El Mirand¨¦s lo vuelve a hacer
El equipo de Iraola se mete en las semifinales de la Copa tras derrotar al Villarreal en Anduva
El Mirand¨¦s lo ha vuelto a hacer, y no es un sue?o, sino la realidad. El Villarreal cae en Anduva y el equipo burgal¨¦s est¨¢ en semifinales. ¡°No pasen por aqu¨ª¡±, advierte un seguidor del Mirand¨¦s, provisto de un meg¨¢fono, y cinco segundos despu¨¦s enciende un castillo de fuegos artificiales de andar por casa, que atruena junto al estadio y espanta a los perros que pasean junto a sus amos por una zona tranquila cualquier tarde, pero no los mi¨¦rcoles de Copa. Se acerca el autob¨²s del equipo, recibido con fervor por la chavaler¨ªa, con la fe de converso.
Dentro del c¨¦sped es todo m¨¢s fr¨ªo, m¨¢s profesional. El calor lo pone el abrazo que se dan Iraola y Cazorla, compa?eros de selecci¨®n, que charlan un buen rato antes de ir cada uno a sus obligaciones, roles distintos aunque solo se llevan dos a?os. Unos minutos m¨¢s tarde est¨¢n en la faena, que el Villarreal pretende que sea como mandan los c¨¢nones, es decir, con el equipo grande merend¨¢ndose al peque?o desde el principio. Y su propuesta sirve durante algunos minutos.
Empujan los amarillos y achica el Mirand¨¦s, que se siente inferior y parece plegarse a lo que dictan los hombres de Calleja. Pero el s¨ªndrome de Estocolmo les dura muy poco a los rojillos burgaleses. A la que oyen gritar al p¨²blico eso de ¡°este submarino lo vamos a hundir¡± al ritmo del We shall not be moved, se animan, aprietan y se olvidan los complejos y quieren ser lo que fueron Pablo Infante, Garmendia, Caneda y compa?¨ªa hace ocho a?os, h¨¦roes de la Copa, y que las ventanas y los balcones de Miranda se engalanen otra vez, como en aquel enero glorioso de 2012.
Y los de ahora, que han escuchado hablar de aquellos ¨ªdolos modestos, tambi¨¦n quieren su porci¨®n de gloria, como Matheus, que aprovecha el primer error del debutante Sofian para reba?arle la pelota, amagar a un lado, buscar la postura y batir a Andr¨¦s Fern¨¢ndez. Empieza el sue?o, uno m¨¢s, que dura hasta un cuarto de hora despu¨¦s, cuando Cazorla, inc¨®modo toda la noche por la presi¨®n del Mirand¨¦s, consigue fabricarse un espacio. No tienen m¨¢s remedio que derribarle a cuatro metros de la frontal. Ontiveros, en una interpretaci¨®n magistral de la folha seca, deja clavado a Limones y empata el partido.
El Mirand¨¦s juega al f¨²tbol y ejerce una presi¨®n feroz sobre el Villarreal pero la calidad del equipo castellonense no se puede poner en duda, y aparece en el momento justo para equilibrar el partido, aunque tambi¨¦n aparece por su ¨¢rea una mano inoportuna que nadie ve en el campo, pero s¨ª en la sala del VAR, y casi dos minutos despu¨¦s el ¨¢rbitro atiende a la indicaciones y se?ala penalti, que transforma Merquelanz con el tiempo de la primera parte ya cumplido. As¨ª que Anduva sue?a otra vez, y en el descanso, la afici¨®n mastica el bocadillo y la ilusi¨®n por la semifinal a partes iguales.
Pero empieza de nuevo el f¨²tbol, regresan las gradas a la realidad y chocan contra su muro, en el minuto 54, cuando Odei levanta la mano en el ¨¢rea mientras pasaba el bal¨®n por all¨ª y otra vez el ¨¢rbitro se?ala el mismo punto de penalti, aunque ahora es favorable al Villarreal. Cazorla ejecuta con maestr¨ªa. Pero el defensa del Mirand¨¦s, tal vez enrabietado por la acci¨®n anterior, entra como un b¨²falo al remate en el saque de una falta, apenas cuatro minutos m¨¢s tarde, y pone otra vez por delante a su equipo. Sue?a de nuevo el equipo rojillo. Se defiende despu¨¦s, con el coraje que da estar tan cerca del objetivo. Iraola repliega sus efectivos y el Villarreal gasta su ¨²ltima bala, Paco Alcacer, pero no hay nada que hacer ante un equipo en racha, que contragolpea con ardor, y ya en el descuento, en una de esas contras letales, certifica que lo que est¨¢n viviendo en el c¨¦sped no es un sue?o, sino la realidad. Acaba el partido, se retiran los amarillos cabizbajos, saltan de alegr¨ªa los rojillos que gritan ¡°a por la Copa, oe¡±, y ya est¨¢n en semifinales. El Mirand¨¦s lo ha vuelto a hacer.
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