El ordenado caos del f¨²tbol ingl¨¦s

Este ha sido fin de semana copero en Inglaterra. Y eso aqu¨ª siguen siendo palabras mayores. Para los puristas, lo importante no fue que el Manchester United eliminara 3-2 al Liverpool en Old Trafford, sino los apuros del Manchester City en campo de un cuarta divisi¨®n, el Cheltenham Town (1-3, pero los tres goles en los ¨²ltimos 10 minutos) o los de los Wolves el viernes en casa de un sexta divisi¨®n, el Chorley (0-1 en su ¨²nico tiro a puerta).

Pero el gran enfrentamiento copero de este a?o ha sido el de hace unos d¨ªas entre el Tottenham y el Marine AFC, un equipo de aficionados de la octava divisi¨®n. Mourinho se port¨® como un caballero y se llev¨® a Crosby (11 kil¨®metros al norte de Liverpool) a un equipo m¨¢s que decente que superaba los 400 partidos internacionales. Las gradas del Marine Travel Arena (3.185 localidades) estaban vac¨ªas por el coronavirus, pero el ambiente lo aportaron las decenas de vecinos que contemplaron el encuentro desde los numerosos jardines traseros que dan directamente al terreno de juego. Unos beb¨ªan champ¨¢n, otros cerveza, y uno vio el partido hombro con hombro con J¨¹rgen Klopp, subidos los dos a una valla. Bueno, no era Klopp, sin una foto suya a tama?o natural, pero daba el pego.

El Marine AFC estuvo a punto de adelantarse, pero el ca?onazo de Neil Kengni, un fontanero de 20 a?os, top¨® con el larguero. Luego, Carlos Vinicius marc¨® tres goles, el Spurs se fue al descanso con cuatro de ventaja y, cumplido el objetivo, levant¨® educadamente el pie del acelerador (resultado final: 0-5).

La Copa sigue siendo un torneo muy especial a pesar de los quebraderos de cabeza que supone para los entrenadores, concentrados como est¨¢n en la liga y en Europa. El coronavirus ha a?adido incertidumbre al ca¨®tico calendario futbol¨ªstico ingl¨¦s, pero muy pocos se alteran m¨¢s de la cuenta. Nada que ver con los agobios que la pandemia est¨¢ generando en LaLiga entre unos clubes y unos hinchas que no est¨¢n acostumbrados a que haya equipos con dos partidos menos, a que se juegue lo mismo en lunes que en martes o mi¨¦rcoles o jueves, a que, como este domingo, se juegue en enero un partido de la segunda vuelta cuando est¨¢ pendiente el de la primera jornada (el Elche-Barcelona) o que en el mismo fin de semana se mezclen citas de Liga y Copa.

Todo eso es muy habitual en Inglaterra, donde ni siquiera se respeta en la segunda vuelta el orden de jornadas de la primera. Por ejemplo, la que abri¨® la temporada en septiembre acabar¨¢ siendo la jornada 32 en la vuelta. El calendario se empieza a confeccionar a principios de a?o, cuando se establecen las fechas de la competici¨®n y se tienen en cuenta varios factores que tambi¨¦n existen en LaLiga, como evitar que jueguen en casa al mismo tiempo dos equipos de la misma zona, que de cada cinco partidos se jueguen dos en casa y tres fuera (y viceversa), que ning¨²n equipo juegue m¨¢s de dos partidos consecutivos fuera o en casa, que ning¨²n equipo empiece o acabe con dos partidos consecutivos fuera o en casa... Pero, adem¨¢s de eso, los clubes pueden pedir no jugar en casa en determinadas fechas o contra qu¨¦ equipo no quieren ser emparejados en casa en el famoso Boxing Day.

Pese a las apariencias ca¨®ticas, el calendario de la Premier es mucho m¨¢s ordenado que el de LaLiga porque en verano no solo se sabe qu¨¦ partidos se jugar¨¢n en cada jornada sino en qu¨¦ d¨ªa exacto, a qu¨¦ hora y en qu¨¦ cadena se podr¨¢n ver las primeras 26 jornadas. En LaLiga nadie sabe cu¨¢ndo juega hasta dos semanas ante de cada jornada. Dicen que la culpa la tienen las televisiones, que mandan mucho. Pero las televisiones tienen mucho m¨¢s peso econ¨®mico en la Premier que en LaLiga. La diferencia es que aqu¨ª no les dejan hacer lo que les da la gana y, en LaLiga, s¨ª.