Oliver Atom tiene 52 a?os y sigue jugando

Les juntaron en el acto de presentaci¨®n de la liga japonesa porque en la primera jornada, el pr¨®ximo domingo, sus equipos se cruzan. Por m¨¢s que ahora apure su carrera en la J-League, Andr¨¦s Iniesta parec¨ªa a su lado un alev¨ªn. El manchego apenas daba sus primeros pasos cuando Kazu Miura (Shizuoka, 52 a?os) era futbolista profesional y ni hab¨ªa nacido cuando se public¨® un manga que dio pie a una serie de animaci¨®n eterna.

El c¨®mic del Capit¨¢n Tsubasa lleg¨® a las librer¨ªas en 1981 con las peripecias de unos chiquillos que quer¨ªan ser futbolistas. Dos a?os despu¨¦s dio el salto a la televisi¨®n y en Espa?a se emiti¨® con el t¨ªtulo de Campeones: Oliver y Benji. Entre medias, un adolescente nip¨®n se hab¨ªa ido a Brasil para aprender los secretos de la pelota y Yoichi Takahashi, el mu?idor de aquellos guiones, encontr¨® en ¨¦l una referencia para darle un relato a su h¨¦roe. Fue cuando Kazu Miura se convirti¨® en Oliver Atom, un mago del bal¨®n que dibujaba imposibles cabriolas. A veces la realidad supera a la ficci¨®n: Miura cumplir¨¢ 53 a?os dentro de nueve d¨ªas y juega en el Yokohama FC, que acaba de subir a la m¨¢xima categor¨ªa.

¡°?Ojal¨¢ yo pudiese jugar a esa edad! Admiro su pasi¨®n e ilusi¨®n por seguir en el f¨²tbol¡±, apunt¨® Iniesta tras saludarse con Miura, que le saca 17 a?os de edad. ¡°Seguro que yo no llego¡±, confiesa Gaku Shibasaki, un internacional japon¨¦s que juega en el Deportivo y tiene un respeto reverencial por su compatriota: ¡°Es una leyenda querida y respetada, un espejo para los j¨®venes¡±.

En un entorno apegado a la tradici¨®n, Miura, que siempre lleva el dorsal 11, cumple la suya: cada 11 de enero a las 11 horas y 11 minutos anuncia que jugar¨¢ un a?o m¨¢s. Disput¨® como una estrella el partido inaugural de la J-League en 1993. Jug¨® en equipos de cuatro continentes, marc¨® en un derbi genov¨¦s contra la Sampdoria y, tras soplar 50 velas, se convirti¨® en el goleador m¨¢s veterano del f¨²tbol profesional.

En Jap¨®n viven m¨¢s de 71.000 centenarios, cinco veces m¨¢s que al abrirse este siglo. El f¨²tbol tambi¨¦n tiende a lo perenne. En el Yokohama, junto a Miura, se alista Shunsuke Nakamura, que parec¨ªa de vuelta cuando fich¨® por el Espanyol hace once a?os. En junio cumplir¨¢ 42. ¡°Son lo que se conoce en Jap¨®n como senpai", ilustra Pablo Rub¨ªn, un gallego que desde la embajada espa?ola en Tokyo atiende a la evoluci¨®n de la sociedad nipona. ¡°El senpai ¨Cexplica¨C est¨¢ por encima del kohai, que es una persona inexperta dentro de un grupo, ya sea en una empresa, un aula o un club deportivo. El senpai ha llegado a ese sitio antes que el kohai, que le respeta en la manera de hablarle y al que pide consejo¡±. En un colectivo tan jerarquizado, pocos se atreven a decirle a Miura que igual es hora de bajar el tel¨®n. ¡°El senpai est¨¢ protegido. Alg¨²n comentarista que sugiri¨® que Miura deb¨ªa pensar en retirarse dej¨® de aparecer en los medios¡±, completa Rub¨ªn.

El senpai Miura es una gran influencia porque se cuida y refleja una forma de vida, pero tiene 53 a?os y ocupa una ficha. La palabra clave es sontaku, un verbo que indica que cuando pienses en algo intentes ponerte del lado de los otros. Nadie en la prensa o en su club discute que siga en activo porque adem¨¢s atrae patrocinios.

¡°Quiero jugar m¨¢s tiempo, pero no lo har¨¦ sin sentirme ¨²til para que crezca mi equipo¡±, explic¨® Iniesta sobre su futuro. En Jap¨®n son¨® contracultural. Aunque algo se mueva. ¡°Las nuevas generaciones o quienes vivieron fuera empiezan a considerar obsoletas estas costumbres¡±, observa Rub¨ªn, que atisba cambios. ¡°En las redes sociales hay alguna discrepancia, pero no sale de ah¨ª. Miura apenas juega, y cuando lo hace los medios hablan de ¨¦l en positivo¡±.

El cincuent¨®n Miura es duda para el estreno liguero por problemas en la cadera, pero ejerci¨® junto a Iniesta de imagen del campeonato y da continuidad a algo que semeja una enso?aci¨®n. Con Oliver Atom los partidos no ten¨ªan fin, los estadios eran kilom¨¦tricos y el tiempo tambi¨¦n se deten¨ªa.