El Chelsea despide a Lampard
El rival del Atl¨¦tico en Champions, noveno clasificado de la Premier, fulmina al m¨¢s notable de la nueva hornada de entrenadores ingleses y negocia con Tuchel
Frank Lampard hizo como entrenador lo que hac¨ªa como jugador. Plantarse elegantemente en el campo, entregarse en cuerpo y alma al servicio del escudo, y pensar despu¨¦s de recibir la pelota. Su predilecci¨®n por los jugadores abnegados, fuertes y obedientes, antes que por aquellos que piensan r¨¢pido, fue la primera se?al de que su proyecto en el banquillo del Chelsea sufrir¨ªa un deterioro imparable en una competici¨®n cada vez m¨¢s exigente en el plano t¨¢ctico. Un a?o y medio despu¨¦s de asumir como t¨¦cnico blue, en el verano de 2019, este lunes el club de su vida anunci¨® su despido fulminante. Desde hace semanas el Chelsea negocia con Thomas Tuchel, referente de la escuela alemana contempor¨¢nea, actualmente en boga, y responsable de dirigir al PSG a su primera final de Champions el pasado verano.
El Chelsea, que el pr¨®ximo 23 de febrero visita el Wanda para disputar la ida de los octavos de la Champions, se hab¨ªa convertido en un equipo en disoluci¨®n. Si ganaba, como este domingo en Copa ante el Luton Town (3-1), casi nunca lo hac¨ªa controlando los partidos como se presume que deben hacerlo aquellos equipos bendecidos por plantillas de virtuosos. Un ramillete de excelentes jugadores es lo que puso a su disposici¨®n el due?o del club, Roman Abramovich. Este verano, el empresario ruso realiz¨® la mayor inversi¨®n en fichajes del mundo, seg¨²n Transfermarkt: 247 millones de euros, una cifra que solo sigue de cerca el Manchester City, que invirti¨® 170.
Kai Havertz, procedente del Bayer Leverkusen, cost¨® 80 millones de euros; Ben Chilwell, exlateral del Leicester, cost¨® 53 millones; Timo Werner, el nueve de Alemania, 53 millones; Hakim Ziyech, exextremo del Ajax, 40 millones; y el portero Edouard Mendy, procedente del Rennes, 24 millones. Thiago Silva, el que fuera capit¨¢n del PSG, se incorpor¨® con la carta de libertad.
El contraste entre el talento disponible y el rendimiento ofrecido se hac¨ªa cada d¨ªa m¨¢s estruendoso. El noveno puesto en la clasificaci¨®n de la Premier tras ocho partidos ganados, cinco empatados y seis perdidos, situaba al Chelsea a cuatro puntos del caj¨®n de la Champions, custodiado nada menos que por el Liverpool, que ahora es cuarto.
¡°El que no corra no jugar¨¢¡±, advirti¨® Lampard antes de medirse al Luton, en su en¨¦simo discurso acusatorio. Agotadas sus ideas para desarrollar el 4-3-3, el entrenador pens¨® que la tendencia del equipo a partirse se solucionar¨ªa con la intensidad f¨ªsica que sus jugadores se negaban a brindarle. Su ¨²ltima alocuci¨®n, en la sala de conferencias de Stamford Bridge se defini¨® por palabras como ¡°energ¨ªa¡± y ¡°deseo¡±, enaltecidas como sin¨®nimos de excelencia.
Desesperado ante la visi¨®n descompuesta de unas l¨ªneas cada vez m¨¢s descoordinadas y sin poder lograr superioridades en su mediocampo, en las semanas que antecedieron a su despido Lampard observ¨® c¨®mo el Chelsea se estrellaba casi contra cualquier defensa. Cuanto m¨¢s evidentes se hicieron las dificultades de sus jugadores para recibir la pelota con tiempo y espacio, m¨¢s se empe?¨® ¨¦l en sustituir a los m¨¢s l¨²cidos por los m¨¢s esforzados. As¨ª prefiri¨® a Ben Chilwell antes que a Marcos Alonso; a Kovacic antes que a Jorginho; a Mount antes que a Kant¨¦; a Hudson-Odoi antes que Ziyech; o a Giroud antes que a Timo Werner.
Embarcado hacia la meca del sudor, un d¨ªa Lampard descubri¨® que hab¨ªa traspasado el punto de no retorno. Volver a jugar bien al f¨²tbol parec¨ªa imposible mientras este hombre generoso, noble y bienintencionado se cruzaba de brazos en la banda de Stamford Bridge contemplando la triste victoria de su despedida, coronada por un hat trick de Tammy Abraham, uno de los canteranos que promocion¨®.
Abramovich: ¡°Ha sido muy dif¨ªcil¡±
A su 42 a?os, Lampard tiene consideraci¨®n de leyenda. No solo en el Chelsea. El hombre goz¨® del respaldo de la poderosa maquinaria medi¨¢tica inglesa que, sedienta de un verdadero ¨ªdolo carism¨¢tico en los banquillos, vio en este londinense de Havering al mejor exponente de la nueva generaci¨®n de entrenadores nacionales. La sequ¨ªa viene de largo. El ¨²ltimo entrenador ingl¨¦s en levantar el trofeo del campeonato de liga de Primera Divisi¨®n fue Howard Wilkinson, con el Leeds, en la temporada 1991-92, curso terminal antes de la instituci¨®n del modelo de Premier.
Consciente del poder simb¨®lico del que ha sido su empleado m¨¢s representativo, Abramovich le rindi¨® honores al anunciar que le echaba. ¡°Ha sido una decisi¨®n muy dif¨ªcil para el club¡±, se?al¨® el due?o, ¡°especialmente porque me une una excelente relaci¨®n personal con Frank y siento el m¨¢ximo respeto por ¨¦l. Es un hombre de gran integridad y posee la m¨¢s alta ¨¦tica del trabajo. De todos modos, bajo las actuales circunstancias creemos que lo mejor es cambiar de m¨¢nager. Frank es un ¨ªcono del club y su estatus como tal permanecer¨¢ inalterado¡±.
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