El desplome del Getafe de Bordal¨¢s

La eliminaci¨®n copera ante el C¨®rdoba (Segunda B) no ha hecho sino agudizar la crisis de un Getafe que pasar¨¢ a la historia del futbol espa?ol como la v¨ªctima por excelencia de la covid-19. El equipo de Bordal¨¢s se confin¨® siendo quinto en puestos de Europa League y con aspiraciones de clasificarse para la Champions y hoy en d¨ªa es d¨¦cimosexto solo un punto por encima de las plazas de descenso. En los 30 partidos que ha disputado desde el 12 de junio solo ha ganado seis, un 20%, por 14 derrotas y 10 empates.

La temporada pasada, de los 11 encuentros de Liga disputados tras la vuelta a la actividad solo gan¨® uno, con cinco empates y cinco derrotas. En el nuevo curso acumula cuatro triunfos, cinco empates y siete derrotas y comparte con el C¨¢diz el liderato de los equipos menos realizadores con 12 goles en los 16 partidos disputados por ellos. Desgraciadamente para el Getafe, si las estad¨ªsticas son irrefutables, las sensaciones futbol¨ªsticas caminan paralelas.

El equipo ha perdido su alma. Ya ni siquiera alcanza el que era su primer objetivo: anular las virtudes del contrario, no dejarle desarrollar su juego con faltas e interrupciones, para a partir de ah¨ª imponer sus propias se?as de identidad. Ya no es, tampoco, el conjunto que presionaba arriba, recuperaba en campo contrario y con la defensa alta achicaba espacios para mostrar una brutal fortaleza defensiva que le convirti¨® en los ¨²ltimos a?os en uno de los bloques menos goleados de la Liga.

Existe una teor¨ªa futbol¨ªstica que defiende que los ciclos con un mismo t¨¦cnico y una misma plantilla no duran m¨¢s all¨¢ de tres o cuatro a?os. En este caso del Getafe de Bordal¨¢s se extendi¨® hasta los tres y medio, justo hasta el pand¨¦mico par¨®n. Al t¨¦rmino de la cuarta temporada, posiblemente por la situaci¨®n econ¨®mica, no se produjo ni el cambio de t¨¦cnico, ni una m¨ªnima renovaci¨®n en la n¨®mina de jugadores y los ¨²ltimos resultados dan la raz¨®n a esa ley de los ciclos no escrita.

El Getafe del a?o pasado por estas fechas agotaba a los contrarios e incluso a los sedentarios aficionados que observaban su portentoso derroche f¨ªsico. Ahora es el propio equipo el que muestra esas muestras de fatiga y debilidad tanto mentales como f¨ªsicas. Poco ha cambiado en estos 12 meses. La plantilla es m¨¢s o menos la misma ¡ªse fue Jorge Molina y llegaron Unal, que no ha marcado ni un gol, y Cucho (dos)¡ª y los conceptos del juego se mantienen r¨ªgidos dentro del patr¨®n del 4-4-2. La diferencia es que los jugadores ya no son capaces de llevar a la pr¨¢ctica las exigencias del entrenador y ¨¦ste no ha sido capaz de darle una vuelta de tuerca a la terquedad t¨¢ctica que le dio tan buenos resultados.

Agotado el m¨²sculo, el club busca ahora, sobre la marcha, soluciones en el talento. La segura llegada de Ale?¨¢ como cedido por el Barcelona y la m¨¢s que probable de Kubo anuncian un cambio de conceptos, aunque sea parcial. Las caracter¨ªsticas intr¨ªnsecas de estos dos jugadores invitan a mezclar el f¨ªsico con la t¨¦cnica, lo que influir¨¢ en la disposici¨®n t¨¢ctica. El azulgrana est¨¢ llamado a poner toque y pausa entre Arambarri y Maksimovic. El madridista, a punto de llegar tras medio curso cedido en el Villarreal, puede acoplarse a la derecha y a la posici¨®n de segundo delantero, pero no parece llegar para correr detr¨¢s del lateral de turno. Su presencia apunta a un salto del 4-4-2 a un 4-3-3 en sus m¨²ltiples variantes (4-1-4-1 o 4-5-1). Ocupaci¨®n de los espacios que, por otra parte, ya ha utilizado Bordal¨¢s cuando se ha enfrentado a rivales de un te¨®rico mayor potencial.

Burocracia a tres bandas a la espera de Kubo

El Getafe visita el domingo al Elche (18.30) y para ese encuentro espera contar con Ale?¨¤, que suma dos entrenamientos con su nuevo equipo tras su salida del Bar?a como cedido. El club madrile?o aguarda tambi¨¦n la llegada de Kubo si se cierra el acuerdo a tres bandas con el Madrid, propietario del jugador, y el Villarreal, donde ha jugado cedido desde el verano. ¡°Son tr¨¢mites burocr¨¢ticos. El chico quiere venir. Se lo hemos pedido al Madrid. Creo que problema, ninguno¡±, explic¨® ayer ?ngel Torres, presidente del Getafe.