Jos¨¦ Juan Barea: ¡°De ni?o me prohibieron anotar y aprend¨ª a jugar¡±
El base puertorrique?o, de 36 a?os, conquist¨® el anillo con Dallas en 2011 y, despu¨¦s de hacer carrera en la NBA, lleg¨® en enero a Madrid para completar la aventura y rescatar al Movistar Estudiantes
Jos¨¦ Juan Barea (Puerto Rico, 36 a?os) lleg¨® a tocar la Luna de la NBA desde su 1,78m de altura. Conquist¨® el anillo con Dallas en 2011 y despu¨¦s de tres lustros de carrera en la meca del baloncesto ...
Jos¨¦ Juan Barea (Puerto Rico, 36 a?os) lleg¨® a tocar la Luna de la NBA desde su 1,78m de altura. Conquist¨® el anillo con Dallas en 2011 y despu¨¦s de tres lustros de carrera en la meca del baloncesto lleg¨® en enero a Espa?a, la tierra de sus abuelos paternos, para completar experiencias pendientes y rescatar al Movistar Estudiantes. Es el veterano y el nuevo a la vez. Observa, aprende y lidera, mezclando pasi¨®n y paciencia, v¨¦rtigo y pausa.
Pregunta. ?C¨®mo est¨¢ viviendo estos primeros meses en Madrid?
Respuesta. Acabo de recibir la visita de mis padres, y tambi¨¦n me hacen mucha falta mi mujer y mis hijos. Nunca estuve tanto tiempo sin ellos. Por culpa de la pandemia no pueden venir y estoy bregando para que les den el permiso. La familia es clave.
P. ?C¨®mo es su familia?, ?c¨®mo recuerda su infancia?
R. Soy el menor de tres hermanos y vengo de una familia de deportistas. En mis primeros recuerdos, con tres o cuatro a?os, ya aparecen mis hermanos practicando todos los deportes que pod¨ªan. Pronto quise seguir sus pasos. Mi padre fue nadador adem¨¢s de ingeniero, y mi madre, profesora de educaci¨®n f¨ªsica, tenista y jugadora de voleibol; luego tambi¨¦n fue entrenadora en la Universidad de Puerto Rico. Uno de mis hermanos jug¨® al baloncesto y tambi¨¦n fue profesional del voleibol y el otro jug¨® hasta su etapa universitaria. Ahora uno es doctor y el otro ingeniero.
P. ?A qu¨¦ edad comenz¨® a jugar?
R. Con cinco a?os ya estaba jugando baloncesto organizado en el equipo de mi hermano. A los siete a?os mis padres ya se dieron cuenta de que ten¨ªa algo especial para este deporte. Es importante que a los ni?os les dejen so?ar y mis padres lo dieron todo por abrirme puertas, me hicieron la vida m¨¢s f¨¢cil, me impulsaron. Sin ellos no estar¨ªa aqu¨ª y me siguen ayudando mucho.
P. ?So?¨® pronto con la NBA?
R. No. De joven jugaba al baloncesto porque era muy feliz en ese ambiente, no pensaba en la NBA, solo en disfrutar. Pero, en mi ¨²ltimo a?o en la universidad en EE UU, mi entrenador me dijo: ¡°si sigues mejorando, vas a poder tener una oportunidad all¨ª¡±. Esa conversaci¨®n fue el est¨ªmulo definitivo para mirar a la NBA y decidirme a ser profesional del baloncesto. Ah¨ª s¨ª empec¨¦ a so?ar con llegar lejos.
P. ?Le gusta romper l¨ªmites?
R. S¨ª, pero siempre con paciencia, paso a paso. En mis inicios, en las ligas de Puerto Rico, con ocho o 10 a?os ya destacaba mucho, siempre me quer¨ªan subir de categor¨ªa, pero mi padre se opuso. Quer¨ªa que creciera con los ni?os de mi edad. Y entonces decidieron marcarme l¨ªmites. Pusieron una regla con la que solo pod¨ªa anotar seis puntos por partido, luego lo subieron un poquito, a 10. Mi padre dio el visto bueno y fue algo que me ayud¨® much¨ªsimo. Obligatoriamente ten¨ªa que hacer mejores a los compa?eros, pasarles mucho el bal¨®n, conocer bien el juego, ver los espacios¡ tener la conciencia y la responsabilidad de guardarme puntos para usarlos al final del partido. Fue mi mejor ayuda de cara al futuro. Esos l¨ªmites me impulsaron a crecer. Cuando me prohibieron anotar aprend¨ª a jugar.
P. As¨ª creci¨® en lo personal y en lo colectivo a la vez¡
R. S¨ª. Fue lo mejor para aprender el oficio de base y entender el juego en equipo. Yo fui base desde el primer minuto que pis¨¦ una pista de baloncesto. Siempre tuve un buen manejo de bal¨®n, me gustaba tener el control de la pelota, de los tiempos¡ y ah¨ª se gest¨® lo que me llev¨® hasta donde estoy.
P. ?Y por qu¨¦ ahora la aventura de Espa?a? ?Por prolongar su amor al baloncesto, por mantener vivo el reto de regresar a la NBA, por el v¨¦rtigo a la retirada?
R. Un poquito de todo. Desde joven, el plan era que, si no se abr¨ªa la puerta de la NBA, la opci¨®n ser¨ªa jugar en Espa?a. Siempre se habl¨® eso en casa. Despu¨¦s, gracias a dios, me fue muy bien en la NBA. Estuve mucho m¨¢s de lo que hubiera imaginado nunca, 14 o 15 a?os¡ es una barbaridad. Pero la ilusi¨®n por una experiencia en Espa?a siempre estuvo ah¨ª. Me llamaron de China, de Turqu¨ªa... y les dije que no a todos, hasta que me llam¨® el Estudiantes para venir a Madrid. Ah¨ª me lanc¨¦. Faltaban apenas cuatro meses de temporada, lo habl¨¦ con mi familia, y me vine. Fue un acierto. Est¨¢ siendo una experiencia incre¨ªble en un contexto distinto al que ten¨ªa. Mi conocimiento del juego va a mejorar seguro, porque aqu¨ª hay grandes jugadores y grandes entrenadores, muy inteligentes y muy preparados.
P. ?Qu¨¦ planes tiene para el futuro m¨¢s inmediato?
R. Cuando acabe la liga ACB en mayo ya veremos. La idea es regresar a Puerto Rico, jugar la liga de all¨ª en verano para mantenerme en forma y para cerrar el c¨ªrculo donde comenc¨¦. Y despu¨¦s ya decidir¨¦ si vuelvo a Espa?a a jugar una temporada m¨¢s o si ya paro.
P. Y, en estos meses en el Estudiantes, ?c¨®mo vive esa mezcla de ser el veterano y el nuevo a la vez?
R. Es muy raro. Me siento un reci¨¦n llegado y me gusta escuchar mucho para aprender. Pero, a la vez, me miran como el ejemplo a seguir. Todos observan atentos lo que hago, demandan mi liderazgo, as¨ª que tengo que equilibrar todo eso y acostumbrarme r¨¢pido a todo.
P. ?C¨®mo es su liderazgo?
R. La gran ense?anza que aprend¨ª con el tiempo es que lo fundamental es crear buena qu¨ªmica en el equipo, es b¨¢sico para luego jugar bien. En eso soy muy grande. Tambi¨¦n en transmitir paciencia en todo lo que se hace en la vida. Si esto fuera f¨¢cil, todo el mundo lo har¨ªa bien. Ahora estamos en un momento dif¨ªcil, intentando mejorar poco a poco, pero hay que tener paciencia y confiar en el trabajo. Cada victoria cuesta mucho, pero tambi¨¦n se valora al m¨¢ximo, es lo bueno de esta experiencia.
P. ?Ha tenido muchos momentos dif¨ªciles en su carrera?
R. Tanto en la universidad, como en mis inicios en EE UU, hubo muchos momentos en los que pens¨¦ en coger un avi¨®n y volverme a Puerto Rico. Sab¨ªa que iba ser muy dif¨ªcil entrar en la NBA, pero pele¨¦ y pele¨¦ por tener oportunidades m¨¢s all¨¢ del draft. Fue duro llegar, despu¨¦s fue muy duro aguantar los dos primeros a?os casi sin jugar. Tuve que tener mucha paciencia y mucha fortaleza mental. Pero soy un muchacho muy positivo y ese optimismo me rescat¨® muchas veces.
P. ?Qu¨¦ impacto le dej¨® la NBA cuando empez¨® a disfrutarla?
R. Al principio no te lo crees. Despu¨¦s cuando sientes que te est¨¢s estableciendo en la liga llega la confianza, y el reto constante de aprender y mejorar para crecer. Solo as¨ª consigues llegar a otros niveles. Impresiona todo, los medios materiales, el trato a los jugadores, la cantidad de partidos, la velocidad a la que va todo. Piensas que est¨¢n locos, pero luego creas tu familia en el equipo y tambi¨¦n en la liga.
P. ?C¨®mo analiza la evoluci¨®n del juego en estos a?os?
R. El baloncesto en la NBA y en el resto del mundo vive ahora un tiempo favorable para los bajitos, pero este siempre ser¨¢ un deporte de altos. Esto es c¨ªclico, ahora se buscan p¨ªvots muy m¨®viles y se les exige mucho recorrido, en consonancia con el juego veloz y la importancia del tiro exterior, pero los grandes siempre tienen su espacio y as¨ª seguir¨¢ siendo. Los bajitos tenemos que buscar la supervivencia. Tenemos que ser m¨¢s atrevidos, tomar m¨¢s riesgos, ser m¨¢s duros¡ un poquito de todo. Pero el talento no tiene medida y se abre paso siempre. Ahora lo demuestra Luka [Doncic]. Va a ser un grande porque quiere ser el mejor. Le encanta competir y se transforma en la pista.
P. ?Con qu¨¦ se puede comparar ganar la NBA?
R. Ganar el anillo es la definici¨®n de culminaci¨®n. Es llegar a lo m¨¢s alto que puedes aspirar. Compensa todo el sacrificio. Todos los miembros de aquel equipo ¨¦ramos y seremos amigos de por vida por lo que logramos esa temporada. La gloria es una mezcla de felicidad y alivio. Recuerdo las caras de mi familia, sus miradas me dieron la dimensi¨®n de la haza?a. Jam¨¢s he vuelto a vivir ese sentimiento. Como dije en mi despedida, Dallas ser¨¢ para siempre mi segunda casa. Quitando a Dirk [Nowitzki], que es el gran emblema, nadie am¨® esa camiseta m¨¢s que yo, por el v¨ªnculo que creamos all¨ª.
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