So?ar nunca fue gratis en Roma
El c¨®mputo del club desde el ¡®scudetto¡¯ de 2001 es de dos Copas y una Supercopa. Igual que el Zaragoza en Espa?a
La ciudad que logr¨® conquistar el mundo es incapaz de renovar el ¨²ltimo scudetto que gan¨® el equipo que lleva su nombre en 2001 pese al esfuerzo, el calvario emocional y el dineral que se ha dejado por el camino (cerca de 1.000 millones). So?ar nunca fue gratis. Pero el precio aqu¨ª no solo se mide en euros.
El club tiene una afici¨®n extraordinaria; ha fichado a algunos de los mejores jugadores de los ¨²ltimos a?os, fue la casa del futbolista italiano m¨¢s brillante del siglo XXI y ha sido capaz de tumbar a equipos como el Bar?a en unos cuartos de final. El c¨®mputo global desde aquel scudetto que Roma celebr¨® durante seis meses ¡ªTotti admiti¨® un d¨ªa que hasta Navidad estuvo yendo a una fiesta conmemorativa cada fin de semana¡ª es de dos Copa Italia y una Supercopa. Lo mismo que el Zaragoza en Espa?a.
El patr¨®n estad¨ªstico que descifra las ¨²ltimas alegr¨ªas ¡ªlos scudetti de 1982-83 y de 2000-01¡ª se?alar¨ªa que el advenimiento del nuevo t¨ªtulo deber¨ªa estar pr¨®ximo. En 2010 casi sucedi¨®, pero la pifiaron con la Sampdoria cuando quedaban tres partidos y termin¨® en manos del Inter de Mourinho. Despu¨¦s de aquello, cada verano, cuando se encienden las luces de Trigoria, parece que est¨¢ al caer. Pero la realidad es que hay pocos indicios claros, m¨¢s all¨¢ de que los Friedkin, la familia estadounidense que lo compr¨® este a?o, quiere invertir y construir de una vez el nuevo estadio.
Desde que llegaron no han faltado ni un solo encuentro. Y en el club se habla estos d¨ªas de la posible llegada de Massimiliano Allegri, un entrenador que nunca pisa una caseta en balde. De momento, toca tragar polvo. Ayer gan¨® 1-0 al Genoa y est¨¢ cuarta a la espera del partido de hoy del Atalanta contra el Inter de Mil¨¢n.
La Roma compr¨® a algunos de los mejores jugadores en los mercados recientes. Pero prefiri¨® la caja y los balances positivos a final de temporada a colocar aquel talento ordenadamente sobre el campo. Si no se hubiera desprendido de toda la cuberter¨ªa de plata, como una vieja familia arruinada ¡ªpagar la ficha de Totti nunca fue f¨¢cil¡ª, hoy tendr¨ªa uno de los mejores ajuares de Europa: Alisson, Marquinhos, Pjanic, Benatia, Salah¡ El club supo gastar durante un tiempo, pero ni siquiera ah¨ª se libr¨® del gafe. Cuando en 2017 trajeron a Monchi, al mago europeo de las gangas, no dieron una. Llegaron Kluivert, N¡¯Zonzi, Pastore¡ El sevillano aguant¨® dos a?os y regres¨® discretamente a casa. Al a?o siguiente, para nuevo desconcierto romanista, volvi¨® a hacer magia en el Sevilla.
¡°La Roma no se discute, se ama¡±, se?ala el himno de Antonio Venditti. Cuesti¨®n de fe, no de marcador. Y as¨ª est¨¢n las cosas. Los giallorsossi son hoy, junto al Hertha de Berl¨ªn (y la Lazio, claro), el ¨²nico club de una gran capital europea que no ha sido capaz de competir con los grandes en las dos ¨²ltimas d¨¦cadas. ?Por qu¨¦? Fabio Capello, autor intelectual del ¨²ltimo scudetto, sol¨ªa decir que hab¨ªa demasiadas radios dedicadas a la Roma en la ciudad. Algunas emiten 24 horas informaci¨®n y entretenimiento para tifosi, convertidos en carne de div¨¢n. El ¡°no se discute¡± transforma cada derrota y cada victoria en el ¨²ltimo pelda?o. Y los entrenadores, a eso se refer¨ªa Capello, sufren ese vol¨¢til estado de ¨¢nimo colectivo. Pero tambi¨¦n los jugadores.
Gianluigi Buffon siempre cuenta que uno de los secretos de la Juventus es que ¨¦l, o cualquier otro jugador, pueden tomarse un caf¨¦ en la mesita de un bar de Tur¨ªn y leer el peri¨®dico sin que nadie se acerque a interrumpirle. En Roma, en cambio, es imposible incluso para el tercer portero del equipo. A Francesco Totti le preguntaron una vez cu¨¢l era su sue?o: ¡°Ir al supermercado y dar una vuelta por la Via del Corso¡±. Quiz¨¢ hubiera sido el m¨¢s barato que ha tenido la Roma.
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