El gran l¨ªo del K2
M¨¢s de 70 monta?eros, muchos sin experiencia, asedian la segunda monta?a m¨¢s elevada del planeta, la ¨²nica de los 14 ochomiles que no ha conocido una ascensi¨®n invernal

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+Escalar las monta?as m¨¢s elevadas del planeta en pleno invierno fue una ocurrencia polaca originada en sus circunstancias: cuando el r¨¦gimen comunista relaj¨® su control y los alpinistas polacos pudieron asomarse al mundo, ya no quedaban ochomiles por conquistar, de modo que tuvieron que reinventar los retos relacionados con unas cimas fascinantes. Su carta de presentaci¨®n result¨® un ¨®rdago sin precedentes. El 17 de febrero de 1980, Krzysztof Wielicki y Leszek Cichy se colaron en la cima del Everest (8.848 m) estrenando un plan: reconquistar en invierno los 14 ochomiles.
Han pasado 40 a?os y el sue?o polaco casi acaricia su final. Solo el K2, la segunda monta?a m¨¢s elevada del planeta (8.611 m), en el l¨ªmite de Pakist¨¢n con China, no ha sido a¨²n escalada en invierno y esto pese a la insistencia polaca, pa¨ªs que acumula un total de nueve primeras invernales y una d¨¦cima compartida con Simone Moro, el italiano que rescat¨® del olvido en 2005 la pasi¨®n por el ochomilismo invernal.
El coronavirus que todo lo altera tambi¨¦n ha condicionado la marcha del himalayismo, convirtiendo el tremendo reto de tumbar el K2 en invierno en un asunto comercial. La primavera en Nepal ha resultado un desastre econ¨®mico para el pa¨ªs y para las familias de sus trabajadores de monta?a. Sin turistas ni expediciones, agencias tan poderosas como Seven Summits, fundada y dirigida por nepaleses de la etnia sherpa, se han visto en la necesidad de reinventarse ofreciendo a su clientela el sue?o y la gloria de conquistar el K2 invernal.
?Un disparate? Enseguida muchos alpinistas de pedigr¨ª, como el polaco Adam Bielecki, han mostrado su estupor ante la posibilidad de que un momento hist¨®rico quede reducido a una mera transacci¨®n comercial con m¨¢s de 25 sherpas trabajando para colar a alguno de sus clientes en la cima. Los recientes intentos polacos al K2 se llevaron a cabo sin usar ox¨ªgeno artificial para no alterar la magia y la dificultad del reto. Seven Summits usar¨¢ ox¨ªgeno embotellado. ¡°Es como ganar el Tour de Francia con una bici el¨¦ctrica. No tendr¨ªa ni ¨¦tica ni ser¨ªa honroso¡±, resumi¨® en sus redes sociales Bielecki, autor de dos primeras a ochomiles invernales: Gasherbrum I (2012) y Broad Peak (2013).
Los alpinistas de referencia critican la nula experiencia de los clientes de Seven Summits: ¡°No se imaginan todo lo que hay que saber para enfrentarse a un ochomil en invierno, los trucos que hay que conocer para no congelarse, lo duro que es. Han pagado entre 25.000 y 53.000 euros pero no van a llegar a la cima ni de casualidad¡±, asegura ?lex Txik¨®n, estos d¨ªas de camino hacia el Manaslu invernal.
En total, se estima que se han dado cita al pie de la ruta normal del K2, el espol¨®n de los Abruzzos, un total de 75 alpinistas repartidos en cuatro equipos: el de Seven Summits suma casi 60 miembros, de los cuales 28 son trabajadores sherpas de experiencia y el resto clientes con mayor o menor grado de autonom¨ªa y experiencia. Aqu¨ª figuran el espa?ol Sergi Mingote y el chileno Juan Pablo Mohr (aseguran que no son clientes sino col¨ªderes en las tareas de equipamiento de la ruta junto a los sherpas), el rumano Alex Gavan y la italiana Tamara Lunger, recordada por darse la vuelta a 70 metros de la cima del Nanga Parbat el d¨ªa de su conquista en invierno.
Alrededor de esta gran expedici¨®n se desenvuelven tres peque?os grupos: los Sapdara, Ali y Sajid Ali, padre e hijo, trabajando para el island¨¦s John Snorri; tres alpinistas sherpas de nivel (Mingma Gyalje, Dawa Tenzin y Kili Pemba) y, para cerrar el c¨ªrculo del protagonismo sherpa, figura la estrella del momento, Nirmal Purja, el hombre que escal¨® recientemente los 14 ochomiles en apenas seis meses y cuyas consideraciones ¨¦ticas son de lo m¨¢s laxas. Este ¨²ltimo viaja con cinco trabajadores y ha anunciado, contra pron¨®stico, que prescindir¨¢ de ox¨ªgeno embotellado. No ser¨¢n m¨¢s de 10 los que se enfrenten al K2 sin las preciadas bombonas. Mientras alpinistas de la talla de Simone Moro se?alan con preocupaci¨®n la falta de experiencia de muchos de los aspirantes, los diferentes equipos equipan ya los tramos inferiores de la monta?a. ¡°No s¨¦ c¨®mo van a organizarse: ni siquiera hay sitio para tanta tienda en los campos de altura¡±, se horroriza Txik¨®n.
En 1980, Andrzej Zawada, l¨ªder de la expedici¨®n polaca invernal al Everest, no alcanzaba a entender c¨®mo estaban solos en el campo base: ?no ten¨ªan imaginaci¨®n los occidentales? Su labor de liderato fue mod¨¦lica: cuando sus alpinistas se retiraron destrozados, la expedici¨®n amenazaba ruina, as¨ª que decidi¨® intentarlo sin la aclimataci¨®n necesaria. Alcanz¨® los 8.000 metros y su ejemplo devolvi¨® la moral al grupo. D¨ªas despu¨¦s, a las 14.25 de la tarde del d¨ªa 17 de febrero, la radio carraspe¨® en la tienda principal del campo base: no se entend¨ªa nada. Zawada pidi¨® a Cichy que hablase de nuevo. De pronto, se escuch¨® con gran claridad una pregunta: ?Adivin¨¢is d¨®nde estamos? Todos supieron que estaban en la cumbre, el punto m¨¢s elevado del planeta.
Cabr¨ªa esperar que cuatro d¨¦cadas despu¨¦s la conquista del K2 invernal no fuese un asunto de asedio, de kil¨®metros de cuerdas fijas, cientos de bombonas de ox¨ªgeno, gu¨ªas tratando de asegurar la vida de sus clientes, hacinamiento en los campos de altura, confusi¨®n y oportunismo comercial. El alpinismo ha avanzado tanto estos ¨²ltimos 40 a?os que imaginar un ep¨ªlogo brillante en la historia de la conquista de los ochomiles invernales no deber¨ªa ser ut¨®pico.
Las conquistas en invierno
Everest. 1980. Krzysztof Wielicki y L. Cichy (Polonia)
Manaslu. 1984. Maciej Berbeka y R. Gajewski (Polonia)
Dhaulagiri. 1985. Jerzy Kukuczka y Andrzej Czok (Polonia)
Cho Oyu. 1985. Maciej Berbeka, Maciej Pawlikowski, Zygmunt Heinrich y Jery Kukuczka (Polonia)
Kanchenjunga. 1986. Jerzy Kukuczka y Krzysztof Wielicki (Polonia)
Annapurna. 1987. Jerzy Kukuczka y Artur Hajzer (Polonia)
Lhotse. 1988. Krzysztof Wielicki (Polonia)
Shisha Pangma. 2005. Piotr Morawski (Polonia) y Simone Moro (Italia)
Makalu. 2009. Simone Moro (Italia) y Denis Urubko (Rusia)
Gasherbrum II. 2011. S. Moro (Italia), Denis Urubko (Rusia) y Cory Richards (EEUU)
Gasherbrum I. 2012. Adam Bielecki y J. Golab (Polonia)
Broad Peak. 2013. Maciej Berbeka, Adam Bielecki, Artur Malek, T. Kowalski (Polonia)
Nanga Parbat. 2016. Alex Txik¨®n (Espa?a), S. Moro (Italia) y A. Sadpara (Pakist¨¢n)
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