El ¡®monstruo¡¯ Higuita comienza a construir su historia

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Tocado por la gracia, Molano gana tambi¨¦n en Zipaquir¨¢

El fabuloso Higuita no deja de asombrar, y cada vez m¨¢s

Bogot¨¢ es una bestia, un monstruo de ciudad, ruido, carros, contaminaci¨®n, que el domingo, el d¨ªa de las ciclov¨ªas, desde los cerros que la encierran y la obligan a mirar hacia arriba, parece un gatito que ronronea y se deja acariciar, tan dulce. Es en los cerros, en sus bosques, en Montserrate, en Guadalupe, rozando el cielo, donde habita el monstruo, donde act¨²a la bestia, donde Sergio Andr¨¦s Higuita, ciclista de Medell¨ªn, triunfa.

Sus aficionados enloquecen, bailan, gritan en la Comuna Castilla, tan futbolera, tan del otro Higuita de la vecindad, el escorpi¨®n Ren¨¦, como cuando la nacional marca un gol, como gritaron cuando gan¨® una etapa en la Vuelta, como cuando, hace dos domingos gan¨® el maillot de campe¨®n nacional en Tunja, y muestran orgullosos su camiseta, agitan su gorra, sus ense?as, su nombre de guerra, monster (monstruo), con el que le bautiz¨® en California el patr¨®n de su equipo, Jonathan Vaughters, su insignia, la cabeza de un le¨®n coronado.

Y a todo eso hace honor Higuita, y en la altura del Verj¨®n, a 3.290 metros, eleva fuerte y alto la reproducci¨®n del Poporo Quimbaya, el trofeo hermoso y ¨²nico que le reconoce como campe¨®n del Tour Colombia. .

Ya nadie se sorprende. Higuita se ha ganado el respeto y el aplauso, y todos admiten que es uno de los grandes del ciclismo mundial, tan peque?ito de tama?o (1,68m, 58 kilos), con tanta dinamita en las piernas, con tanta fuerza en la cabeza, tan bien amueblada. Hasta hace nada, sin embargo, el ¨²nico que no se sorprend¨ªa de sus ¨¦xitos era el propio Higuita, quien hace nada, menos de un a?o, a¨²n corr¨ªa en la Fundaci¨®n Euskadi, donde debi¨® demostrar su calidad durante cuatro meses antes de que en mayo pasado lo contratara el EF, el equipo del WorldTour que, gracias a la contrarreloj inicial, cop¨® el podio final con Higuita, Mart¨ªnez y el ecuatoriano Caicedo.

¡°S¨ª que ten¨ªa en mente querer lograr lo que he logrado hasta ahora¡±, dec¨ªa Higuita hace cuatro d¨ªas. ¡°Desde que era juvenil o prejuvenil y hac¨ªa tantos esfuerzos, yo me sentaba a analizar y me preguntaba ¡®cu¨¢ndo ser¨¢ que va a llegar la recompensa¡¯, porque a veces no ve¨ªa muy claro lo que hac¨ªa porque me esforzaba mucho. Ahora s¨¦ que la recompensa ha llegado. Son tiempos de seguir progresando, de no perder la ambici¨®n, porque soy joven y apenas estoy comenzando a construir mi historia¡±.

El Tour Colombia, tan reciente, completa su tercer a?o un palmar¨¦s, Egan Superman, Higuita, que envidian otras carreras de m¨¢s tradici¨®n y prestigio.

El ciclismo mundial se congratula, la fantas¨ªa al poder, la juventud. La primera exaltaci¨®n de un casi ni?o de 22 a?os que, tras la victoria en El Verj¨®n de su compa?ero de equipo Daniel Mart¨ªnez, se proclama el mejor de la general de una carrera en la que un d¨ªa, en la m¨¢gica llegada de Santa Rosa de Viterbo, derrot¨® a tres de los mejores ciclistas del mundo lanzados a muerte a por ¨¦l: el franc¨¦s Alaphilippe, intocable en ese tipo de etapas en el Tour en llegadas duras, de repechos; el ecuatoriano Richard Carapaz, ganador del Giro y poseedor de un punch de gran boxeador, y el gran Egan, ganador del Tour.

Y es Egan, precisamente, el joven de 23 a?os ya consagrado, quien, ayudado por Carapaz, combate hasta el final contra todo el intocable EF, feliz y c¨®modo a su rueda toda la tendida ascensi¨®n desde las calles de Bogot¨¢. El campe¨®n del Tour, de Zipaquir¨¢, de donde sali¨® la etapa, muestra as¨ª su compromiso, su sentido del deber ante una afici¨®n tremenda, que todo lo invade, que todo lo festeja, que se agita en las cunetas. ¡°Vine al Tour Colombia y la quer¨ªa hacer tranquilo, pero, juepucha, hay mucha gente que viene ac¨¢ a verme correr¡±, dice Egan, que, pese a todo, termina tercero en la etapa y cuarto en la general. ¡°Siento esa responsabilidad de ser campe¨®n del Tour, y trato de hacerlo lo mejor posible. Eso es bueno para m¨ª y tambi¨¦n es bueno para ellos¡±.

Y buena para todos tambi¨¦n es la irrupci¨®n de Higuita en un panorama mundial que cada vez es m¨¢s colombiano y que hace quedar vieja, obligatorias nuevas estrofas, la canci¨®n de Carlos Vives que ensalzaba a todos, salvo a Superman, desde los or¨ªgenes del ciclismo colombiano hasta la generaci¨®n de Nairo y Rigo. Ya tendr¨¢ que a?adir a Egan, a Dani Mart¨ªnez, a Gaviria, a Molano, y a Higuita.

¡°Para m¨ª fue una bendici¨®n Postob¨®n¡±, dice la nueva joya hablando de sus or¨ªgenes en el profesionalismo jovenc¨ªsimo, a los 18 a?os, de la mano de Luis Fernando Saldarriaga en una estructura que ya desapareci¨® y cuyo hueco sigue hueco, y a los 16, 17, los j¨®venes viajan a Europa alimentados de ilusiones, solos. ¡°Fue un equipo que me llev¨®, que me abri¨® las puertas, aprend¨ª tres a?os, y con la disciplina de un equipo que sab¨ªa lo que iba a hacer, ?no? Te rega?aban por lo que hac¨ªas mal y eso es muy importante¡±.

Su pasado todos lo conocen: el ni?o so?ador que estudia, que se entrena, que ayuda en el trabajo a su padre, Leonardo, cerrajero que inventa un artilugio para transportarles a ¨¦l y a su bicicleta en su peque?a moto; que a los 11 a?os promete a su madre, Marlene, que alg¨²n d¨ªa llegar¨¢ en bicicleta al Par¨ªs verdadero, al de Francia, no al Par¨ªs vecino, el barrio a los pies de su Comuna de combos y fronteras invisibles; que a los 15 a?os ya est¨¢ con su novia de toda la vida, Laura. ¡°Desde muy peque?o he amado el ciclismo, sigo siendo el mismo ni?o que comenz¨® en ciclismo, que no dorm¨ªa antes de las carreras de la emoci¨®n, de las ansias, y lo mismo siento ahora¡±, dice. ¡°S¨¦ que esa sensaci¨®n viene de amar al ciclismo, que si fuera solo un trabajo no tendr¨ªa tanta emoci¨®n por competir, por disfrutar, por estar en lo que siempre quer¨ªa cuando era peque?o y ve¨ªa videos en Internet del Tour, de la Vuelta, yo dec¨ªa uff, eso es un sue?o. Y a pesar de que yo sea ahora uno de ellos, sigo teniendo la emoci¨®n de correr al lado de los grandes. Todav¨ªa siento mucha felicidad, amor y pasi¨®n¡±.

Sus cualidades las describe: ¡°Siempre he sido un ciclista de mucho coraje. Hay ciclistas que son muy buenos por naturaleza. Su cuerpo ha sido dise?ado para la bicicleta. Pero yo soy un ciclista de esfuerzos, de coraj¨ªa, de entrenar bien, de cuidarme, de perseverar¡±.

Su futuro lo proclama, y lo sabe largo: ¡°Tengo en mente ser un corredor de cl¨¢sicas duras. Quisiera ganarme la Flecha Valona y el Lombard¨ªa, alg¨²n d¨ªa. Y tambi¨¦n hacer podio en una grande. Ganar una grande, Tour o Vuelta, es muy dif¨ªcil, pero yo creo que tengo la posibilidad de hacerlo. Me he visto que tengo las capacidades. No quiero afanarme en conseguir grandes resultados ahora sino ir paso a paso aprendiendo, mejorando a?o tras a?o, subiendo un escal¨®n, subiendo otro, y cre¨¢ndome una historia larga, que a los 35, 36 a?os, siga siendo igual de apasionado, igual de bueno, y queriendo estar montado en una bicicleta con la misma pasi¨®n de ahora¡±.

Habla y habla, y todos le miran, y dicen, am¨¦n, monster.