que ya no est¨¦.
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