Rotundo despegue de Nadal en Montecarlo

Al pobre Federico Delbonis se le junt¨® todo. Ven¨ªa tocado, con una cinta compresora envolvi¨¦ndole el rotuliano derecho y otro vendaje rode¨¢ndole la r¨®tula de la misma rodilla. Y, para colmo, la peor de las suertes porque enfrente estaba Rafael Nadal, en una de las pistas predilectas del mallorqu¨ªn, y este con ganas de marcar territorio en una puesta de largo traducida en toda una declaraci¨®n de intenciones: aqu¨ª mando yo. Qued¨® muy claro. ...

Al pobre Federico Delbonis se le junt¨® todo. Ven¨ªa tocado, con una cinta compresora envolvi¨¦ndole el rotuliano derecho y otro vendaje rode¨¢ndole la r¨®tula de la misma rodilla. Y, para colmo, la peor de las suertes porque enfrente estaba Rafael Nadal, en una de las pistas predilectas del mallorqu¨ªn, y este con ganas de marcar territorio en una puesta de largo traducida en toda una declaraci¨®n de intenciones: aqu¨ª mando yo. Qued¨® muy claro. Nadal, la tierra y Montecarlo, letal combinaci¨®n para cualquiera. El infortunio de los infortunios para el argentino, resignado y que, sabedor de su m¨¢s que probable destino, guerre¨® como pudo, lo poquito (muy poquito) que le permiti¨® su rival: 6-1 y 6-2, en 1h 20m.

En media hora, el espa?ol ya hab¨ªa cerrado el primer set. A prori, Delbonis era una buena piedra de toque para calibrar si las buenas sensaciones adquiridas durante los dos ¨²ltimos meses de pretemporada, en el intervalo del Open de Australia hacia la estaci¨®n de arcilla, ten¨ªan continuidad en el primer ensayo con fuego real. Y as¨ª fue. La ¡°confianza¡± que transmiti¨® el de Manacor en la previa del torneo se prolong¨® en una primera cita que al inicio apuntaba a aperitivo y luego s¨ª le ofreci¨® lo que m¨¢s le interesaba; esto es, algo de ritmo y un cuerpeo m¨ªnimo con el argentino (30 a?os, 87? del mundo) para verificar los biorritmos. A tenor de lo visto, y despu¨¦s de 56 d¨ªas sin competir, estos son m¨¢s que positivos.

Fue una jornada placentera, a pedir de boca. Eso s¨ª, desangelada, sin aficionados. Hac¨ªa fresquito en M¨®naco, donde Toni Nadal, ahora aliado con F¨¦lix Auger-Aliassime, apeado en la primera ronda, no quiso perderse el estreno de su sobrino y lo presenci¨® desde la balconada. Debi¨® de gustarle lo visto. Nadal, de lila Real Madrid en la indumentaria, le peg¨® bien a la bola, encontr¨® profundidad con la derecha y aceleraci¨®n con el rev¨¦s; test¨® con ¨¦xito la defensa, sirvi¨® correctamente y, sobre todo, regres¨® a la acci¨®n con absoluta naturalidad en los movimientos. Piernas y m¨¢s piernas para todo. A partir de ah¨ª, disfrute, y Delbonis remando y remando para, al menos, proponer un min¨²sculo nudo al recortar en la segunda manga del 3-0 al 3-2. Lo sorte¨® sin ning¨²n tipo de apuro el balear y este jueves (hacia las 15.00, #Vamos) se medir¨¢ al b¨²lgaro Grigor Dimitrov (7-6(3) y 6-4 a J¨¦r¨¦my Chardy).

¡±En realidad, desde que volv¨ª de Melbourne no he estado parado casi ning¨²n d¨ªa. Tuve que frenar algunas semanas por la espalda [en Australia fue sometido a una infiltraci¨®n cervical], pero segu¨ª yendo al gimnasio¡±, contest¨® cuando le preguntaron sobre la pausa entre el 17 de febrero, cuando cedi¨® en los cuartos de Australia contra Stefanos Tsitsipas, y la reaparici¨®n de ayer. ¡°A estas alturas de mi carrera, si paras luego cuesta mucho trabajo poner en forma el cuerpo; por eso, debo buscar un equilibrio adecuado y hacer las rutinas diarias para estar listo¡±, continu¨® Nadal, que persigue su duod¨¦cimo t¨ªtulo en Montecarlo y quit¨® hierro al susto de dos d¨ªas atr¨¢s, cuando se anunci¨® el positivo de Daniil Medvedev, con el que hab¨ªa compartido entrenamiento.

¡°Yo s¨ª me voy a vacunar¡±

¡°Nunca estuve a menos de cuatro metros de ¨¦l, excepto cuando nos acercamos para saludarnos¡±, explic¨® antes de pronunciarse, porque as¨ª se le plante¨®, sobre la vacunaci¨®n: ¡°Es la ¨²nica manera de salir de esta pesadilla que estamos sufriendo desde hace m¨¢s de un a?o. Siempre hay noticias que van saliendo, cosas que van sucediendo¡­ Pero sin fijarnos en el peque?¨ªsimo porcentaje, fij¨¢ndonos en el inter¨¦s general, que es lo que nos tiene que mover cuando hay tanta gente que est¨¢ sufriendo, lo l¨®gico es hacerlo. Yo s¨ª voy a vacunarme¡±.

Antes de que ¨¦l interviniera, Novak Djokovic super¨® con nota la envenenada prueba de Yannik Sinner, uno de los j¨®venes que m¨¢s alto apuntan y con hechuras de magn¨ªfico jugador. El italiano, de 19 a?os, supon¨ªa un escollo m¨¢s que considerable para abrir boca, pero el n¨²mero uno logr¨® resolver el estreno con comodidad (6-4 y 6-2) y se enfrentar¨¢ este jueves a Daniel Evans.

Durante el duelo, uno y otro exhibieron lo que son: el serbio, un fuera de serie que este a?o ha ganado los 10 partidos que ha jugado y que gobierna con soberana autoridad; el otro, un fabuloso proyecto que est¨¢ en camino y que, pese a su juventud, ya es capaz de tutear en los peloteos a quien sea y donde sea, ll¨¢mese Djokovic o el mism¨ªsimo Nadal, como ya hiciera en el cruce contra el espa?ol en el ¨²ltimo Roland Garros.

Sin titubeos, Nole (33 a?os) arranc¨® el torneo con el turbo activado, intimidando con el rev¨¦s y la dejada, recurso en el que como viene siendo habitual en los ¨²ltimos tiempos, insisti¨® una y otra vez. Le sali¨® bien la apuesta y aplac¨® la impetuosa r¨¦plica del italiano, desinflado conforme el de Belgrado empez¨® a imprimirle m¨¢s y m¨¢s ritmo al partido. Djokovic cerr¨® el primer parcial al resto y en el segundo, con Sinner intentando coger aire entre los intercambios, sigui¨® impartiendo la lecci¨®n. Es decir, el chico no se fue de vac¨ªo. Consciente de hasta d¨®nde puede llegar, tambi¨¦n comprob¨® que en el trayecto necesitar¨¢ ganar varias marchas para desbancar a la vieja guardia.

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