El orgullo de Nepal, un trabajo en equipo
Con la primera cima invernal en el K2, alcanzada por 10 nepal¨ªes, el pa¨ªs abandona el injusto rol de comparsas
Acostumbrados a trabajar para otros, a figurar siempre un pelda?o por debajo de las conquistas occidentales, a ser incluso carne de ca?¨®n en las laderas de las monta?as m¨¢s elevadas del planeta, los himalayistas nepal¨ªes no parecen concebir el monta?ismo m¨¢s all¨¢ del trabajo en equipo. Se tienen los unos a los otros y basta. Los que sobrevivieron a la ¨¦poca dorada de las conquistas de los 14 ochomiles y los que se juegan ahora el tipo para mantener en pie sus empresas y aprovechar el ingente turismo de monta?a en Nepal, saben que solo el trabajo codo con codo les concede un margen estrecho de supervivencia. Fruto de esta forma de contemplar las cimas (como fuente obvia de ingresos, pero tambi¨¦n y desde hace muy poco tiempo, como reto deportivo), 10 nepal¨ªes, nueve de ellos de la etnia sherpa, liquidaron como si se tratase de un asunto menor la primera ascensi¨®n invernal del K2, la segunda monta?a m¨¢s elevada del planeta y la segunda m¨¢s mort¨ªfera tras el Annapurna. All¨ª donde los mejores especialistas del himalayismo invernal, polacos, rusos y dem¨¢s, se estrellaron sin paliativos, 10 nombres propios alcanzaron en pelot¨®n (aseguran que se esperaron los unos a los otros 10 metros por debajo de la cima para alcanzarla unidos) el punto culminante del K2. Sus nombres y apellidos son estos, y originalmente pertenec¨ªan a tres expediciones diferentes que, finalmente, escogieron jugar en equipo: Nirmal Purja, Geljen Sherpa, Mingma David Sherpa, Mingma Tenzing Sherpa, Pem Chiri Sherpa, Dawa Tempba Sherpa (estos de la expedici¨®n liderada por el primero), Mingma Gyalje Sherpa, Dawa Tenzing Sherpa, Kili Pemba Sherpa de la expedici¨®n de Mingma G) y Sona Sherpa (de Seven Summits).
No parece ya casualidad, a estas alturas, que Nirmal Purja (exmilitar y el ¨²nico que no es sherpa) figure en el epicentro de esta gesta. Purja sorprendi¨® a la comunidad de himalayistas al escalar los 14 ochomiles en el rid¨ªculo intervalo de seis meses y seis d¨ªas. Su relaci¨®n con los ochomiles es tan sencilla, en apariencia, como la de una apisonadora sobre el asfalto. En un principio, Purja anunci¨® sus intenciones de acometer el K2 invernal sin ayuda de ox¨ªgeno artificial, intenci¨®n sorprendente teniendo en cuenta que en su sprint por los 14 us¨® ox¨ªgeno embotellado a menudo y no pareci¨® molesto tras las cr¨ªticas emitidas por los puristas respecto a su desprecio hacia las consideraciones ¨¦ticas de la monta?a. Mientras unos le afeaban la conducta por viajar en helic¨®ptero de una monta?a a otra, tirar de cuerdas fijas kilom¨¦tricas o usar ox¨ªgeno en botella incluso donde nadie lo usa, Purja tachaba reto tras reto.
Uso de ox¨ªgeno artificial
Para medir la importancia verdadera de esta cima invernal en el K2 falta a¨²n conocer los detalles de la ascensi¨®n, como el uso o no de ox¨ªgeno embotellado. D¨ªas atr¨¢s, Denis Urubko, el hombre que desde 2003 ostentaba el r¨¦cord de altura en el K2 en invierno (7.750 metros), se apresur¨® en se?alar como ¡°un asunto flagrante de dopaje el uso de ox¨ªgeno artificial para conquistar el K2 en invierno¡±. El fr¨ªo extremo es, obviamente, una de las barreras que parec¨ªan insuperables a la hora de escalar dicha monta?a en esta ¨¦poca, pero el ox¨ªgeno embotellado obra el milagro de mejorar (entre otras cosas) la circulaci¨®n de la sangre y no ver c¨®mo ¨¦sta se retira de las extremidades. Con un buen flujo de ox¨ªgeno, la sensaci¨®n es la de caminar a 6.000 metros en lugar de a m¨¢s de 8.000. Los puristas que hab¨ªan asediado estos ¨²ltimos a?os la monta?a solo planteaban hacerlo sin bombonas a la espalda. Ese era el reto. No alcanzar la cima a cualquier precio.
Con todo, los 10 alpinistas nepal¨ªes merecen un gran respeto. Merecen sobre todo la primera conquista himal¨¢yica sin el paraguas occidental, firmada, adem¨¢s, en Pakist¨¢n. Queda por saber si Seven Summit se retirar¨¢ o tratar¨¢ de aprovechar las cuerdas fijas para colocar en la cima a alg¨²n cliente. Puede que el K2 sea el nuevo Everest, una fuente de ingresos que desatasque el cada vez m¨¢s estrujado techo del planeta. No cab¨ªa imaginar mayor estrategia de mercadotecnia. Ni de orgullo nacional para Nepal: puede que incluso los menos iniciados entiendan que los sherpas no son ¨²nicamente porteadores sino alpinistas, himalayistas, emprendedores¡ personas.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.