El Barcelona sofoca a un bravo Atl¨¦tico

Si el f¨²tbol femenino busca promoci¨®n y visibilidad, deber¨ªa procurarse m¨¢s partidos como este Atl¨¦tico-Barcelona y menos luchas de intereses en los despachos. Rojiblancas y azulganas tomaron la voz en el Helm¨¢ntico con un partido muy bonito de ver. Los dos mejores equipos de Espa?a, rivales en los cuartos de Champions, librando una batalla muy brava. Ganaron las cul¨¦s por calidad y variedad de recursos a un oponente que siempre se mantuvo de cuerpo entero, y este domingo disputar¨¢n la final de la Supercopa (12.00, TVE) contra la Real Sociedad. Un a?o y medio llevan las catalanas sin levantar un t¨ªtulo.

A la segunda semifinal de este nuevo torneo, la de m¨¢s cartel, acudi¨® m¨¢s gente (7.077 espectadores) que al Real Sociedad-Levante (la mitad, exactamente). Sigui¨® sobrando cemento en el Helm¨¢ntico (seguro que a ello tambi¨¦n ayud¨® la coincidencia con la Copa del Rey masculina), pero la apariencia fue otra. Detalles, en todo caso, menores para m¨¢s de un salmantino. Lo que cont¨® para ellos fue que volv¨ªan a ver su viejo estadio, levantado extramuros de la ciudad, ¡°iluminado y por la televisi¨®n¡±, como advert¨ªan varios ciudadanos a la hora de comer. Un recinto con historia para un universo que busca un futuro mejor.

El presente es del Barcelona, que domina sin contemplaciones en la Liga (aventaja en nueve puntos al Atl¨¦tico), aunque el duelo de Supercopa contra las rojiblancas le cost¨® digerirlo. Arrancaron marcando territorio las madrile?as. Duggan aprovech¨® un fallo infantil de Patri Guijarro en defensa y solt¨® un latigazo desde 30 metros que dej¨® a Sandra Pa?os con la estatua y pregunt¨¢ndose qu¨¦ hab¨ªa pasado. Era el minuto cuatro y aquel fue el comienzo de una primera parte sin tregua, no hubo tiempo ni para consultar el m¨®vil, que a esa hora la Real ya estaba dando el hachazo en el Bernab¨¦u. Al minuto siguiente, Mapi Le¨®n bombe¨® un bal¨®n en largo y Caldentey, algo forzada, lo envi¨® al larguero. A la pianista de La Roja solo le falt¨® afinar un poco el toque.

No le ocurri¨® lo mismo a Guijarro, que se desquit¨® de su error grosero con un golazo cuando no se hab¨ªa llegado al cuarto de hora. Agarr¨® una volea en la frontal y la estamp¨® abajo, junto al palo derecho de Gallardo. El tanto calm¨® a las azulgranas, pero no desactiv¨® a las rojiblancas, que siguieron amenazando arriba cuando pod¨ªan. La tuvo Charlyn Corral. Ludmila Da Silva le gan¨® el duelo a Mapi Le¨®n por fuerza, cit¨® a la ex del Levante ante Pa?os, pero tanto quiso ajustarla, que la estrell¨® en el palo.

Un indulto del que no tard¨® en sacar tajada el Barcelona. De nada sirvieron a la media hora de juego el concierto de advertencias de Lola Gallardo a su defensa porque Martens, libre de marca, enganch¨® un centro en el punto de penalti, toc¨® ligeramente en Torrecilla y despist¨® a la guardameta colchonera. Y al borde del descanso, el tanto de cabeza de Oshoala, que ya hab¨ªa fallado una clara poco antes, pareci¨® casi la sentencia.

Sin embargo, el Atl¨¦tico no hab¨ªa nadado tanto para ahogarse a mitad del partido. Pudo finiquitar el asunto la nigeriana a la vuelta de los vestuarios con una cabalgada desde el centro del campo, aunque al llegar al balc¨®n del ¨¢rea le pudo el exceso de confianza. Circulaba a esas horas en la noche de Salamanca la sensaci¨®n de que ya hab¨ªa poco de discutir en el Helm¨¢ntico. Hasta que Corral rompi¨® su racha de dos meses sin anotar para devolver el partido a la vida. Y, casi al instante, Andrea Pereira evit¨® el empate de ?ngela Sosa. Quedaba un buen tramo, pero el Barcelona contuvo bien la situaci¨®n, aplic¨® toque, hizo los cambios necesarios para que corriera el reloj (al final compareci¨® Jenni Hermoso, que sale de una lesi¨®n) y sofoc¨® a un rival desfondado por el esfuerzo.