Cristian Romero se come al Milan
El joven central argentino del Atalanta anula a Ibrahimovic, marca el primer gol y asiste en el segundo durante la abrumadora victoria del equipo de Gasperini sobre el l¨ªder de la Serie A
Cristian Romero se comi¨® al Milan. Sobre la marcha, ya puesto, tambi¨¦n se fagocit¨® a Zlatan Ibrahimovic. Qu¨¦ remedio. El sueco, a sus 39 a?os, oficia de fact¨®tum rossonero, destino predecible de todos los balones del l¨ªder de la Serie A, doblegado en San Siro por el m¨¢s colectivista de sus grandes rivales. El Atalanta de Gasperini, pr¨®ximo cliente del Madrid en Champions, no le dio tregua en una exhibici¨®n de creatividad coral, dinamismo, sacrificio y rigor. En todos los apartados destac¨® Romero, que marc¨® el primer gol y dio el pase del ¨²ltimo en una de esas demostraciones que se?alan a los grandes defensas.
Romero es argentino, marchamo hist¨®rico de calidad en las zagas del calcio. Tiene 22 a?os y la Juventus, que posee sus derechos federativos, lo ha cedido dos temporadas al Atalanta para que se vaya curtiendo. Este s¨¢bado se midi¨® al Milan en un partido especialmente tenso. El Milan defend¨ªa su liderato en el encuentro que determinaba el ecuador del campeonato. Si perd¨ªa y el Inter ganaba, el Inter le relevaba en la c¨²spide de la clasificaci¨®n. Lesionado Calhanoglu, su enganche titular, Pioli proyect¨® romper la presi¨®n masiva del Atalanta saltando l¨ªneas con balones largos a Ibrahimovic. La suerte del duelo, por tanto, se cifr¨® en el resultado del duelo de todos los duelos: Ibrahimovic contra Romero.
As¨ª comenz¨® el dif¨ªcil partido n¨²mero 600 de Ibrahimovic en competiciones de liga nacional. Con una lluvia de balones para que los domara, se girara, organizara y rematara. Debi¨® multiplicarse porque lo busc¨® Theo por afuera; lo habilit¨® Kjaer desde la l¨ªnea de centrales; lo lanz¨® Tonalli en profundidad; y lo rastre¨® Kessi¨¦ con un centro lateral. Siempre lo encontraron. Siempre de espaldas. Siempre cubierto por Romero, que med¨ªa una cabeza menos de estatura que su contraparte pero maniobra con la coordinaci¨®n de un gimnasta y la astucia de los marcadores m¨¢s sabios. Si hubo que anticipar ley¨® la jugada un segundo antes que sus adversarios, si hubo que chocar, se impuso por su f¨ªsico. No le pitaron ni una falta. El partido se amargaba para el Milan cuando en el minuto 26, a la salida de un c¨®rner, el argentino se estir¨® en un salto felino a la espalda de Kalulu para cabecear entre las piernas de Donnarumma. El 0-1 reafirm¨® al Atalanta en su propuesta atrevida del mismo modo que carg¨® la espalda del Milan de un saco de incertidumbre.
Idea radical
El Atalanta transmite una idea de imprevisibilidad radical. Cualquier jugador, en cualquier momento, parece dispuesto a operar en cualquier cuadro de la cancha. Casi siempre para desmarcarse hacia adelante, para ir a presionar arriba, o para entregar la pelota a un compa?ero que se mueve en un escal¨®n m¨¢s elevado de la progresi¨®n hacia la porter¨ªa rival. Predomina el impulso agresivo. Gianpiero Gasperini parece haber dado con la clave que sortea la crisis de su divorcio con el Papu G¨®mez. Tras dos empates consecutivos, el equipo volvi¨® a engranar.
Un exceso imprudente de Kessi¨¦ propici¨® el 0-2. El mediocampista marfile?o solt¨® el codo cuando Ilicic se dispon¨ªa a recoger un rebote en el ¨¢rea del Milan. Consecuencia: labio roto de Ilicic, penalti indiscutible, y gol por debajo del sobaco de Donnarumma. El gol verific¨® el sentido general del juego. El partido se disputaba en campo del Milan. El intento de reacci¨®n de Pioli, dando entrada a Brahim D¨ªaz por Meit¨¦, no solo no surti¨® efecto sino que acab¨® por dar el mando de las operaciones al adversario, comandado por un Ilicic omnipresente para ayudar a los defensas en la salida, colaborar en la presi¨®n con los interiores y tirar paredes con todos. El despliegue f¨ªsico del esloveno, de 32 a?os, debi¨® recordarle a Ibrahimovic que las hojas del calendario no caen en vano.
El partido se cerr¨® cuando el Milan se volcaba desesperadamente al ataque a por la subversi¨®n. En lugar de mantenerse replegado, el Atalanta sali¨® a defenderse al c¨ªrculo central en arrebatos que parecen aventuras pero que Gasperini lleva a?os ejercitando. As¨ª fue como Toloi y Romero avanzaron por delante de la l¨ªnea de sus propios medios, robaron una pelota y se lanzaron a la carga con Zapata sobre la despavorida defensa que dirig¨ªa Kjaer. El central argentino condujo la pelota hasta el punto exacto, y midiendo el desmarque de los propios y la vacilaci¨®n de los ajenos envi¨® el pase a Zapata. Como casi todos los goles del Atalanta, fue una gran obra grupal y la constataci¨®n de un baile. Siete veces tir¨® el conjunto visitante entre los tres palos sin encontrar m¨¢s respuesta que dos remates sobre el arco de Gollini.
El empate del Inter en Udine (0-0) priv¨® al conjunto de Antonio Conte de colarse por la brecha. El liderato sigue siendo del Milan. Pero el equipo que mejor juega de Italia es el Atalanta.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.