El City de Guardiola alcanza su primera semifinal
El cuadro ingl¨¦s consigue dominar al Dortmund con un global de 4-2, sin brillo pero con oficio, y ahora se medir¨¢ al PSG de Neymar y Mbapp¨¦
El City de Guardiola jugar¨¢ su primera semifinal de la Champions tras encallar cuatro a?os consecutivos en los cuartos. Lo consigui¨® sin deslumbrar pero con oficio despu¨¦s de una eliminatoria muy trabajada frente a un adversario que compiti¨® con m¨¢s instinto que organizaci¨®n y acab¨® perdiendo por un global de 4-2. El Dortmund se defendi¨® con generosidad pero no consigui¨® arrimarse lo suficiente a Erling Haaland, el islote que le salvar¨ªa del naufragio, autor de un solo tiro en toda la noche y responsable de la jugada del 1-0 que durante una hora puso en apuros a su rival. ¡°?Por fin hemos subido este escal¨®n!¡±, dijo Guardiola a las televisiones, euf¨®rico tras el pase. En el siguiente cap¨ªtulo espera el PSG, m¨¢s que escal¨®n, pared.
Hubo un periodo de reconocimiento en el que los dos equipos exploraron el territorio con mucho tacto. Cada jugador examin¨® los lugares del campo que pod¨ªa habitar en funci¨®n de aquello que hac¨ªan o dejaban de hacer los oponentes y los compa?eros. Inhibidos por la trascendencia del momento, los futbolistas del City no tardaron en descubrir que los 7.000 metros cuadrados de hierba del Westfalenstadion conten¨ªan una geograf¨ªa accidentada con una zona pr¨¢cticamente inaccesible frente a la porter¨ªa de Hitz. No cambi¨® el esquema ni el planteamiento, culminado con dos interiores y Bernardo Silva de falso nueve. Cambiaron los estados de ¨¢nimo. Si en la Premier habitualmente consiguen alternar movimientos y pases que abren l¨ªneas, en Dortmund sufrieron interrupciones, hostigamiento y cortes de suministro. Cuando perdieron la pelota, De Bruyne, Foden, Mahrez y Bernardo subieron a presionar y se encontraron intimidados al ver que Hummels, Guerreiro, Dahoud o Reus, se la escond¨ªan. Como ninguno profundizaba, los minutos fueron consumi¨¦ndose entre maniobras tibias de avance y retroceso a lo largo de la pradera.
Hab¨ªa transcurrido un cuarto de hora de tensa banalidad cuando Can hizo una conducci¨®n hacia el c¨ªrculo central y envi¨® un pase de 40 metros bombeado a la zona que cubr¨ªa Stones. Cuando el central comenz¨® a reaccionar, Haaland ya se hab¨ªa desmarcado y controlaba la pelota. Su pase a Dahoud produjo un disparo, un rebote, y la aparici¨®n de Bellingham en el borde del ¨¢rea. El ingl¨¦s, que tiene 17 a?os y nunca hab¨ªa marcado un gol con el Dortmund, le peg¨® con la sangre fr¨ªa de los especialistas. Fue el 1-0 y coloc¨® al City virtualmente fuera de las semifinales.
El Dortmund sac¨® provecho de una jugada cualquiera convertida en un episodio de alto riesgo por la sagacidad de Haaland. El aguijonazo someti¨® a los jugadores del City a una prueba de resistencia nerviosa. Durante el largo trayecto que recorrieron hasta el descanso controlaron el terreno y la pelota sin que sobre el partido dejara de gravitar la sensaci¨®n de que cada minuto corr¨ªa en favor de la defensa local, protagonizada por Bellingham, ubicuo tambi¨¦n en su ¨¢rea, en donde despej¨® una incursi¨®n de Mahrez que parec¨ªa definitiva. Akanji y Dahoud, con sendos disparos, recordaron al City que su dominio pod¨ªa esfumarse de un momento a otro. Solo De Bruyne, aprovechando una imprudencia de Morey, replic¨® con un tiro que peg¨® en la cruceta.
El City insist¨ªa con m¨¢s convicci¨®n despu¨¦s del descanso cuando sus giros de pases alrededor del ¨¢rea encontraron una brecha. Fue por la izquierda, despu¨¦s de una triangulaci¨®n inteligente de Rodri con Bernardo y Foden. El centro del ingl¨¦s fue despejado por Can empleando el brazo y el ¨¢rbitro se?al¨® el penalti. Una vez m¨¢s, el veterano centrocampista alem¨¢n se comport¨® como un distra¨ªdo debutante. La enso?aci¨®n en horas cr¨ªticas forma parte de su car¨¢cter.
El penalti ejecutado por Mahrez desahog¨® al City al tiempo que traslad¨® sobre su rival la necesidad de intervenir para salvarse. De la agitaci¨®n que sobrevino en el campo alem¨¢n sac¨® provecho De Bruyne, aparentemente decidido a liderar a su equipo. El belga resolvi¨® que si no pod¨ªa desequilibrar asoci¨¢ndose, lo har¨ªa por las bravas, y antes de que se cumpliera el tiempo reglamentario se fue de Can y de Hummels con una conducci¨®n soberbia que acab¨® en disparo y en c¨®rner gracias a los dedos de Hitz.
Del c¨®rner vino el pase r¨¢pido de Bernardo a Foden y el zurdazo al primer palo que col¨® el bal¨®n a la red. El goleador, elegido por Guardiola en detrimento de Sterling, corri¨® hacia el banquillo a celebrar abrazado al entrenador espa?ol, que por fin regresa a una semifinal de la Champions.
¡°Esta competici¨®n es muy injusta¡±
¡°Ese abrazo es para todala afici¨®n, todo el club, toda la gente que trabaja en el City¡±, dijo Guardiola; ¡°es una celebraci¨®n por lo que hemos conseguido esta temporada. Nos falta ganar tres partidos para ganar la Premier, estamos en las semifinales de la Champions, en las semifinales de la Copa, y en la final de la Copa de la Liga¡±.
¡°Esta competici¨®n es bonita, pero al mismo tiempo es muy injusta¡±, concluy¨® el t¨¦cnico. ¡°Juegas once meses por la Premier, por la Copa, y si quedas eliminado en cuartos de la Champions te acusan de fracasar. Hoy nos concedieron un penalti por mano. Pudieron no concederlo. As¨ª nos quedamos fuera de semifinales en 2019, despu¨¦s de una mano de Llorente, del Tottenham, en su ¨¢rea. Esta competici¨®n depende de esas situaciones¡±.
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