Bojan Dubljevic: ¡°Apost¨¦ todo por el baloncesto¡±
¡°En Valencia descubr¨ª mi sitio en la vida. Eso vale m¨¢s que ganar¡±, cuenta en el p¨ªvot montenegrino, capit¨¢n ¡®taronja¡¯ y m¨¢ximo anotador en la historia del club
Detr¨¢s de la barba frondosa, la voz grave y la armadura de guerrero, Bojan Dubljevic (Niksic, Montenegro, 29 a?os) esconde una sensibilidad que le lleva a emocionarse cada vez que habla de la afici¨®n del Valencia. En La Fonteta encontr¨® su lugar en el mundo. Es el capit¨¢n y, desde noviembre, el m¨¢ximo anotador de la historia taronja, y sigue tirando del carro para llevar al club a lo m¨¢s alto. Este jueves le espera el Madrid en el partido estrella de los cuartos de la Copa (21.30, #Vamos).
Pregunta. ?C¨®mo se encuentra despu¨¦s de pasar el coronavirus en enero?
Respuesta. Pas¨¦ 20 d¨ªas en cama, no pod¨ªa ni moverme. Fueron solo tres d¨ªas malos, con mucho dolor de cabeza y de espalda. Pero el virus me dej¨® fundido. Cuando regres¨¦ a los entrenamientos me cost¨® mucho recuperar el tono f¨ªsico, en cuanto me mov¨ªa estaba muerto. Ahora estoy mejor. Aun as¨ª, habl¨¦ hace poco con Stefan Markovic, que tambi¨¦n pas¨® el coronavirus con los mismos s¨ªntomas, y me dijo que ¨¦l tard¨® dos o tres meses para volver a encontrarse como antes.
P. ?C¨®mo se hizo jugador de baloncesto?
R. Vengo de un pa¨ªs en el que hay much¨ªsimo talento, pero no hay condiciones para que salgan grandes deportistas. Pronto descubr¨ª que no hab¨ªa muchas opciones. Era estudiar o lanzarte al deporte. Yo apost¨¦ todo por el baloncesto, dej¨¦ de estudiar, y me puse a trabajar duro en esto. Entre los 13 y los 17 a?os empec¨¦ a entrenar nueve horas al d¨ªa, toda la semana. Mi padre me dejaba en el pabell¨®n por la ma?ana y me recog¨ªa por la noche. Me lo jugu¨¦ todo a una carta, sab¨ªa si fallaba en el baloncesto me quedaba sin nada en la vida. Pero en mi cabeza no cab¨ªa el fracaso. Luch¨¦ con todas mis fuerzas por llegar porque quer¨ªa que mis padres estuvieran orgullosos de m¨ª. Esa fue mi gran motivaci¨®n.
P. Creci¨® adem¨¢s viendo c¨®mo se fragmentaba Yugoslavia.
R. Nuestra generaci¨®n se enter¨® con los a?os de todo lo que vivimos de peque?os. Sientes mucha pena y no terminas de entenderlo. Despu¨¦s, con el paso de los a?os, cuando Serbia y Montenegro se separaron, ya en 2006, hasta me vino bien. Hay tanto talento en la ex Yugoslavia que si hubiera que hacer una ¨²nica convocatoria de 12 jugadores yo no estar¨ªa ni entre los 10.000 primeros. Pero me llam¨® Montenegro y ah¨ª comenz¨® mi carrera. Con una poblaci¨®n de poco m¨¢s de 600.000 habitantes, algunos han logrado llegar a la NBA y otros muchos hemos podido destacar en Europa. Tiene m¨¦rito.
P. Ahora comparte vestuario con un serbio y un esloveno.
R. S¨ª. Fuera de Yugoslavia todo es mucho mejor. Mis mejores amigos son serbios y croatas. Pero en los Balcanes la pol¨ªtica y el resentimiento hacen las cosas m¨¢s duras. All¨ª a¨²n existe la herida. Cuando sales por el mundo descubre que, al final, somos personas normales y podemos ser amigos y familia.
P. ?C¨®mo recuerda su llegada a Valencia en 2012?
R. La historia previa es muy curiosa. Estando en el Buducnost jugamos una eliminatoria de cuartos de la Eurocup ante el Valencia, en 2012. Perdimos, pero me salieron dos buenos partidos [15 puntos en Montenegro y 17 en La Fonteta]. Poco despu¨¦s, me llamaron para ficharme. Chechu Mulero me dijo que me segu¨ªan desde tiempo atr¨¢s, pero no s¨¦ si se hubiera hecho el fichaje sin aquella actuaci¨®n ante ellos. Pero es que, antes del cruce con el Valencia, jugamos un partido decisivo en San Petersburgo: si gan¨¢bamos les evit¨¢bamos y nos tocaba un rival m¨¢s d¨¦bil. Yo tuve el triple para ganar y lo fall¨¦. Eso hizo que nos enfrent¨¢ramos al Valencia. Qui¨¦n sabe si ese triple fallado me cambi¨® la vida. Igual hab¨ªa acabado en Rusia. La vida es incre¨ªble.
P. ?Conoc¨ªa algo del club antes de fichar?
R. No sab¨ªa nada ni del club ni de la ciudad. Nunca hab¨ªa salido de mi pa¨ªs, no sab¨ªa ni castellano ni ingl¨¦s, ni nada. Todo era una inc¨®gnita. Pero apenas un a?o despu¨¦s ya sab¨ªa que era el club donde quer¨ªa jugar toda mi carrera y la ciudad donde quer¨ªa vivir. Ya he dicho muchas veces que tengo la sangre naranja.
P. ?C¨®mo se alcanza esa identificaci¨®n con un club hasta ser el emblema?
R. El baloncesto no es solo ganar trofeos. Ganar es incre¨ªble, pero descubrir tu sitio en la vida es mucho m¨¢s grande. No me gusta que se refieran a m¨ª como una estrella o como un ¨ªdolo. Soy un chico normal que le gusta ayudar al equipo y que la afici¨®n disfrute con nosotros. Esa es mi gasolina. Ojal¨¢ alg¨²n d¨ªa aspiremos a ganar todos los t¨ªtulos como el Madrid y el Bar?a, pero mientras el orgullo es que digan ¡®mira como luchan, mi como juegan, son una familia¡¯.
P. Ha dicho alguna vez que, cuando se retire, le gustar¨ªa entrenar a los ni?os en L¡¯Alquer¨ªa.
R. Si. Me gustar¨ªa ense?arles cosas de p¨ªvots y de la vida. Todo lo que tengo lo tengo por el Valencia y ser¨ªa una forma de agradec¨¦rselo. Puedo ense?arles buenos valores, porque para ser bueno en la pista antes tienes que ser bueno tambi¨¦n fuera de ella.
P. ?Qui¨¦nes fueron sus ¨ªdolos de ni?o?
R. Mi hermano era de los Lakers de Kobe [Bryant] y [Shaquille] O¡¯Neal, yo de los Sacramento por Predrag Stojakovic. Despu¨¦s me hice de Dirk Nowitzki.
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