Royston Drenthe: ¡°Fui un rebelde est¨²pido¡±
El exjugador del Real Madrid vive su ¨²ltima aventura en el Racing Murcia, de Tercera, despu¨¦s de una carrera llena de problemas
Roya2Faces se queda perplejo al saber que en Espa?a un juez ha mandado detener al rapero Pablo Has¨¦l por la letra de sus canciones. ¡°En Holanda tenemos una cosa que se llama libertad de expresi¨®n¡±, dice este m¨²sico que como futbolista responde al nombre de Royston Drenthe y se afana por jugar los playoffs de ascenso a Segunda B con el Racing Murcia, club de Tercera con sede en el Limonar.
¡±Mi viaje a Murcia es totalmente espiritual¡±, asegura. ¡°Quiero sentir que todav¨ªa puedo ense?ar lo que soy en el campo de juego¡±. Su voz resuena grave y ¨¢spera al otro lado del tel¨¦fono.
Parece que fue ayer cuando le presentaron, una calurosa tarde de agosto de 2007 en el Bernab¨¦u. La perla que acababa de conquistar la Eurocopa Sub-21 con Holanda cogi¨® el bal¨®n, desenfund¨® su pie izquierdo y se apresur¨® a ejecutar malabarismos ante los aficionados jocosos. Su padre, estibador de origen surinam¨¦s, asesinado cuando ¨¦l ten¨ªa tres a?os, le hab¨ªa dejado medio hu¨¦rfano en R¨®terdam Oeste, un barrio marginal dividido por las bandas y distra¨ªdo por el freestyling. Procedente del Feyenoord, acab¨® disputando 65 partidos con el Madrid entre 2007 y 2010. Marc¨® cuatro goles y se hizo c¨¦lebre por su estilo de vida casquivano. Una noche choc¨® contra un coche patrulla en la calle Alcal¨¢. En 2010 fue cedido al H¨¦rcules, donde encabez¨® una huelga despu¨¦s de que el club dejara de pagar los salarios. En 2011 lo cedieron al Everton. All¨ª mand¨® a paseo a David Moyes, su t¨¦cnico, y en 2012 termin¨® su contrato con el Madrid y se qued¨® libre sin que nadie le fichara durante aquel mercado estival.
¡°En 2012 me qued¨¦ libre con el Madrid y estuve ocho meses sin jugar hasta que me fich¨® el Spartak Vladikavkaz, de la liga rusa¡±, recuerda. Desde entonces tambi¨¦n milit¨® en el Reading y el Sheffield, en Inglaterra; el Kayseri Erciyesspor en Turqu¨ªa; el Baniyas en Emiratos ?rabes; y el Sparta Rotterdam.
Con 25 a?os ya no era feliz en el f¨²tbol. Quer¨ªa demostrar que pod¨ªa hacer lo que quisiera. Pero mi problema no fueron las fiestas. ?Cu¨¢ndo te vas a ir de fiesta? ?Con 40 a?os?
¡°No fui inteligente conmigo mismo¡±, dice, puesto a explicar el final tajante de su carrera en las grandes ligas. ¡°Pero las decisiones las ten¨ªa que tomar yo, y yo no era feliz en el f¨²tbol. Era un rebelde. No puedo culpar a los j¨®venes con mucho talento si de vez en cuando quieren irse de fiesta. Lo que ocurre es que algunos j¨®venes son m¨¢s listos que otros. Y algunos son est¨²pidos. Como yo. Quer¨ªa demostrar que pod¨ªa hacer lo que quisiera y, a veces, incluso cuando sab¨ªa que era malo, lo hac¨ªa igual. No me traicion¨® la vanidad sino el car¨¢cter impulsivo. Pero mi problema no fueron las fiestas. Pensar eso ser¨ªa una estupidez. Como esos que dicen que no hay que salir porque los a?os en el f¨²tbol son muy pocos. ?Y eso qu¨¦ significa? ?Que te vas a ir de fiesta a los 40?¡±.
¡±Mi vida es el f¨²tbol, el juego¡±, advierte. ¡°Lo primero que te dice tu representante es: ¡®t¨² solo tienes que concentrarte en el f¨²tbol¡¯. Pero descubres que el f¨²tbol profesional no es solo f¨²tbol. Es una cosa que va muy r¨¢pido y tienes que ser muy hombre para manejarla psicol¨®gicamente. Te dicen que para triunfar tienes que hacerlo bien en el campo, poner tu talento all¨ª. Pero d¨ªa a d¨ªa te encuentras con problemas diferentes. Los jugadores nunca quieren decir cu¨¢ndo se encuentran mal. Eso pasa mucho y no todo el mundo ha tenido una familia perfecta, con un padre y una madre. La gente piensa que porque ganas mucho dinero ya no tienes razones para quejarte de nada. A m¨ª las cosas que me estaban pasando me imped¨ªan jugar con normalidad. Siempre ten¨ªa problemas con alguien: si no era el entrenador era otra persona. Lleg¨® un momento en que no quise saber m¨¢s nada. Sent¨ªa que ten¨ªa que quitarme de en medio para crecer como persona¡±.
Estaba jugando en el Kozakken Boys, de la Tercera de Holanda, cuando recibi¨® la llamada de Morris Piagnello, el exc¨¦ntrico presidente que procura hacer del Racing Murcia un foco de atenci¨®n medi¨¢tica. Drenthe no dud¨® en firmar. ¡°Yo amo el f¨²tbol ahora m¨¢s que nunca¡±, dice; ¡°porque ves que se aproxima la edad en la que el cuerpo te obligar¨¢ a parar. Dependes de cuidar el cuerpo, pero sabes que ya no podr¨¢s m¨¢s. Eso te hace pensar mucho fuera y dentro del campo. Ya no te apresuras a tomar decisiones porque las decisiones r¨¢pidas conducen a errores r¨¢pidos. Yo de momento, me siento bien. Cuando no me sienta as¨ª voy a ser muy honesto conmigo mismo y me dir¨¦: ¡®Ya no puedes m¨¢s, Roy¡¯. Pero s¨ª que puedo. Veo la fuerza y la mentalidad que tengo para ponerme f¨ªsicamente a tope. ?Por qu¨¦ lo voy a dejar? ?Por qu¨¦ no voy a aceptar la oportunidad de jugar en una ciudad donde siempre hay sol, donde la gente es tan amable, donde hay frutas y verduras frescas? Lo ¨²nico que me preocupaba era dejar a mis hijos. Pero ellos me han dicho: ¡®Mira, pap¨¢, t¨² puedes, vete; nosotros te iremos a ver¡±.
Tiene siete hijos de cuatro mujeres con las que dice llevarse estupendamente. Cuando no juega al f¨²tbol sigue grabando discos, algo que ya hac¨ªa antes de fichar por el Madrid. ¡°Siempre he pensado que quer¨ªa ser futbolista¡±, afirma. ¡°Pero me gusta hacer m¨¢s cosas. No soy un robot que hace lo mismo todos los d¨ªas. Ahora que tengo m¨¢s edad estoy m¨¢s pendiente de las cosas que tengo que hacer a diario para manejarme en un campo de juego, pero ?s¨ª que puedo hacer m¨²sica! ?Y cocinar! ?No pasa nada!¡±.
En 2020 lo tent¨® la interpretaci¨®n. Clav¨® el papel de un narcotraficante en la serie holandesa Mocro Mafia. ¡°?Sabes lo que la gente dice de m¨ª en Rotterdam? ¡®Roy, t¨² no act¨²as ah¨ª, eso para ti es muy f¨¢cil¡¯. Y yo les digo: ¡®?Qu¨¦ va! ?He tenido que practicar mucho! ?Prometo que fue la primera vez que cog¨ª una pistola!¡±.
Drenthe admite que conoc¨ªa los c¨®digos porque form¨® parte de alguna banda callejera. ¡°Cuando te dan un abrazo y te dicen: ¡®Eres uno de los nuestros¡¡¯. Cuando uno de los grandes te da cari?o, t¨² ya sabes que eres como un hermano peque?o y sientes que nadie te podr¨¢ tocar nunca m¨¢s¡±.
¡°Yo amo el f¨²tbol ahora m¨¢s que nunca porque ves que se aproxima la edad en la que el cuerpo te obligar¨¢ a parar. Eso te hace pensar mucho fuera y dentro del campo. Ya no te apresuras a tomar decisiones porque las decisiones r¨¢pidas conducen a errores r¨¢pidos
Pertenece a la generaci¨®n de Sergio Ramos y Marcelo, dos jugadores que llegaron al Madrid con su edad y acabaron conquistando cuatro Champions. ?l pudo ser uno de los multicampeones, pero asegura que eso nunca le preocup¨®: ¡°No me arrepiento de nada; soy muy feliz con lo que soy, con lo que ha sido mi vida. Aprend¨ª much¨ªsimo. Me convert¨ª en un hombre gracias al f¨²tbol. Me abri¨® muchas puertas maravillosas¡±.
¡°Me encanta aprender¡±, dice. ¡°Existe un prejuicio: la gente piensa que aquellos que han hecho muchas cosas malas son malos. Yo conoc¨ª el mundo y aprend¨ª a adaptarme sin conocer a nadie. No tengo verg¨¹enza. Conoc¨ª gente nueva. Soy humilde. Soy amable. S¨¦ de d¨®nde soy. Soy de R¨®terdam. De un barrio en el que siempre estamos juntos. La gente dice: ¡®Lo que me gusta de Roy es que nunca cambiar¨¢; siempre ha sido el mismo chico¡¯. Ese es el mejor regalo que me pueden hacer, y no que me digan que soy un pijo arrogante porque soy futbolista. Yo nunca quise ser as¨ª¡±.
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