Leinier Dom¨ªnguez noquea en la 'muerte s¨²bita' a Maghsoodloo y jugar¨¢ la final con Jaime Santos
El estadounidense sufre mucho para imponer su exquisita t¨¦cnica a los recursos del gladiador iran¨ª
Jaime Santos dijo el viernes que su rival preferido en la final era Leinier Dom¨ªnguez ¡°porque es un jugador de primera fila mundial¡±. El leon¨¦s, de 24 a?os, tendr¨¢ este domingo lo que desea porque el estadounidense de origen cubano, de 36, 6? del mundo en partidas r¨¢pidas, impuso su gran clase en la 2? semifinal frente al iran¨ª Parham Maghsoodloo, de 19, campe¨®n del mundo sub 20 en 2018 y vencedor en 2019 del Magistral Ciudad de Le¨®n, un torneo r¨¢pido cuya edici¨®n 33 se juega este a?o por internet, en Chess.com. Pero con muchos apuros (3,5-3,5): se clasific¨® por hacer tablas con negras en la muerte s¨²bita-
Dom¨ªnguez, el mejor ajedrecista del mundo de habla hispana, reconoci¨® su error en el planteamiento psicol¨®gico: ¡°Cuando ganas por 2-0, lo ideal es jugar olvid¨¢ndote de que solo necesitas hacer tablas; pero no fui capaz, y eso me provoc¨® todas las complicaciones posteriores. Adem¨¢s, me falt¨® confianza en los apuros de tiempo extremos, por el manejo del rat¨®n y todo eso¡±.
El duelo promet¨ªa mucho porque enfrentaba a dos personalidades y estilos bien distintos. Leinier (en el mundo del ajedrez se le cita mucho m¨¢s por su nombre que por su apellido) es el producto m¨¢s brillante de la escuela cubana, que fue (y sigue siendo) una adaptaci¨®n latino-caribe?a de la sovi¨¦tica, con un cuidadoso proceso de detecci¨®n y cuidado de talentos desde la infancia hasta la ¨¦poca universitaria. Ahora juega con la bandera de EEUU, adonde traslad¨® su residencia, tras cumplir los dos a?os de par¨¦ntesis que exige la Federaci¨®n Internacional (FIDE) desde su ¨²ltimo torneo como cubano. Su estilo es limpio, de t¨¦cnica muy refinada y profundos conocimientos te¨®ricos.
Maghsoodloo es el segundo producto m¨¢s brillante, tras Alireza Firouzja, del muy meritorio trabajo realizado por la Federaci¨®n Iran¨ª de Ajedrez desde los a?os noventa. El ajedrez fue prohibido tras la Revoluci¨®n de 1979 por el im¨¢n Jomeini, quien, sin embargo, rectific¨® y lo autoriz¨® poco antes de morir, en 1989. Firouzja desert¨® de su pa¨ªs -se fue a vivir a Francia y juega con la bandera de la FIDE- el pasado diciembre, harto de que lo obligaran a dejarse ganar frente a rivales israel¨ªes. Su estilo es complejo: se siente bien peleando en el barro.
Por desgracia para el joven persa, Leinier lo enganch¨® con negras en la apertura del primer asalto, impidi¨¦ndole que lograse compensaci¨®n suficiente por el pe¨®n que entreg¨® nada m¨¢s empezar. Maghsoodloo patale¨® con asombrosa tenacidad hasta el movimiento 72, aunque nunca dej¨® de estar perdido.
Remontar un duelo que empieza tan mal frente a Leinier es muy dif¨ªcil para cualquiera. Adem¨¢s, Maghsoodloo no eligi¨® la mejor manera de intentarlo. Su posici¨®n con negras era correcta en el segundo asalto desde que instal¨® un caballo bloqueador que hubiera merecido un gran aplauso hace cien a?os de Aaron Nimz¨®vich, el gran te¨®rico del ajedrez que m¨¢s investig¨® ese concepto. Pero Leinier maniobr¨® con habilidad suma para que el iran¨ª debiera elegir entre dos males: poner ese purasangre en situaci¨®n pasiva para mantener un pe¨®n vivo, o dejar morir a este y permitir que se rompiera el bloqueo. Prefiri¨® lo segundo porque ten¨ªa que arriesgar, qued¨® en posici¨®n inferior, y el cubano-estadounidense volvi¨® a ser implacable en la explotaci¨®n de la ventaja.
Obligado a ganar las dos partidas siguientes para forzar el desempate rel¨¢mpago, Maghsoodloo justific¨® su fama de gladiador y se lanz¨® al ataque con blancas en la tercera. Durante un buen rato parec¨ªa que Leinier no iba a enredarse, e incluso que iba a ganar otra vez, pero el persa logr¨® liarlo, su rival se apur¨® de tiempo y, tras varios altibajos donde los tres resultados eran posibles, Maghsoodloo se impuso y mantuvo viva la llama de la esperanza.
El asi¨¢tico jug¨® bien su ¨²ltima baza en la cuarta partida: eligi¨® una defensa de riesgo, la Holandesa, e invit¨® a su adversario a bajar al barro. Leinier no quiso, pero se apur¨® mucho de tiempo y lleg¨® a una posici¨®n algo inferior con siete minutos menos en el reloj. Pero, incluso para un pendenciero como Maghsoodloo, la situaci¨®n requer¨ªa ser preciso para aprovechar los recursos de las negras, el iran¨ª no lo fue, se comi¨® casi toda la ventaja en el reloj, y todo indicaba entonces que Leinier no iba a perder. Sin embargo, Maghsoodloo sigui¨® exprimiendo sus recursos con pericia, y Leinier no supo cambiar el chip y jugar al toque cuando le quedaban menos de diez segundos, y perdi¨® por tiempo.
El duelo entr¨® as¨ª en el barro, por m¨¢s que ello incomodara a Leinier, con la moral baja y con una superioridad te¨®rica sobre el iran¨ª mucho menor en las partidas rel¨¢mpago (cinco minutos m¨¢s tres segundos por jugada) que en las r¨¢pidas (veinte m¨¢s diez). Y los presagios se cumplieron: el americano jug¨® bien hasta que tuvo menos de medio minuto en el reloj, y entonces omiti¨® un golpe t¨¢ctico mortal.
Su situaci¨®n psicol¨®gica era nefasta despu¨¦s de tres derrotas consecutivas. Pero Leinier mantuvo la serenidad de forma asombrosa en la segunda partida rel¨¢mpago, prefiri¨® siempre la presi¨®n estrat¨¦gica al ataque directo a pesar de su necesidad imperiosa de ganar y logr¨® ventaja decisiva. Adem¨¢s, esta vez supo gestionar la enorme presi¨®n del reloj, y gan¨®.
En la muerte s¨²bita (seis minutos de las blancas, obligadas a ganar, y cinco de las negras), el estadounidense ten¨ªa que hacer tablas con negras. El iran¨ª huy¨® de los caminos trillados en la apertura y opt¨® por una l¨ªnea rara que ya hab¨ªa empleado contra el ruso Alexeyenko en el Mundial de r¨¢pidas de San Petersburgo de 2018, siempre con el objetivo fijo de crear barro.
Pero Leinier hab¨ªa superado el bache, con la confianza en s¨ª mismo recuperada. Ello le permiti¨® realizar una pulcra faena de ali?o t¨¦cnico que le llev¨® a una posici¨®n de claro empate. El iran¨ª se revolvi¨® cuanto pudo hasta que solo dispuso de tres segundos, y ofreci¨® tablas. Dom¨ªnguez cumpli¨® as¨ª el pron¨®stico, pero Maghsoodloo demostr¨® por qu¨¦ hab¨ªa triunfado hace un a?o en Le¨®n.
Leinier vislumbr¨® as¨ª la final: "Nunca he jugado con Jaime, pero tengo claro que es un rival muy duro, como demostr¨® ayer frente a alguien tan fuerte como Sh¨ªrov. Seguro que ser¨¢ un duelo muy duro".
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