?F¨²tbol femenino adulto, f¨²tbol femenino emancipado?
Si los poderes p¨²blicos se creen el f¨²tbol femenino y no es un accesorio cosm¨¦tico de un negocio de hombres, que nos concedan la calificaci¨®n de competici¨®n profesional
M¨¢s de 15 meses han tenido que pasar para que, desde aquel 8 de noviembre de 2018 que se form¨® la mesa negociadora, la firma del hist¨®rico y primer convenio colectivo de f¨²tbol femenino sea una realidad. Una realidad de la que la casa de todos, el Congreso de los Diputados, con su presidenta a la cabeza, fue testigo junto a decenas de periodistas que no quisieron perderse un hito trascendente de las cotas de igualdad que afortunadamente estamos conquistando como pa¨ªs. Un hito ansiado por lo que se hizo esperar.
Ansiado porque en m¨¢s de un momento parec¨ªa que no llegar¨ªa nunca. Horas de interminables reuniones que, en sus recesos, ve¨ªas a periodistas echar las mismas horas que los propios intervinientes, corroborando el inter¨¦s social y que ten¨ªan tantas ganas como las propias partes de que el acuerdo se alcanzara, informando puntualmente de todo. Pero a¨²n con todas las dificultades, el convenio est¨¢ aqu¨ª. Un convenio que se hizo esperar porque est¨¢ hecho desde la responsabilidad. Una responsabilidad que garantiza el cumplimiento de las obligaciones por parte de los clubes y tambi¨¦n por parte de las jugadoras.
Desde esta parte, la Asociaci¨®n de Clubes del F¨²tbol Femenino (ACFF), nunca hemos querido correr. Siempre hemos querido dar pasos firmes y construir el f¨²tbol femenino con piedras s¨®lidas que aguanten con firmeza las siguientes a colocar. Pero, sin ning¨²n lugar a dudas, esta piedra es muy importante. Lo suficiente para plantearse un antes y un despu¨¦s en este camino. Un camino que irremediablemente ha tenido que ir de la mano del masculino y que hoy ya nos permite pensar en si ahora, con la mayor¨ªa de edad alcanzada, puede plantearse la emancipaci¨®n.
Como presidente de la patronal de este convenio, ve¨ªa a mis compa?eras y compa?eros presidentes emocionados. Tanto que era dif¨ªcil saber qui¨¦nes eran del sindicato y qui¨¦nes de nosotros. Y es que el f¨²tbol femenino es uno de esos milagros que sale bien pese a tantas dificultades. Con aliados como Iberdrola y Mediapro hemos experimentado un crecimiento exponencial, basado en la implicaci¨®n, el trabajo desinteresado y pasional de muchas personas y clubes, y desde luego en el talento extraordinario de las jugadoras que poniendo a su disposici¨®n los medios adecuados, respondieron como no pod¨ªa ser de otra manera. Incluso sobrevivimos a la trampa de nuestro propio ¨¦xito, despertando intereses nunca antes conocidos.
Poderes p¨²blicos lo han celebrado e impulsado. ?Fant¨¢stico! El Gobierno ha apoyado este proceso con determinaci¨®n, en el Congreso todos los grupos parlamentarios, con sus m¨¢s altas representaciones, nos quisieron respaldar. Gracias. Gracias de coraz¨®n. El f¨²tbol femenino espa?ol es el primero en Europa en contar con su propio convenio colectivo, la incuestionable profesionalidad de nuestras jugadoras, que hasta ahora regulaba el Estatuto de los Trabajadores, se acompa?a del reconocimiento legal con su Convenio Colectivo.
Este camino, sin embargo, en mi opini¨®n, es incompleto, y la fuerza ic¨®nica del momento puede volverse contra el significado que se le ha querido dar. Es el momento en que esos poderes p¨²blicos deben decidir si esta mayor¨ªa de edad alcanzada se quedar¨¢ en un gesto y una foto, pero al final el f¨²tbol femenino seguir¨¢ como hasta ahora, o si de verdad queremos lanzar el mensaje de que esta actividad femenina puede andar por s¨ª misma y definitivamente puede emanciparse. Yo creo que s¨ª.
Si de verdad nos creemos que esta actividad femenina lo vale por s¨ª misma, y no es un accesorio cosm¨¦tico y blanqueador de un negocio de hombres, por favor, por esas jugadoras, por esos clubes, por tanta gente que nos estamos dejando la vida en esta ilusi¨®n y esta pasi¨®n, no se queden en la foto, y esos grupos parlamentarios que nos felicitaban y enviaban mensajes de coraje y determinaci¨®n, conc¨¦danos la calificaci¨®n de competici¨®n profesional, para que el f¨²tbol femenino sea de verdad aut¨®nomo, y pueda decidir su propio futuro.
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