?Qu¨¦ hacer con un partido que acaba 0-31?
La estruendosa goleada del Real Madrid al Villaverde en la categor¨ªa de Benjam¨ªn hace dos semanas reabre el complejo debate sobre c¨®mo gestionar estos resultados en el f¨²tbol de formaci¨®n
¡°Presi, no te preocupes, que al otro partido que juguemos contra ellos nos vamos a vengar¡±. El ni?o, a los ocho a?os, acababa de recibir, posiblemente, la mayor goleada de lo que le queda de vida: 0-31 en 50 minutos de encuentro. Para el m¨¢ximo dirigente del Villaverde, de 78, era, desde luego, la derrota m¨¢s abultada de su carrera. ¡°En los 52 a?os que llevo en el cargo jam¨¢s hab¨ªa sufrido un resultado igual¡±, se lamenta Juan Antonio C¨®zar en su amplio despacho de la Ciudad Deportiva Boetticher, junto a un mueble repleto de trofeos y recuerdos. ¡°Tengo una medalla de Europa como el presidente m¨¢s antiguo de Espa?a y nadie se ha enterado¡±, protesta. ¡°Si yo contara la cantidad de gente que he quitado de la droga en este barrio¡¡±.
De lo que todo el mundo se ha enterado es de lo que ocurri¨® en uno de los campos de f¨²tbol 7 del club hace dos fines de semana: el Real Madrid le endos¨® a su Benjam¨ªn B uno de esos marcadores estruendosos que reavivan la vieja cuesti¨®n de las goleadas en los tramos de menor edad de las categor¨ªas inferiores. ?Qu¨¦ efectos tienen en la formaci¨®n de los chavales? ?Se deber¨ªan regular? ?De qu¨¦ forma? Un asunto complejo, directamente relacionado con el desarrollo de los peque?os, que trasciende lo deportivo y alcanza el terreno central de la educaci¨®n.
Detener el partido no es una opci¨®n. Ordenar a los jugadores del equipo superior que eviten marcar m¨¢s goles se descarta. Mantener en competici¨®n al conjunto inferior resulta un imperativo. Y juntar ex profeso a las escuadras m¨¢s potentes puede romper el principio de proximidad geogr¨¢fica que evita grandes desplazamientos de ni?os y padres. ?Qu¨¦ hacer, entonces?
¡°He pedido a la Federaci¨®n Madrile?a desde hace tiempo que las escuelas de f¨²tbol jueguen por un lado y los equipos profesionales, por otro¡±, explica el dirigente del Villaverde. ¡°Nosotros estamos en el mismo grupo del Madrid, Atl¨¦tico, Legan¨¦s¡ Aqu¨ª van a venir a ver qui¨¦n mete m¨¢s goles, somos las v¨ªctimas. Y es verdad que a lo mejor no tendr¨ªamos que haber ascendido a Preferente (esta categor¨ªa en la comunidad tiene dos divisiones) porque son ni?os de primer a?o, procedentes de prebenjamines o que nunca hab¨ªan jugado. El otro d¨ªa, un chico del Real Madrid ven¨ªa de Extremadura. Ellos tienen 100.000 para elegir diez; yo 10 para quedarme con 12¡±, comenta C¨®zar, que apenas tard¨® un par de horas en denunciar en las redes sociales el 0-31. Ese era el segundo partido que disputaba el Benjam¨ªn B esta temporada. El primero ya fue un aviso: el A, del propio Villaverde San Andr¨¦s, le meti¨® 10-0. ¡°Pudieron ser 30, pero intervinieron los entrenadores. Cuando iban siete, cambi¨® chavales¡±, apunta el presidente del club.
Mostramos nuestra indignaci¨®n a este tipo de situaciones en el F¨²tbol Formativo, por un lado los clubes grandes deber¨ªan utilizar estrategias deportivas para evitar estas goleadas, y por otro lado desde la Federaci¨®n hace falta una reestructuraci¨®n de estas categor¨ªas. #animoboti pic.twitter.com/3oqbDDCXgC
— SAD Villaverde San Andr¨¦s (@SADvillaverde) December 12, 2020
La provincia de Madrid, con un nivel superior a la media por densidad de poblaci¨®n, la presencia de gigantes como el Real y el Atl¨¦tico, y siete entidades entre Primera y Segunda, es una de las regiones donde estas situaciones m¨¢s se repiten. Su federaci¨®n tiene un proyecto, diferente a la propuesta del Villaverde, que contempla ampliar el n¨²mero de divisiones para tratar de igualar por propia selecci¨®n natural el nivel de los conjuntos. Esta de Benjam¨ªn, por ejemplo, pasar¨¢ de dos a cuatro. ¡°Contamos con unas 115.000 fichas hasta aficionados y, por tanto, capacidad para estratificar¡±, indica su vicepresidente, Jos¨¦ Luis Polo.
Cada comunidad es libre de regular o no. La Federaci¨®n Espa?ola solo lo puede hacer en los torneos de selecciones territoriales y, de momento, no ha tomado ninguna medida, aunque asegura que lo tiene en la agenda. Valencia, por ejemplo, ha eliminado el criterio de la diferencia de tantos para resolver el empate de puntos en la clasificaci¨®n de F¨²tbol 8, y en las categor¨ªas de infantiles a cadetes.
¡°Los padres han empeorado, algunos son de temer, pero esta vez los felicit¨¦¡±, afirma el presidente del Villaverde
En el Barcelona, habituado a castigar con grandes goleadas en estos primeros niveles, cuando el partido se encamina hacia un desenlace muy severo, los entrenadores toman decisiones sutiles, como cambios de posiciones, de sistema o de jugadores, para minimizar la diferencia, informa Juan I. Irigoyen. El Real Madrid, por su parte, ha declinado participar en este reportaje.
El remedio, si fuera necesario, no parece sencillo, as¨ª que lo urgente cuando se producen estos resultados es coser las posibles heridas. Al Villaverde, por suerte, le pill¨® con un psic¨®logo en el organigrama, algo extra?o en un club tan modesto. ¡°A los chavales me los encontr¨¦ bien, contra todo pron¨®stico¡±, resume Fernando ?lvarez. ¡°Aqu¨ª vinieron muchos medios y no fue para contar que metimos cinco goles. Ellos son conscientes de lo sucedido, pero tienen una capacidad de aprendizaje enorme. Son como esponjas y de un d¨ªa para otro lo han relativizado. Me preguntaron si yo hab¨ªa sufrido una experiencia parecida y les dije que por supuesto. Pero que un marcador no te define. Aqu¨ª trabajamos mucho el refuerzo positivo¡±, desarrolla el psic¨®logo, que avisa de que, pese a la buena respuesta, deben seguir vigilantes.
En su opini¨®n y en la del presidente, result¨® clave la actuaci¨®n inmediata mientras iban cayendo los goles. 17 al intermedio, casi uno por minuto. ¡°En el descanso estaban hundidos. Sin embargo, lo que ocurri¨® desde entonces ayud¨® mucho. Todos los padres se quedaron a aplaudir a los dos equipos, que se hicieron una foto juntos, y el m¨ªster suyo me dio un abrazo. Todo eso parece que no, pero tuvo un efecto calmante¡±, se felicita Juan Antonio C¨®zar, que, no obstante, s¨ª ha echado en falta una llamada del Real Madrid para interesarse por ellos. El resultado alcanz¨® tal repercusi¨®n que lleg¨® hasta Zidane. ¡°Puede ser un poco feo encajar 31, pero el entrenador no puede decirles a los jugadores que no ataquen m¨¢s. Es un tema de la Federaci¨®n¡±, contest¨® el franc¨¦s.
Esta vez, los padres, fuente habitual de problemas en esos partidos de fin de semana, han sido parte del alivio. ¡°Fueron precavidos y jugaron una baza importante. Les felicit¨¦¡±, comenta Juan Antonio C¨®zar. ¡°Debo ser honesto y reconocer que tem¨ªa su reacci¨®n. Por mucho menos, te montan un tinglado de cuidado si su ni?o no juega mucho. Los padres han empeorado con los a?os. Los que han jugado al f¨²tbol son de temer, se meten a dar voces al entrenador. ?Pero con qui¨¦n han empatado? Si igual han jugado en Regional¡±, se desahoga el presidente, al frente de una escuela que esta temporada tiene 240 chicos, la mitad que otros a?os debido a la pandemia, y que pagan entre 300 y 500 euros. ¡°Con dos garbanzos negros, se suele generar mal ambiente¡±, remacha Fernando ?lvarez sobre los progenitores.
¡°Se puede ser muy competitivo sin machacar al rival, no hacemos ni?os blanditos¡±, asegura el psic¨®logo de la cantera del Getafe
Para Jos¨¦ Antonio Luengo, psic¨®logo en las categor¨ªas inferiores del Getafe, donde se visti¨® de corto despu¨¦s de iniciarse en el Real Madrid, los padres son tambi¨¦n el elemento m¨¢s espinoso. ¡°Nuestros principios hacen imposible un 0-31. Los entrenadores tienen que manejar las decisiones para evitarlo. Cuando hablo con los padres, algunos me dicen que su hijo no va a ser competitivo y que, si hay que machacar al rival, se le machaca. Nuestra forma de actuar es otra. Se puede conseguir un nivel de competitividad muy elevado desde el respeto al contrario, la humildad, la empat¨ªa y la elegancia¡±, expone.
¡°Algunos nos acusan de querer hacer ni?os blanditos. Pero no estamos diciendo que los equipos con menos habilidades no puedan perder, ni que no llegues a sentirte humillado porque alguien es muy superior a ti. La cuesti¨®n es qu¨¦ edad tienes y qu¨¦ efecto produce. ?O es que pensamos que las escuelas deportivas solo funcionan con par¨¢metros deportivos? No, son un mundo de educaci¨®n¡±, aclara.
Luengo admite que esta filosof¨ªa no es todav¨ªa mayoritaria en el f¨²tbol, donde ¡°prima una violencia soterrada que asusta¡±, aunque va ganando terreno. ¡°Si preguntas a 100 personas, 90 te responder¨¢n que no es razonable ganar 0-31, pero eso no significa que est¨¦n de acuerdo conmigo. ¡®?Si hay esa diferencia tendr¨¢n que aprenderlo, no?¡¯, te pueden decir. S¨ª, ?pero es necesario aprenderlo de esa manera?¡±, concluye el psic¨®logo del Getafe, que tiene a su cargo a 55 t¨¦cnicos.
Un mundo complejo el del f¨²tbol de formaci¨®n: fuente de educaci¨®n, escenario de profundos desequilibrios deportivos y enso?aciones megal¨®manas de padres y j¨®venes, y donde, a veces, lo de menos es el bal¨®n.
¡°En cadetes hubiera sido peor. Se creen hombres y no lo son¡±
Con el paso de los a?os, estos resultados tan aparatosos van desapareciendo porque los ni?os aprenden a jugar al f¨²tbol, aunque eso no significa que las derrotas duras, pese a no ser tan abismales, dejen menos cicatrices. Puede, incluso, que m¨¢s. ¡°Si este 0-31 pasa en los cadetes con un 15-0, que tambi¨¦n se ha dado, nos hubiera tra¨ªdo muchos problemas¡±, advierte Juan Antonio C¨®zar. ¡°Depende del contexto, aunque a priori es m¨¢s f¨¢cil de taponar una herida a los ocho a?os¡±, media m¨¢s comedido el psic¨®logo del Villaverde.
¡°El equipo que m¨¢s conflictos trae es el cadete, con 14-15 a?os. Se creen hombres, pero no lo son. Esos ni?os tienen que rendir cuentas a las chicas con las que empiezan a salir, no admiten tantos consejos, sus amigos les dicen que para qu¨¦ juegan al f¨²tbol¡ Por eso, los mejores entrenadores a nivel psicol¨®gico van a los cadetes. De ah¨ª sale el futbolista y el que se marcha a otro sitio¡±, concluye el presidente del Villaverde.
La normas del baloncesto y balonmano
En el baloncesto y balonmano s¨ª existen reglas nacionales que regulan los resultados muy abultados. En el primero, en los campeonatos de Espa?a de Mini (11-12 a?os) e Infantil (13-14), las categor¨ªas m¨¢s bajas que organiza la Federaci¨®n, cuando la diferencia llega a los 50 puntos, se cierra el acta y todo lo que sucede en el partido a partir de entonces no tiene reflejo en el marcador. En el balonmano ocurre algo similar cuando la distancia alcanza los 30 tantos. Esta regla se aplica desde hace tres a?os en los niveles de Infantil y Cadete.
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