Januzaj pone a la Real en ¨®rbita
El Valladolid se despista en un saque de banda y permite que los donostiarras le saquen jugo a su pegada
Una Real de derechas, o que eligi¨® la derecha para conducir su f¨²tbol, tuvo dificultades para superar al Valladolid. Lo hizo en un despiste, pero le sirve para seguir avanzando en la Liga. El equipo realista, con 43 puntos y un partido todav¨ªa por jugar, se planta en la zona noble del campeonato. All¨¢ donde se pisa moqueta y se brinda con champ¨¢n pensando en la Champions, aunque el equipo de Imanol busca n¨²meros dobles con la Copa del Rey en la mira telesc¨®pica.
No encontr¨® su lugar la Real Sociedad en una primera mitad en la que el Valladolid, que en teor¨ªa planteaba un partido valiente, con tres delanteros, desactiv¨® todas las opciones donostiarras, que bascularon siempre por la banda derecha. All¨ª permanec¨ªa activo Januzaj, que despu¨¦s de muchos meses en el ba¨²l de los suplentes, por un evidente descenso en sus prestaciones, ha dado un pasito adelante y lider¨®, como en las ¨²ltimas jornadas, las avanzadillas de su equipo. El futbolista belga regresa a sus or¨ªgenes. Ha abandonado su estado gaseoso y es otra vez un s¨®lido delantero.
Con sus movimientos, pegado a la cal y abriendo espacios a sus colegas, enseguida pareci¨® que quienes jugaban por aquella banda le iban a dar una mala noche a Ra¨²l Carnero, desbordado en oleadas consecutivas, sin demasiadas ayudas, ya que el planteamiento de Sergio desguarnec¨ªa los costados, hasta que la furia txuriurdin se apacigu¨®.
Se desconectaron entonces los atacantes donostiarras durante muchos minutos. Despleg¨® con m¨¢s sentido el Valladolid a sus futbolistas y encontraron dificultades los de casa para buscar los espacios. En el equipo visitante despuntaba Sandro, que la temporada anterior no tuvo suerte en Anoeta vistiendo de blanquiazul, pero que nunca desfallece. Desaparecido Isak, con un Odegaard gris, como Oyarzabal, se encomendaba la Real a la habilidad de Adnad Januzaj, pero no le daba con eso para asustar a Masip, que apenas intervino en los primeros 45 minutos, en los que pareci¨® que sobraban las porter¨ªas.
Pero el equipo de Imanol tiene mucha pegada, dinamita para regalar en cuanto encuentra un espacio para mover el bal¨®n. Andaba el t¨¦cnico guipuzcoano dudando con los cambios, deshojando la margarita con Willian Jos¨¦ y Barrenetxea en la banda, que si salen, que si no, y el cuarto ¨¢rbitro con la tablilla electr¨®nica a cuestas, cuando una pelota cay¨® casi a sus pies en un fuera de banda. El Valladolid discuti¨® la autor¨ªa de la infracci¨®n. Se despist¨® ligeramente en la disputa; la Real sac¨® r¨¢pido, para Oyarzabal, que remont¨® la l¨ªnea de fondo con el equipo visitante en otras cosas, y su centro lo remat¨® en el primer palo Januzaj, el m¨¢s activo. Otra vez fue por la derecha.
Luego, el equipo pucelano dej¨® m¨¢s espacios y los donostiarras tuvieron m¨¢s presencia en el ¨¢rea visitante, pero sus delanteros no andaban inspirados. Con el gol del minuto 59 les vali¨® para ganar. Se pone en ¨®rbita la Real, aunque lo intentara Sandro en el ¨²ltimo instante para empatar. Hubiera sido una cuesti¨®n de justicia po¨¦tica, desde su prisma, claro, marcarle a su anterior equipo en los segundos finales, o una maldici¨®n, visto desde el lado donostiarra. Pero no hubo discusi¨®n, porque apareci¨® el cuerpo de Remiro y desactiv¨® el debate.
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