Armand Duplantis bate el r¨¦cord del mundo de salto con p¨¦rtiga
El sueco logra una marca de 6,17 metros, un cent¨ªmetro m¨¢s que el franc¨¦s Lavillenie en 2014
No hay recurso m¨¢s abusado que el de proclamar el Mozart de algo a cualquier persona que destaca joven en cualquier actividad, y despierta la admiraci¨®n de todos. Despu¨¦s de Jacques Anquetil, sin embargo, no hay persona que m¨¢s merezca ese apelativo desgastado, ser llamado Mozart, que Armand Mondo Duplantis, el virtuoso de la p¨¦rtiga que ha batido el r¨¦cord del mundo, ha saltado 6,17 metros, solo tres meses despu¨¦s de haber cumplido 20 a?os.
Su salto, el ¨²ltimo de una serie de seis en la pista plana, sin tarima, de la reuni¨®n de Torun (Polonia), la ciudad de Cop¨¦rnico y el giro de sus planetas, se produce seis a?os despu¨¦s de los 6,16m con que el franc¨¦s Renaud Lavillenie acab¨® el 23 de febrero de 2014, en Donetsk (Ucrania), con los 6,15 metros que el ucraniano Serguei Bubka hab¨ªa fijado en 1993 con lo que se lleg¨® a considerar, tan imposible parec¨ªa superarla, la medida de los l¨ªmites del ser humano. Para la generaci¨®n de deportistas nacidos con el cambio de siglo, como el ciclista Evenepoel, los l¨ªmites, sin embargo, son un asunto gaseoso, un invento de los pusil¨¢nimes.
Quiz¨¢s, aunque ahora mismo parezca exagerado, dentro de nada a todas aquellas personas prodigiosas que hagan cosas aparentemente inexplicables, geniales, habr¨¢ que llamarles los Duplantis de la vida. Porque nadie duda que Duplantis es un genio. Un chaval rubito y de aspecto ligero (1,81m, 79 kilos), casi contraindicado para una disciplina que exige hacer barbaridades, como acelerar a la carrera hasta m¨¢s de 10 metros por segundo cargando con una vara de m¨¢s de cinco metros de larga y que parece que pesa 25 kilos, agarrada desde la punta, que debe clavar con precisi¨®n en un cajet¨ªn m¨ªnimo, y doblarla para que le lance como una catapulta; y luego, hacer acrobacias para darse la vuelta en el aire sobre el list¨®n. Cualquier pertiguista cuenta que cualquier persona de la calle a la que le des una p¨¦rtiga ser¨ªa incapaz de mantenerla horizontal agarrada por su extremo muy pocos segundos.
Duplantis comenz¨® su concurso en 5,52m, que pas¨® a la primera, como 5,72m, 5,92m y 6,01m. Pidi¨® entonces 6,17m, que pas¨® a la segunda, despu¨¦s de derribar con los muslos a la primera. "Solo tengo que agarrar la p¨¦rtiga un poco m¨¢s arriba", dijo, totalmente relajado, fr¨ªo y consciente de su capacidad.
¡°Estamos siendo testigos de un hito atl¨¦tico dif¨ªcil de explicar¡±, dice el especialista Jon Karla Lizeaga, entrenador de Naroa Agirre, que horas despu¨¦s de ver una y otra vez el v¨ªdeo del salto del r¨¦cord, sigue con la boca abierta. ¡°Duplantis est¨¢ rompiendo todos los modelos t¨¦cnicos y los estudios biomec¨¢nicos, y deja en entredicho algunas teor¨ªas de los m¨¢s puristas, obsesionados con realizar la t¨¦cnica determinada por la ¡°escuela sovi¨¦tica¡± con Petrov a la cabeza. Este chico salta a su manera, de manera instintiva. Lo m¨¢s destacable es su naturalidad y frescura. No es un modelo imitable como era Bubka, tan obsesionado con los detalles t¨¦cnicos. Es lo que se denomina un genio, que se r¨ªe y disfruta, y parece ajeno a cualquier presi¨®n¡±. Y, encima, es un cl¨¢sico que respeta la historia y los mitos. Cuenta Lizeaga que en su salto sobre 6,17m, Duplantis us¨® una p¨¦rtiga Spirit de fibra de vidrio fabricada en Carlson City (Nevada). ¡°Es el mismo tipo de p¨¦rtiga que uso en su d¨ªa Bubka y posteriormente Lavillenie. Hay p¨¦rtigas m¨¢s modernas y ligeras de fibra de vidrio pero a este extraterrestre no le hacen falta¡±, contin¨²a el t¨¦cnico. ¡°Lleva un agarre de 5,14m que es muy similar al que lleg¨® a emplear Bubka en su mejor versi¨®n. Ha utilizado hoy una p¨¦rtiga de 210 libras de dureza, de lo m¨¢s duro que hay, pero la necesitaba teniendo en cuenta que llega con tal velocidad y fuerza que otras p¨¦rtigas se le quedaban blandas y le lanzaban contra el list¨®n¡±.
Duplantis naci¨® en Louisiana (Estados Unidos) el 10 de noviembre de 1999, de padre estadounidense, un pertiguista tambi¨¦n, y madre heptatleta sueca, la nacionalidad con la que compite. Naci¨®, y no es met¨¢fora con una p¨¦rtiga debajo del brazo. ¡°Es algo que quer¨ªa hacer desde que tengo tres a?os¡±, dijo nada m¨¢s saltar a la segunda una altura que solo ¨¦l hab¨ªa intentado antes, hace unos d¨ªas, en D¨¹sseldorf (Alemania). ¡°No es mala manera para empezar un a?o tan importante, con los Juegos ah¨ª¡±. A los nueve a?os, Duplantis, entrenado y alentado por su padre, Greg, un pertiguista de 5,80m, ya saltaba 2,89m; desde esa edad ya fue marcando mejores marcas mundiales todos los a?os de su vida. 4,60m a los 14; 5,30 a los 15; 5,51 (actual r¨¦cord mundial juvenil) a los 16; 5,90 a los 17; 6,05m a los 18 (actual r¨¦cord mundial j¨²nior), y 6,17m a los 20. Es campe¨®n de Europa y subcampe¨®n del mundo. En Tokio ser¨¢, probablemente, campe¨®n ol¨ªmpico.
¡°Todo el mundo lo espera, todo el mundo lo desea, todo el mundo sabe que lo va a hacer¡±, dec¨ªa la v¨ªspera del r¨¦cord Lavillenie, su amigo querido, el colega con el que ha compartido entrenamientos en su casa de Clermont Ferrand y experiencias pese a ser el rival, el ni?o, que le iba a destronar. ¡°S¨®lo nos queda saber d¨®nde y cu¨¢ndo¡±. Menos de 24 horas despu¨¦s ya ten¨ªa la respuesta, y al conseguirlo, Duplantis ya tiene perplejos a los profetas, a los especialistas que decidieron que, calculando fuerza, velocidad, longitud y dureza de las p¨¦rtigas, el l¨ªmite del ser humano son 6,20m. Todos ya saben, pues, cu¨¢l es el pr¨®ximo desaf¨ªo del Mozart, no, del Duplantis de la p¨¦rtiga, el genio que est¨¢ a solo tres cent¨ªmetros de ello.
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