Atalanta: regreso a B¨¦rgamo un a?o despu¨¦s
El equipo lombardo, recuperado de la p¨¦rdida del Papu G¨®mez y de haber sufrido los estragos de la pandemia, se enfrenta al Real Madrid en el mejor momento
Una imagen con una hilera de camiones del ej¨¦rcito italiano aparcados en la avenida del cementerio de B¨¦rgamo el 18 de marzo pasado dio la vuelta al mundo. Los 70 convoyes transportaban 700 ata¨²des que el crematorio ya no pod¨ªa asumir. El mundo entendi¨® con aquella foto la verdadera magnitud del problema. El virus llevaba matando gente silenciosamente desde hac¨ªa meses en los hospitales de este rinc¨®n de Italia. De hecho, la imagen se tom¨® pocos d¨ªas despu¨¦s de la ¨²ltima alegr¨ªa que tuvo la ciudad: el Atalanta, el equipo local, hab¨ªa liquidado en su cruce de octavos de Champions League al Valencia. Muchos consideraron que aquel partido ¡ªla ida se jug¨® en Mil¨¢n porque el campo del Atalanta no ten¨ªa licencia UEFA¡ª, donde se desplazaron miles de aficionados valencianos, fue el origen de la expansi¨®n de la covid-19 en Espa?a. Sucedi¨® hace justo un a?o. Como el pase a cuartos de final del Atalanta, que ahora quiere reeditar con el cruce que le medir¨¢ en octavos al Real Madrid el mi¨¦rcoles.
B¨¦rgamo, una ciudad lombarda con una preciosa ciudadela renacentista, es tambi¨¦n uno de esos lugares borrosos en el mapa donde cristaliza la brecha entre las dos Italias. Tiene aeropuerto, est¨¢ bien conectada y las empresas crec¨ªan al mismo ritmo que cerraban en el sur. Quiz¨¢ por eso aqu¨ª fue mayor el incendio. Desde entonces, en el lugar con mayor exceso de muerte de Europa durante la pandemia, el Atalanta ha seguido siendo un consuelo para algunos. Juega como un trueno, est¨¢ en puestos de Champions y disputar¨¢ la final de la Copa de Italia contra la Juventus despu¨¦s de haber eliminado al N¨¢poles. Este domingo, los bergamascos volvieron a vencer a los napolitanos, esta vez en Liga por 4-2. Todo ello, despu¨¦s de superar el trauma de la pandemia y el de la partida de la estrella de los ¨²ltimos a?os.
El Papu G¨®mez fich¨® en el mercado de invierno por el Sevilla. Era el jugador franquicia, un mediapunta con alma de centrocampista que le daba a los lombardos una marcha m¨¢s con cada gambeta y con su visi¨®n de juego. Estaba integrado en B¨¦rgamo, sus hijos hablaban con acento de la zona y no ten¨ªa ninguna intenci¨®n de marcharse a sus 33 a?os. Pero se pele¨® con su entrenador y antiguo valedor, el genial pero complicado Gian Piero Gasperini ¡ªllegaron a las manos en el vestuario¡ª, y busc¨® una salida. Quer¨ªa quedarse en Italia. Pero el Atalanta no quiso reforzar a ning¨²n rival directo y Monchi sac¨® su prodigiosa ca?a de pescar.
La marcha del Papu, el jugador m¨¢s veterano del vestuario, ol¨ªa a fin de ciclo. Pero el equipo, gestionado artesanalmente por exjugadores (el presidente es Antonio Percassi y su hijo Luca es el consejero delegado), no lo ha notado. De hecho, se encuentra ahora m¨¢s equilibrado con la irrupci¨®n de Matteo Pessina, su sustituto en el campo. Un mediocentro de 23 a?os m¨¢s contenido, internacional por Italia, que ha dado consistencia al equipo. Y m¨¢s piernas. Hay menos altibajos ¡ªpese a que contra el Torino les remontaron un 3-0 hace dos semanas¡ª, pero el Atalanta mantiene intacta su idea de calcio total. Marcaje al hombre, presi¨®n en campo contrario y posesiones largas. Es el equipo que mejor entrena el f¨ªsico de la Serie A. A muchos les recuerda a una suerte de Liverpool lombardo. Pero sin la velocidad de sus tres atacantes y encomendado a la punter¨ªa de Ilicic y al colombiano Muriel, m¨¢ximo goleador del equipo que el domingo marc¨® un gol y dio asistencias. Y eso que suele a comenzar los partidos como suplente.
El Atalanta, acostumbrado hace unos a?os a los equilibrismos entre la Serie A y la B, sue?a hoy a lo grande. El a?o pasado se plantaron en los cuartos de final de Lisboa contra el PSG. Por poco no llegan a semifinales. Perdieron 1-2 despu¨¦s de que les empataran en el minuto 90. Nadie lo dice ahora abiertamente, pero est¨¢n convencidos de que el partido, con una sola baja (el lateral holand¨¦s Hans Hateboer) y un Real Madrid en cuadro, llega en el mejor momento para pasar p¨¢gina un a?o despu¨¦s.
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