El Celta se lleva los puntos en un duelo vibrante
Siete goles en un encuentro que da?a al Huesca, que marca tres, pierde el partido y se queda colista
Entre tanta aton¨ªa de vez en cuando es bienvenido un festival. Fue lo que sucedi¨® en el Alcoraz oscense, donde hubo goles, remontadas, remates al palo, agon¨ªa y balones sacados sobre la l¨ªnea, lesiones tambi¨¦n. Pas¨® de todo y poco fue bueno para el Huesca, que marc¨® tres goles y perdi¨® el partido. Adem¨¢s pareci¨® inmerecida la derrota y por eso es aun m¨¢s dolorosa, porque a un colista este tipo de situaciones le resultan especialmente da?inas. En la otra cara de la moneda est¨¢ el Celta, que llevaba tres meses y tres d¨ªas sin ganar lejos de Bala¨ªdos y que se llev¨® un partido fronterizo. La victoria les deja m¨¢s cerca de Europa que del descenso y con 33 puntos en el zurr¨®n. Tres victorias m¨¢s y habr¨¢ llegado a la primera meta.
El Celta se lo tuvo que trabajar y adem¨¢s recibi¨® la visita de la fortuna. Ocurri¨® que pas¨®, una vez m¨¢s, por un calvario para defender cada bal¨®n que colocaron en su ¨¢rea. Cuando hay problemas siempre se echa de menos a los ausentes, as¨ª que la mirada hacia el peruano Tapia, sancionado por acumulaci¨®n de amonestaciones, resulta inevitable. Pero todo lo que le falta al Celta atr¨¢s luce exuberante en el ¨¢rea opuesta. Resulta que Iago Aspas no ha marcado en 2021, tiempo en el que ha superado una lesi¨®n muscular que le impidi¨® jugar tres jornadas. En los otros cinco partidos que jug¨® el Celta en lo que va de a?o no marc¨®. Pero su influencia en el juego de su equipo es indiscutible. A los cinco minutos de pisar El Alcoraz fabric¨® un gol que precis¨® tres pases. Antes les llamaban contragolpes, ahora transiciones. Pero no importa la nomenclatura, importa la visi¨®n. Y Aspas ve las jugadas varios segundos antes de que se produzcan.
Marc¨® Santi Mina, pero pronto se evidenci¨® que el Celta no sosten¨ªa las riendas del partido. El Huesca le remont¨® en diez minutos. Siovas empat¨® en una desatenci¨®n defensiva y Rafa Mir mostr¨® sus credenciales con una galopada al espacio y una conducci¨®n que culmin¨® con remate cruzado a la escuadra. Simple y a la vez complejo. El d¨¦cimo gol de la temporada para un delantero sobre el que conviene poner la lupa.
El inicio volc¨¢nico tuvo continuidad. Bien por relajo defensivo, bien por talento de los atacantes brotaron acciones maravillosas, como un pase de Denis Su¨¢rez a un espacio solo al alcance de los privilegiados. Un toque que abri¨® toda una defensa y estuvo en el origen del segundo gol del Celta, firmado por Nolito.
Los vaivenes eran gasolina para la esperanza porque pese a los revolcones tanto Huesca como Celta no dejaron de sentir que el partido estaba en sus manos, que les sosten¨ªan pesados argumentos para vencer. El gol pod¨ªa llegar desde cualquier sector. Brais M¨¦ndez pudo adelantar a los celestes al regreso del descanso con un preciso golpeo de interior ante el que respondi¨®, sobresaliente, el meta local. El saque de esquina lo remat¨® Hugo Mallo a la red. El lateral derecho cabece¨® en el ¨¢rea sin levantar los pies del suelo. Ese fue el resumen del partido.
Pero hab¨ªa m¨¢s. El Huesca se lanz¨® a por al menos un punto. Encontr¨® una veta en los balones al ¨¢rea, ante los que el Celta se hac¨ªa un nudo. Tampoco ten¨ªa f¨ªsico para oponerse a los fornidos rematadores locales. Coudet busc¨® tallaje y llam¨® a Araujo, que salt¨® al campo renqueante y con un aparatoso vendaje. Entonces empat¨® Ferreiro, un gallego, para el Huesca. El empate hubiera ajustado los m¨¦ritos finales en un partido de cuento, pero Aspas ten¨ªa otros planes y fabric¨® un espacio para que Fran Beltr¨¢n ajustase la mirilla y el partido volviese a virar con un alucinante 3-4. Faltaba el en¨¦simo volantazo, lo busc¨® el Huesca, que remat¨® al palo y forz¨® una acci¨®n final en la que un remate del central Pulido golpe¨® en Murillo sobre la l¨ªnea de gol.
Triunf¨® el Celta, que en la victoria se fue preocupado porque se le lesion¨® el portero. Al final de la primera parte cay¨® Rub¨¦n Blanco tras un choque en un bal¨®n a¨¦reo con Insua. Se march¨® con dudas sobre una de sus rodillas y entre l¨¢grimas. Las merece la desgracia de un guardameta que suma doce lesiones en cinco a?os y medio, doce parones que le impiden tener la continuidad que merecen sus condiciones. Nada es sencillo en el f¨²tbol.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.