El tri¨¢ngulo de la victoria del Madrid
Los blancos sometieron a los rojiblancos con bal¨®n y sin bal¨®n. Con circulaciones largas de lado a lado y con una presi¨®n alta bien organizada
Un plet¨®rico Real Madrid empeque?eci¨® a un fr¨¢gil Atl¨¦tico. Los blancos sometieron a los rojiblancos con bal¨®n y sin bal¨®n. Con circulaciones largas de lado a lado y con una presi¨®n alta bien organizada. Zidane le gan¨® en la pizarra a Simeone. En pocos partidos la mano del t¨¦cnico franc¨¦s y su equipo de trabajo se ha visto reflejada sobre el terreno de juego con tanta notoriedad y ¨¦xito.
Reajustes t¨¢cticos. ZZ meti¨® mano en el 1-4-3-3- que tanto le gusta. La primera decisi¨®n, Lucas V¨¢zquez titular en perjuicio de Rodrigo y Asensio ya conten¨ªa un matiz espec¨ªfico: reforzar el centro del campo para no sufrir inferioridad num¨¦rica ni posicional en el centro del campo. La segunda apuesta ya afectaba directamente a la ocupaci¨®n de los espacios. Normalmente Zidane dispon¨ªa que la salida del bal¨®n jugada desde atr¨¢s pasara por los pies y la cabeza de sus interiores: Modric y Kroos que buscaban el eje central para tener el horizonte abierto. Casemiro, el mediocentro posicional, quedaba fuera de la ecuaci¨®n y se adelantaba en busca del rechace o la segunda jugada.
El s¨¢bado, no. El brasile?o se mantuvo siempre en su posici¨®n con misi¨®n netamente defensiva de proteger a los dos centrales y evitar el juego ofensivo entre l¨ªneas del rival. El movimiento definitivo fue colocar a Modric y Kroos muy abiertos y buscar la salida del juego por las bandas. El croata formaba tri¨¢ngulo con Carvajal y Lucas V¨¢zquez. Y el alem¨¢n con Mendy y Vinicius. Por ambas orillas entre los tres encerraron a los laterales rojiblancos Trippier y Carrasco y abortaron sus incorporaciones al ataque. Un peligro menos.
La segunda consecuencia de lateralizado posicionamiento de Modric y Kroos fue que los dos mediocentros rojiblancos, Herrera y Koke, ten¨ªan que abrirse para ayudar a sus laterales y dejaban un espacio interior que Benzema interpret¨® con su inteligencia no precisamente artificial. El recital de cambios de orientaci¨®n de Kroos para descolocar el sistema defensivo rojiblanco solo fue comparable a las conducciones interiores de Modric por la otra banda.
El tercer efecto letal del planteamiento se completaba con la presi¨®n de Varane sobre Joao F¨¦lix y Mendy sobre Llorente, a los que obligaban a jugar de espaldas. Sergio, libre de cometidos espec¨ªficos, se bastaba con el inoperante Luis Su¨¢rez. Resultado: a la media hora Simeone calibr¨® la impotencia de su equipo y pas¨® del 1-3-5-2 al 1-4-4-2 de toda su vida. As¨ª intentaba salir de la trampa tendida por su colega franc¨¦s.
Parches y m¨¢s parches. Mientras el Real Madrid crec¨ªa en todos los sentidos del juego y sobre manera en el aspecto f¨ªsico, el Cholo comenz¨® a mover su puerta giratoria. Al cambio de sistema sucedi¨® un triple cambio a la vuelta del descanso. Llorente pas¨® a mediocentro al lado de Koke; Correa se abri¨® a la derecha; Lemar se colocaba por detr¨¢s de Luis Su¨¢rez y entre Lodi y Joao F¨¦lix ocupaban la izquierda.
Quince minutos despu¨¦s, justo antes del segundo gol blanco. Un nuevo parche sin duda trascendente: Sa¨²l por Joao F¨¦lix. El gran sacrificado del once titular sustitu¨ªa al ¨²nico jugador que parec¨ªa capaz en una acci¨®n individual de meter otra vez a su equipo en el partido. Un cambio nefasto que origin¨® otra reestructuraci¨®n. Sa¨²l-Koke, volantes; Llorente y Lemar en las bandas y Correa, segundo delantero. La siguiente sustituci¨®n, 10 minutos despu¨¦s, provoc¨® otro zafarrancho de cambios de puestos: Kondogbia con Koke; Sa¨²l, a la derecha; Llorente y Correa, arriba; Lemar, a su aire¡ El resumen de las carencias atl¨¦ticas se refleja fielmente en que Llorente pas¨® a lo largo del partido por tres demarcaciones diferentes.
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