Pablo Longoria: ¡°El Marsella es el Boca Juniors de Europa¡±
El nuevo presidente del club m¨¢s laureado de Francia es un espa?ol de 34 a?os criado en la cultura de la superinformaci¨®n y amante de los juegos electr¨®nicos
Rostro oval, piel cetrina, bigote incipiente y aire juvenil bajo un flequillo decimon¨®nico, componen la figura de la videollamada. En la redacci¨®n de la revista francesa So Foot le apodan Proust y es imposible no relacionar esa imagen con el retrato del autor de En Busca del Tiempo Perdido. Solo que Pablo Longoria (Oviedo, 34 a?os) no parece haber perdido ni un segundo. A finales de febrero, el magnate estadounidense Frank McCourt lo puso al frente de su empresa, el Olympique de Marsella, la instituci¨®n futbol¨ªstica con m¨¢s solera de Francia, convirti¨¦ndolo en el primer presidente millennial y gamer de la historia de los grandes clubes de Europa.
Pregunta. ?Cu¨¢l fue su primer trabajo en el f¨²tbol?
Respuesta. Empec¨¦ colaborando en Punto Radio. Pero siempre quise trabajar en la estructura de un club. Como era tremendamente dif¨ªcil, la primera experiencia que tuve fue con Eugenio Botas. Un d¨ªa me present¨¦ en su oficina, le dej¨¦ mi curriculum vitae y le present¨¦ un libro que hab¨ªa hecho con diez jugadores j¨®venes. ¡°Quiz¨¢s te sea ¨²til¡±, le dije. Me termin¨® llamando.
P. ?Recuerda qu¨¦ conten¨ªa aquel curr¨ªculum?
R. Lo iba hinchando. Que abr¨ª una p¨¢gina web, que colaboraba en radio, que hac¨ªa colaboraciones en algunas p¨¢ginas de Internet¡ L¨®gicamente era un curr¨ªculum vac¨ªo. Creo que Eugenio valor¨® m¨¢s la valent¨ªa que le ech¨¦ present¨¢ndome. ?l ten¨ªa una empresa de asesoramiento a clubes. Ah¨ª empec¨¦ a asesorar al Recreativo y al Racing. Y m¨¢s adelante, fui un poco por mi cuenta: Newcastle, Recre, Atalanta, Sassuolo, Juventus, Valencia...
P. ?Qu¨¦ habilidad tiene usted que hace que los clubes le contraten?
R. Al principio ofrec¨ªa algo diferente. Era un chaval de 20 a?os con un conocimiento de f¨²tbol, de situaciones, de diferentes mercados en un momento en el que no exist¨ªan tantas herramientas tecnol¨®gicas como ahora. La gente simplemente dec¨ªa: ¡°Nos puede ser ¨²til porque tiene mucha informaci¨®n¡±. M¨¢s adelante quiz¨¢s lo que llam¨® la atenci¨®n puede ser una sensibilidad a la hora de analizar a los jugadores. Creo que ese ese el punto en el que m¨¢s me he destacado para crecer.
P. ?C¨®mo desarroll¨® esa sensibilidad?
R. Tienes que tratar de distinguirte por ser t¨² mismo. ?Qu¨¦ es lo que quiz¨¢s marc¨® la diferencia? Que a la hora de ver jugadores yo soy un loco. Llevo viendo Europeos sub-16, sub-17 y campeonatos de j¨®venes desde que tengo 12 a?os. La autocr¨ªtica me ayud¨® a desarrollar un m¨¦todo o un par¨¢metro de valoraci¨®n. Entender por qu¨¦ un jugador en el que yo cre¨ªa mucho cuando era joven no llegaba a nada, y analizarme a m¨ª mismo haciendo autocr¨ªtica para detectar cu¨¢les son los factores que han llevado a un jugador a un punto positivo o no. Todav¨ªa analizo con tres, cuatro a?os vista, por qu¨¦ me he equivocado en las valoraciones.
Lo que llam¨® la atenci¨®n a los clubes puede ser mi sensibilidad. A la hora de ver jugadores yo soy un loco. Llevo viendo Europeos sub-16 y sub-17 desde los 12 a?os
P. Los brokers burs¨¢tiles describen una relaci¨®n de sesgos emocionales que hacen que a la hora de valorar activos financieros se cometan errores m¨¢s o menos previsibles. ?Cu¨¢l es el sesgo que m¨¢s tienen que evitar los tasadores de futbolistas?
R. No es lo mismo analizar un jugador joven que un jugador en su plenitud. Para m¨ª, lo m¨¢s importante cuando ves a un joven es la sensaci¨®n que te hace ver m¨¢s all¨¢, al jugador del futuro, en base a par¨¢metros muy sensibles y de sensaciones que te cree el jugador. M¨¢s all¨¢ de muchos conceptos como pueden ser las aceleraciones, la velocidad, la alta intensidad, la t¨¦cnica¡ En relaci¨®n a los jugadores m¨¢s expertos, a partir de los 23 a?os, cuando tienen m¨¢s de 100 partidos como profesionales, la clave es la adaptaci¨®n a una idea concreta de juego, en relaci¨®n a la filosof¨ªa y a la historia que tiene tu equipo detr¨¢s.
P. El ultimo factor que mencion¨® es la t¨¦cnica. ?La clase est¨¢ sobrevalorada?
R. Prefiero pensar en casos concretos, en jugadores de los que yo sepa el desarrollo natural que van a tener cuando son j¨®venes, a jugadores que solo tienen t¨¦cnica. En el f¨²tbol moderno la t¨¦cnica tiene que aplicarse a una idea de intensidad, de jugar con velocidad, con aceleraci¨®n. La t¨¦cnica es un recurso que te permite ganarle tiempo a la jugada en un f¨²tbol que evoluciona hacia lo f¨ªsico y la alta intensidad.
P. Se dice que usted era un virtuoso del F¨²tbol M¨¢nager, el juego electr¨®nico de Sega.
R. Eso es una leyenda que se ha creado. No es del todo cierto. Siempre digo que a la generaci¨®n de los que estamos entre los 30 y los 40 en Espa?a no nos marc¨® el F¨²tbol M¨¢nager sino el PC F¨²tbol. Mi generaci¨®n se pas¨® horas y horas jugando al PC F¨²tbol y tratando de imaginar c¨®mo construir un equipo, c¨®mo fichar y c¨®mo vender jugadores. En mi caso era un poco diferente porque me gustaba jugar al PC Calcio: fue lo que me regalaron. Y con cinco a?os me conoc¨ªa todas las plantillas del f¨²tbol italiano y todos sus mecanismos. Esa pasi¨®n que tuve por el f¨²tbol italiano fue lo que me hizo orientar mi carrera hacia algo m¨¢s internacional.
P. Su generaci¨®n se ha criado en la cultura de la superinformaci¨®n que deriva de Internet. Est¨¢ de moda el an¨¢lisis de datos. ?Usted c¨®mo lo emplea para gestionar la pol¨ªtica deportiva?
R. Un exceso de informaci¨®n es tan peligroso como no tener informaci¨®n. Lo m¨¢s importante es no trabajar sobre la cantidad sino mucho sobre la calidad, orientado siempre a hacer algo muy concreto. Lo m¨¢s importante es la concreci¨®n. A los datos les doy mucha importancia pero subordin¨¢ndolo a la sensibilidad del scouting tradicional, sobre todo de adaptaci¨®n del jugador que buscas a una idea de juego. En el OM tenemos un departamento muy bueno de an¨¢lisis: tratamos de crear m¨¦tricas propias para el an¨¢lisis de jugadores en base a nuestra filosof¨ªa de juego.
El proyecto que intentamos realizar con Sampaoli intenta ser una vuelta al amateurismo, a la esencia de tener pasi¨®n por jugar al f¨²tbol, divertirte jugando y dar placer a los aficionados
P. El modelo de Udinese cre¨® tendencia: gran red de ojeadores, captaci¨®n de jugadores j¨®venes infravalorados, y aumento exponencial de los ingresos gracias a las ventas de esos activos, a veces sobrevalorados. ?Ese es el futuro de los clubes peque?os y medianos?
R. Udinese ha sido brillante durante muchos a?os quiz¨¢s porque Udine es perfecta para eso: es una ciudad de monta?a, cerca de la frontera con Eslovenia. Lo que funciona en Udine puede que no funcione en Tur¨ªn. Hay que adaptar el modelo a la historia y a la ciudad. Tienes que pensar que los dos activos m¨¢s importantes de un club de f¨²tbol son el estadio propio y cada uno de los jugadores que tienes en tu plantilla, que siempre se revalorizan no solo por la calidad individual que tengan sino por el rendimiento colectivo y, sobre todo, por el resultado deportivo. Creo que el resultado deportivo es el mayor veh¨ªculo de canalizaci¨®n de un ejercicio econ¨®mico: cuando tienes buenos resultados todos los ingresos aumentan. Tienes que hacer f¨²tbol de una forma ¨¦tica y equilibrada. ?C¨®mo? Buscando un resultado deportivo pero tambi¨¦n teniendo activos dentro de tu plantilla que sean j¨®venes, exportables; porque la compraventa de jugadores es lo que te permite hacer el equilibrio econ¨®mico o lograr super¨¢vit.
P. El equipo sigue atascado entre el sexto y el quinto puesto, y uted lleg¨® a la presidencia despu¨¦s de una revuelta popular que desencadena la destituci¨®n del entrenador, Villas Boas, y el cese del anterior presidente. ?Qu¨¦ aprendi¨® de esa crisis?
R. La violencia siempre tiene que ser condenada. Vivimos en una sociedad en la que los hechos de violencia cada vez est¨¢n m¨¢s justificados, sorbe todo la violencia gratuita de las redes sociales. Pero desde la gesti¨®n de un club de f¨²tbol tu ¨²nica forma de responder es tratar de hacer f¨²tbol para tu gente con el respeto de los valores hist¨®ricos y la idiosincrasia del club para el que trabajas. Es fundamental recuperar la esencia: jugar al f¨²tbol para dar placer a tus aficionados. Cuando t¨² eres dirigente es como si la afici¨®n te regalase algo: ¡°gestiona mi pasi¨®n y mi sentimiento¡±. El f¨²tbol es un veh¨ªculo social que te permite experimentar una serie de sentimientos que tu vida cotidiana no te genera. Como dirigente t¨² eres el garante de los sentimientos de la gente.
P. Su primera decisi¨®n estrat¨¦gica fue fichar a Sampaoli. ?Por qu¨¦?
R. Para volver al sentimiento puro de Marsella. Es fundamental que cualquier espectador que vaya al campo sienta una identificaci¨®n. La decisi¨®n pasa por dos puntos: un punto sentimentalista, porque Sampaoli encaja perfectamente con la mentalidad de la ciudad y del club, recuperando valores hist¨®ricos; y por otra parte con una propuesta futbol¨ªstica que la gente aqu¨ª demanda. Presi¨®n alta, agresividad en la presi¨®n tras p¨¦rdida, tratar de guardar la posesi¨®n de bal¨®n para ser un equipo que pueda defender en bloque alto en la mayor¨ªa de las acciones¡ Ese modelo est¨¢ mucho m¨¢s arraigado en la mentalidad de la afici¨®n que cualquier otro. No es supremacismo. Pero Marsella es una ciudad muy pasional y necesitas una idea de juego igualmente pasional.
P. ?C¨®mo definir¨ªa esa pasi¨®n?
R. Yo cuando voy a fichar un jugador, especialmente si son sudamericanos, les digo: ¡°Vienes a jugar a Boca Juniors de Europa¡±. En Marsella el esfuerzo no es negociable. Hay tres ciudades muy similares en el mundo: por una parte N¨¢poles, por otra Buenos Aires y Montevideo. N¨¢poles no tanto, porque Marsella es un puerto de entrada de inmigrantes y es una ciudad trabajadora y es un mix de culturas. Por eso es muy bueno el s¨ªmil de Boca.
La formaci¨®n en Francia es equiparable a la formaci¨®n de los jugadores del baloncesto en Estados Unidos. Es el f¨²tbol que todav¨ªa se juega en la calle, es la formaci¨®n individual antes que colectiva. Francia en cuanto a f¨²tbol es la NBA de Europa
P. La afici¨®n y la plantilla son franc¨®fonas. Sin embargo, vimos que Marcelo Bielsa fue idolatrado sin hablar una sola palabra de franc¨¦s, y Sampaoli habla en castellano. ?C¨®mo resuelven la cuesti¨®n ling¨¹¨ªstica?
R. El idioma oficial del club es y debe ser el franc¨¦s. Pero el lenguaje del f¨²tbol es universal: lo que importa son los conceptos que se transmitan y no la palabrer¨ªa que rodea los conceptos. Si defines esos conceptos toda la gente te va a seguir. ?C¨®mo los comunicas? Marsella es una ciudad de integraci¨®n en la que todo el mundo tiene su lugar; y por tanto quiz¨¢s aqu¨ª sea donde a todos se nos permite hablar en nuestra lengua madre para que podamos convivir. Esta es una de las ciudades de Europa que, sin ser capitales de Estado, tiene un mayor n¨²mero de nacionalidades distintas.
P. Sampaoli dice que ha venido a ofrecer una cultura. ?A qu¨¦ se refiere?
R. Por una parte a crear una cultura del trabajo. Es un acierto porque Marsella no es una ciudad sofisticada. Es una ciudad de esencia, genuina. El proyecto que intentamos realizar intenta ser una vuelta al amateurismo, a la esencia de tener pasi¨®n por jugar al f¨²tbol, a la esencia de divertirte jugando, y pensar que t¨² haces f¨²tbol para tus aficionados y t¨² puedes provocar emociones en la gente. Y que si vamos todos en la misma direcci¨®n esas emociones son un catalizador para que todos logremos el ¨¦xito. ?Es importante la especulaci¨®n racional? S¨ª, pero son m¨¢s importantes los valores: lo que hizo que un d¨ªa nos enamor¨¢semos del f¨²tbol.
P. El f¨²tbol franc¨¦s de clubes ocupa el octavo puesto del r¨¢nking FIFA. ?A qu¨¦ se debe la depresi¨®n?
R. El f¨²tbol franc¨¦s vive una b¨²squeda de direcci¨®n. Los problemas con Mediapro, la negociaci¨®n de los derechos de televisi¨®n, nos ha hecho plantearnos muchas preguntas de hacia d¨®nde queremos ir. Creo que el contrato de Mediapro nos pod¨ªa permitir no ser un pa¨ªs tan exportador. Estamos en un punto donde buscamos nuestra identidad como campeonato: si continuar siendo un campeonato exportador de talento en el que los jugadores salen de la Ligue 1 con 18, 19, 20 a?os y as¨ª es dif¨ªcil aumentar el nivel, o ser un campeonato que logre establecerse dentro del top cinco europeo con una mayor seriedad. Entiendo que el campeonato franc¨¦s es complicado por el gran n¨²mero de transiciones y el gran poder¨ªo f¨ªsico de los jugadores. Cuando juegas muchos partidos te ves superado por el ritmo y hay que buscar ese equilibrio a?adiendo pausa. El equipo nacional juega de una manera especulativa buscando siempre el contragolpe y aprovechando la velocidad de sus jugadores ofensivos mediante una buena organizaci¨®n defensiva; pero en la Ligue 1 se juega de una forma completamente diferente; y el PSG trata de ser muy propositivo dando rienda suelta a las individualidades. No hay una l¨ªnea de coherencia l¨®gica. Somos los propios dirigentes que tenemos cierta categor¨ªa en el f¨²tbol franc¨¦s los que tenemos que dar a cada uno de nuestros clubes una identidad muy clara.
P. ?Cu¨¢les son las ventajas y los d¨¦ficits de la cantera de Francia?
R. Todos los clubes van a fichar a Francia porque es el pa¨ªs exportador por excelencia en Europa por esa mezcla de culturas. Pero hay algo fundamental que uno tiene que entender: la formaci¨®n en Francia es equiparable a la formaci¨®n de los jugadores del baloncesto en Estados Unidos. Es el f¨²tbol que todav¨ªa se juega en la calle, es la formaci¨®n individual antes que colectiva. Francia en cuanto a f¨²tbol es la NBA de Europa. Se forman jugadores muy individualistas, no dentro de una idea muy concreta de juego, precisamente por esa b¨²squeda de la identidad. En Francia no hay un modelo franc¨¦s de juego. Objetivamente, si analizamos todo el globo, es uno de los pa¨ªses que menos entrenadores exportan. No venden ideas colectivas. Pero a t¨ªtulo individual es el que m¨¢s jugadores exporta porque el jugador franc¨¦s sigue jugando en la calle, especialmente en muchos barrios de Par¨ªs, Marsella y Ly¨®n. Ah¨ª los ni?os siguen jugando en la calle y eso hace que tengan una formaci¨®n individualista que les ayuda a marcar las diferencias, pero no se forman para integrarse en un modelo de juego.
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