Diego Maradona, el h¨¦roe que muri¨® sin abrazos
El astro pas¨® sus ¨²ltimos d¨ªas en un ambiente extra?o: una casa alquilada, medicado y sin la familia
Es posible que, dentro de algunos a?os, una serie sobre la vida de Diego Maradona comience con el momento en el que el ¨²ltimo personal de salud que lo asist¨ªa lo descubri¨® sin signos vitales. Un primer plano podr¨ªa mostrar la comida que Monona, la cocinera que lo acompa?¨® en los ¨²ltimos d¨ªas, le hab¨ªa preparado la noche anterior, y que Maradona no lleg¨® a probar.
Sobre una mesa de luz, seg¨²n reconstruyeron los fiscales a cargo del caso, tambi¨¦n se encontraron cajas con los medicamentos que el astro ten¨ªa recetados, algunos de ellos psicof¨¢rmacos. Reci¨¦n llegados a la casa del barrio privado del norte del Gran Buenos Aires que sus colaboradores hab¨ªan alquilado a inicios de mes, la psiquiatra Agustina Cosachov y el psic¨®logo Carlos D¨ªaz golpearon la puerta de la habitaci¨®n del exfutbolista. Eran las 11.30 de la ma?ana y un par de minutos despu¨¦s comprobar¨ªan que, como dijo el fil¨®sofo alem¨¢n, Dios hab¨ªa muerto.
Los apodos y los apellidos pocos conocidos de la cocinera y los especialistas de salud mental, en una casa que Maradona jam¨¢s hab¨ªa pisado hasta hac¨ªa dos semanas, sugieren que el hombre m¨¢s amado del pa¨ªs vivi¨® sus ¨²ltimos horas en un ambiente extra?o, m¨¢s solitario de lo pensado, definitivamente alejado de la mayor¨ªa de sus familiares m¨¢s directos y amigos m¨¢s cercanos.
Los otros habitantes de la casa, los ¨²ltimos que convivieron con Maradona, uno de sus sobrinos (Jonny Herrera), un asistente personal (Maximiliano Pomargo, familiar de su abogado Mat¨ªas Morla), un encargado de seguridad personal (cuyo nombre no trascendi¨®) y la enfermera del turno de ma?ana (Gisella), alimentan esa imagen parad¨®jica: miles de argentinos habr¨ªan dado lo que no ten¨ªan para estar junto al 10.
En la declaraci¨®n testimonial que brindaron ante la justicia, sus ¨²ltimos compa?eros de vivienda calificaron a Maradona como ¡°un paciente dif¨ªcil, que no se dejaba tratar¡±. La justicia, que confirm¨® una muerte natural mientras el h¨¦roe dorm¨ªa, citar¨¢ en los pr¨®ximos d¨ªas a Leopoldo Luque, el m¨¦dico que lider¨® su tratamiento m¨¦dico en el ¨²ltimo a?o y lo oper¨® de un edema cerebral a comienzos de este mes. Pero el ¨²ltimo Maradona, calificado como un ¡°depresivo cr¨®nico¡± por su hist¨®rico m¨¦dico, Alberto Cahe, y que cada vez ten¨ªa m¨¢s dificultades para moverse y hablar, no s¨®lo se negaba a ser atendido por sus m¨¦dicos: tambi¨¦n era poco proclive a recibir a varios de sus familiares m¨¢s directos, a veces incluso a algunos de sus hijos. El hombre de las multitudes eleg¨ªa cada vez m¨¢s su encierro.
Aunque a la vez recib¨ªa a Gianinna, una de sus hijas, Diego estaba entristecido desde hac¨ªa algunos meses y durante largas jornadas no quer¨ªa sociabilizar m¨¢s all¨¢ de su grupo reducido. Incluso su ¨ªdolo de la infancia, Ricardo Bochini, fue a verlo hace pocos meses a La Plata, antes de un entrenamiento de Gimnasia, el equipo que dirig¨ªa Maradona, y no lleg¨® a verlo. La duda que le qued¨® al crack de Independiente en la d¨¦cada de los setenta y ochenta fue la de muchos: si Diego supo de su visita o si sus allegados no se la informaron.
Al mismo tiempo, el h¨¦roe se apagaba mientras algunas de sus parejas e hijos ensayaban una doble pelea: entre s¨ª y contra el llamado entorno, el grupo de colaboradores, liderados por Morla, que el exfutbolista eligi¨® como compa?eros de vida para sus ¨²ltimos a?os. La ¨²ltima pareja de Maradona, Roc¨ªo Oliva, no pudo acceder al velatorio realizado en la Casa Rosada por prohibici¨®n de Claudia Villafa?e, la esposa de Maradona entre 1989 y comienzos de siglo.
Ya desde hac¨ªa un par de a?os, las dos hijas del ¨²nico matrimonio legal de Maradona, Dalma y Gianinna, arremet¨ªan en redes sociales contra el grupo de compa?¨ªa que hab¨ªa elegido su padre, ese famoso entorno. ¡°Por el bien de los chupasangre, que no le pase nada¡±, escribi¨® a comienzos de mes Dalma.
Aunque alejados entre s¨ª, el dolor despu¨¦s de la muerte fue un punto en com¨²n. ¡°Te voy a amar y defender toda mi vida porque te agradezco la vida compartida. Estoy destruida pero voy a salir adelante. Te amo pap¨¢¡±, escribi¨® Dalma este viernes en las redes. ¡°El capit¨¢n de mi coraz¨®n nunca morir¨¢¡±, agreg¨® Diego Armando Junior, su hijo mayor, fruto de una relaci¨®n extramatrimonial, reconocido despu¨¦s de muchos a?os por Maradona, el h¨¦roe que muri¨® durmiendo, en silencio, sin los abrazos de siempre .
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