D¨²bov triunfa con garra, en la ¡®muerte s¨²bita¡¯
El ruso, de 24 a?os, gana el torneo en la 3? manga de la final contra Nakamura tras perder la 1?
Danil D¨²bov, de 24 a?os, Sab¨ªa que no era el favorito frente al estadounidense Hikaru Nakamura, de 32. Pero mantuvo la ilusi¨®n, a pesar de su derrota del lunes en la 1? manga de la final, y hoy ha dado el zarpazo ganador en la muerte s¨²bita de la 3? para llevarse los 45.000 d¨®lares (40.000 euros) del primer premio del torneo r¨¢pido Lindores Abbey, 2? del circuito Magnus Carlsen Tour.
¡°Creo que se ha hecho justicia. Nunca entender¨¦ por qu¨¦ Hikaru, durante su duelo con Magnus [a quien elimin¨® en semifinales], dijo que el vencedor de ese duelo era el claro favorito para la final. Eso era verdad, pero no ten¨ªa por qu¨¦ decirlo. Y es una idea que no se me ha ido de la cabeza durante toda la final¡±. El ruso confes¨® as¨ª sus m¨¢s ¨ªntimos sentimientos unos minutos despu¨¦s, durante una entrevista en directo con los comentaristas de Chess24, el club virtual organizador.
Las razonables probabilidades de D¨²bov para ganar el torneo, ganadas muy merecidamente con su brillante juego, decayeron mucho en pocos minutos. Por razones que solo ¨¦l puede explicar, D¨²bov, con blancas, se meti¨® en una batalla te¨®rica para la que no ten¨ªa armamento alguno. En la jugada 13 de una conocida variante de la Apertura Inglesa, Nakamura recurri¨® a un sacrificio de pe¨®n a cambio de actividad que el armenio Pashiki¨¢n ya le hab¨ªa jugado a D¨²bov en el torneo de Minsk de 2017. Cuando un jugador de ¨¦lite hace eso, hay que dar por seguro que lo ha preparado minuciosamente en el laboratorio casero. Pero no esta vez, porque D¨²bov no logr¨® ventaja alguna, y ¨¦l mismo forz¨® el empate en solo 25 movimientos.
D¨²bov no ten¨ªa un d¨ªa fino, y pronto qued¨® confirmado: en la 10? jugada de la segunda partida rechaz¨® cambiar las damas, para ofrecer ¨¦l mismo dicho cambio seis movimientos m¨¢s tarde, tras cometer un error entre ambos momentos. Pero hete aqu¨ª que Nakamura tampoco era esa m¨¢quina temible en el aprovechamiento de ventajas, como hab¨ªa hecho creer en jornadas anteriores. El estadounidense malgast¨® varias oportunidades de poner al ruso contra las cuerdas y, de pronto, hubo un vuelco tremendo: D¨²bov se encontr¨® con una posici¨®n estrat¨¦gicamente ganadora, y esta vez no fall¨®.
El joven ruso se vio as¨ª ante una gran oportunidad de romper los pron¨®sticos: ten¨ªa las blancas para dar el golpe definitivo. Por su parte, Nakamura necesitaba arriesgar con negras. Y bastaron unos pocos lances para que el tercer asalto se convirtiera en un combate sin escudos. D¨²bov sacrific¨® un pe¨®n por la iniciativa, Nakamura se lo devolvi¨®, D¨²bov no acept¨® el regalo y sigui¨® desplegando piezas.
Pronto qued¨® confirmado que ambos estaban pasados de revoluciones. D¨²bov dispon¨ªa de una jugada muy natural, en la 17, que le daba una posici¨®n c¨®moda; en lugar de ello, se lio la manta a la cabeza para quedar algo peor. Pero su rival tampoco fue preciso, y los siguientes movimientos fueron una devoluci¨®n de favores alternos hasta que D¨²bov cometi¨® un error demasiado grave, que su adversario no pod¨ªa pasar por alto. De pronto, Nakamura ten¨ªa m¨¢s de tres minutos de ventaja en una posici¨®n ganadora y, por fin, fue implacable. La partida no merece un premio por su calidad, pero Nakamura s¨ª, por ser capaz de ganarla media hora despu¨¦s de perder la anterior de manera muy dolorosa.
Quien estaba ahora en una posici¨®n psicol¨®gicamente poco envidiable era D¨²bov: piezas negras y moral baja; pero arregl¨® el problema de cuajo, colocando una sibilina receta de laboratorio con la que sali¨® c¨®modamente de la apertura. La posici¨®n resultante tras el cambio de damas ol¨ªa a empate, que se firm¨® en la jugada 39.
El primer premio se iba a decidir, pues, en la muerte s¨²bita o Armaged¨®n (cinco minutos para las blancas, obligadas a ganar, y cuatro para las negras). Y, como ya es costumbre, Nakamura eligi¨® las negras. Al poco de empezar, en el 9? lance, ocurri¨® algo que solo se puede entender porque los nervios estaban disparados: el estadounidense, muy experimentado jugador de partidas r¨¢pidas y de p¨®quer, hizo algo sacr¨ªlego: abrir el centro con su rey sin enrocar. D¨²bov caz¨® la presa al vuelo y la mat¨® con la rapidez y precisi¨®n de un leopardo.
Tras la victoria de Magnus Carlsen en el primer torneo (Magnus Carlsen Invitational) del circuito que lleva su nombre (Magnus Carlsen Chess Tour), y la de D¨²bov en el segundo, el siguiente ser¨¢ el Online Chess Masters (20 de junio al 5 de julio). Luego vendr¨¢ el Leyendas del Ajedrez (21 de julio al 5 de agosto). Y todo culminar¨¢ con la Gran Final del circuito, del 9 al 20 de agosto.
Pero antes de todo eso, a partir del pr¨®ximo s¨¢bado y hasta el d¨ªa 14, se disputar¨¢ el curioso Ajedrez Termostato (tambi¨¦n en la modalidad r¨¢pida), un nuevo formato organizador por el Club de San Luis (EEUU) en el que las ¨²ltimas partidas de cada duelo punt¨²an m¨¢s que las anteriores. Y la n¨®mina ser¨¢ de gran gala: Carlsen, Nakamura, Aroni¨¢n, Grischuk, Vachier-Lagrave y Leinier Dom¨ªnguez.
La conclusi¨®n deportiva principal de la proliferaci¨®n de torneos r¨¢pidos por internet durante la pandemia es que Nakamura est¨¢ mucho m¨¢s cerca de Carlsen en las modalidades r¨¢pidas que cualquier otro en las lentas. Pero la gran pregunta es si D¨²bov ser¨¢ capaz de firmar otro resultado tan bueno como este triunfo y el 2? puesto del torneo rel¨¢mpago Memorial Steinitz, a mediados de mayo. Y, dado que Carlsen no concibe otro puesto en cualquier tipo de competici¨®n que no sea el primero, su regreso a la arena, este s¨¢bado, merece un seguimiento minucioso.
Por desgracia, D¨²bov no jugar¨¢ ese torneo, lo que hubiera sido apasionante, tras sus declaraciones de hoy: ¡°Si me das a elegir entre este primer premio o ganar a Magnus en un duelo, elijo lo segundo¡±.
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