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El Elche sobrevive en su batalla con el Eibar
Un gol de Dani Calvo en la primera parte decanta un duelo muy importante de la zona baja
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El Elche y el Eibar no jugaron un partido de f¨²tbol en el Mart¨ªnez Valero, sino que participaron en un cursillo de supervivencia, y no de los que realiza un grupo de boy scouts en el local parroquial, sino el de una veintena de pasajeros desesperados en la cubierta del Titanic. S¨®lo les falt¨® saltar al c¨¦sped con petos fosforitos y casco de protecci¨®n. Estaban all¨ª para sobrevivir en LaLiga.
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Si hasta la media hora de partido esa necesidad quedaba solapada por las aparentes buenas formas de los dos equipos, despu¨¦s de que marcara Dani Calvo de cabeza, en una jugada ensayada de c¨®rner, tanto Elche como Eibar se emplearon sin tapujos en buscarse la vida para seguir vivos una semana m¨¢s, unos de una forma y otros de otra.
Ya lo hab¨ªa dejado meridianamente claro Fran Escrib¨¢ desde el principio. Regresaba a su banquillo, que no era el de Almir¨®n, porque el t¨¦cnico argentino lo hab¨ªa permutado por el que siempre ocup¨® el equipo visitante en el Mart¨ªnez Valero. Desterr¨® de golpe las veleidades defensivas, la complicada salida de bal¨®n desde atr¨¢s, que le hab¨ªa dado bastantes disgustos al Elche, y opt¨® por lo pr¨¢ctico. Se entreg¨® al dominio territorial del Eibar, tapando bien las bandas, sobre todo a Bryan Gil, y olvidando casi por completo el ataque. Se trataba de buscar una ocasi¨®n propicia. Lleg¨® a la media hora, con el gol de Dani Calvo, en el ostracismo con Almir¨®n y que a las ¨®rdenes de Escrib¨¢ dio un paso adelante.
El Eibar se qued¨® pasmado con la efectiva aparici¨®n ilicitana y trat¨® de reaccionar enseguida, mientras el partido se convert¨ªa en una guerra de guerrillas, entre interrupciones, faltas y dem¨¢s maneras de dejar pasar el tiempo del equipo que gana, frente a las precipitaciones, desajustes y el resto de equivocaciones que suelen condenar a los que pierden. Durante muchos minutos, el Elche consider¨® a la pelota un elemento extra?o al juego. Sus futbolistas no quer¨ªan saber nada de ella, la repudiaban y se la daban r¨¢pido al Eibar, que cuando llegaba al borde del ¨¢rea local perd¨ªa el sentido del olfato de gol.
Sin embargo, despu¨¦s del primer cuarto de hora de la segunda parte, el Elche decidi¨® que las botas de f¨²tbol sirven para algo m¨¢s que para patear el bal¨®n. Adem¨¢s, se dieron cuenta los franjiverdes que corriendo por los espacios que la determinaci¨®n eibarresa iba dejando a su espalda no era tan complicado llegar hasta la porter¨ªa de Dmitrovic. Durante algunos minutos, replicaron las escaramuzas armeras con carreras verticales. A Ra¨²l Guti y Barrag¨¢n les falt¨® finura en sus remates para ampliar la diferencia. Tambi¨¦n a Muto, que sali¨® en la segunda parte para encontrar el ¨¢rea. El japon¨¦s meti¨® el pie a un buen env¨ªo de Pozo, pero el bal¨®n sali¨® desviado. Fue la mejor oportunidad armera.
M¨¢s suelto el Elche, al Eibar le costaba llegar al ¨¢rea de Bad¨ªa, que apenas intervino. Desesperados los jugadores de Mendilibar, se precipitaban a la hora de acometer las acciones de ataque. No les sali¨® nada. Regresan frustrados a casa; el Elche respira con los tres puntos.
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