Guardiola penaliza al PSG
El Manchester City anula a Mbapp¨¦ a costa de ceder la iniciativa al conjunto franc¨¦s, que se adelanta pero no logra defender la ventaja, penalizado por los errores de Keylor y su defensa (1-2)
La semifinal de la Liga de Campeones entre PSG y Manchester City se present¨® con la apariencia de final anticipada. Se med¨ªan los equipos m¨¢s opulentos que le restan al torneo en un duelo de alcance geopol¨ªtico, financiados como est¨¢n los clubes por monarqu¨ªas del Golfo P¨¦rsico embarcadas en una carrera febril por levantar la Copa de Europa. El cartel promet¨ªa un espect¨¢culo grandioso. El partido de ida, sin embargo, se dirimi¨® entre el c¨¢lculo t¨¢ctico, las jugadas a bal¨®n parado, y hasta la intervenci¨®n del VAR para expulsar a Gueye a falta de diez minutos. Fue superior el PSG en la primera parte y replic¨® el City en la segunda. Remont¨® De Bruyne con un gol m¨¢s o menos fortuito ¡ªse equivoc¨® Keylor¡ª y Mahrez clav¨® la falta del 1-2 por una brecha en la barrera. El resultado entreabre a Guardiola la puerta que conduce a su primera final de Champions fuera del Bar?a.
Los primeros 45 minutos de la eliminatoria recrearon la victoria p¨ªrrica de Guardiola en el plano t¨¢ctico. El City anul¨® a Mbapp¨¦ y en el proceso se deform¨®. De la transformaci¨®n de todo el equipo para protegerse surgieron las dudas de sus jugadores, y en la incertidumbre sobrevino la crisis. Durante media hora los visitantes buscaron su lugar en el campo sin encontrarlo, porque en primer lugar perdieron el control del bal¨®n que constituye su identidad. El PSG no necesit¨® de Mbapp¨¦ para ocupar el campo contrario y derramar aproximaciones y c¨®rners. A la salida de un tiro de esquina Marquinhos cabece¨® el 1-0.
La paradoja de un modelo que exige aplicaci¨®n fan¨¢tica para su pleno desarrollo convierte a Guardiola en un cautivo. El entrenador m¨¢s dotado que existe para activar la bomba del 4-3-3 es v¨ªctima de una contradicci¨®n verificada desde hace cinco a?os en cada uno de los cruces que le han dejado fuera de la Champions. Mayor prudencia conduce a mayor riesgo. Retrasar 15 metros a Gundogan para auxiliar a Rodri casi siempre ha tenido efectos contraproducentes en la medida en que ha restado conexiones a esa sinapsis que el equipo fomenta en su m¨¢xima expresi¨®n con De Bruyne, Foden y Bernardo Silva.
En el Parque de los Pr¨ªncipes se repiti¨® la operaci¨®n tantas veces frustrada. Gundogan se emparej¨® con Rodri en el arranque de las jugadas mientras Cancelo, seleccionado por su presencia f¨ªsica, permaneci¨® en el lateral izquierdo cerrando el carril. As¨ª Mbapp¨¦ qued¨® aislado, y el PSG no logr¨® completar contragolpes claros porque Verratti y Paredes no lograron enderezar los primeros pases. Pero cuando el City recobr¨® la pelota perdi¨® tiempo en situarse y el ritmo de las entregas nunca fue suficiente. ¡°?Mueve Rodri! ?Mueve!¡±, gritaba Guardiola desde la banda, pidiendo pases a uno o dos toques. Pero sus jugadores, demasiado separados entre s¨ª, no lograron atinar sus intentos o condujeron donde no deb¨ªan.
Hubo una jugada sintom¨¢tica antes de la media hora. Gundogan traspas¨® la l¨ªnea del mediocampo y, sin acompa?ar la jugada, envi¨® el bal¨®n a Foden para que encarara a los defensas. Cuando Foden perdi¨® la pelota, Gundogan estaba a 30 metros de distancia, incapacitado para presionar a tiempo a los rivales que sal¨ªan y se apoyaban en Di Mar¨ªa. Fue en acciones as¨ª como el PSG comenz¨® a dominar todos los registros del partido, orientado con la br¨²jula de Neymar, su contramaestre Verratti, y el siempre impredecible Di Mar¨ªa.
Apremiado por la necesidad de reaccionar al 1-0, Gundogan dio un paso adelante. T¨ªmidamente, pero paso al fin. El movimiento, sumado a la sustituci¨®n de Cancelo por Zinchenko tras el descanso, ayud¨® al City a recuperar el pulso. Porque en el 4-3-3, y eso Guardiola lo ha sublimado como nadie, quienes desencajan las defensas rivales son los dos interiores antes que los extremos o el punta. Con Gundogan reincorporado a la funci¨®n ofensiva, la cadena sum¨® eslabones y Bernardo Silva y De Bruyne comenzaron a intervenir m¨¢s alentados por todo un pelot¨®n que los acompa?¨® para apoyarlos. As¨ª, de un error en la salida de Paredes, se produjo la primera ocasi¨®n del City, cuando Silva dej¨® solo a Foden. Par¨® Keylor.
Mbapp¨¦ se queda sin rematar
Mbapp¨¦ dispuso de una sola ocasi¨®n de lucimiento. Fue en un mano a mano con Dias. Su desborde, por anunciado, result¨® m¨¢s impresionante todav¨ªa. Un rayo. El centro raso pas¨® a un cent¨ªmetro del pie de Verratti. El 2-0 estuvo ah¨ª.
Quiz¨¢ demasiado confiado en su defensa, el PSG pareci¨® especular repleg¨¢ndose. Ten¨ªa argumentos para hacerlo pero el procedimiento consinti¨® el avance del City en masa hasta las inmediaciones del ¨¢rea de Keylor, con el peligro que eso conlleva. El 1-1 se desencaden¨® tras un c¨®rner. La jugada no iba a ninguna parte cuando De Bruyne envi¨® un centro con rosca al segundo palo, para que cabeceara Stones. No hubo cabeceo. No hubo despeje. Keylor no ley¨® la trayectoria y la pelota se le fue a la caja. Ante el estupor del PSG, minutos m¨¢s tarde, Mahrez puso a prueba la fiabilidad de la barrera en una falta directa frontal. La barrera se quebr¨®.
¡°Son accidentes del futbol¡±, lament¨® Pochettino, el t¨¦cnico local. ¡°Son detalles inexplicables¡±.
El City no gener¨® remates en situaciones n¨ªtidas. Le bast¨® con recuperar el control del bal¨®n para desestabilizar a un adversario que acab¨® tropezando solo. El PSG provoc¨® faltas innecesarias, como el plantillazo por detr¨¢s de Gueye a Gundogan. La expulsi¨®n del mediocentro, a instancias del VAR, fue un mazazo. Sin darse cuenta, el equipo ganador se transform¨® en resistente, perdi¨® energ¨ªa persiguiendo la pelota y cuando intent¨® contragolpear careci¨® de respuestas. ¡°Es dif¨ªcil entender que hayamos perdido este partido¡±, dijo Ander Herrera, camino del vestuario. Casi tan incomprensible como la producci¨®n de Mbapp¨¦, que se fue a la cama sin haber rematado una sola vez en toda la noche.
Guardiola: ¡°Solo pido a los jugadores que seamos nosotros mismos¡±
¡°Sentimos la presi¨®n y encajamos el 1-0¡±, dijo Guardiola, tras la remontada. ¡°A veces los jugadores deben dar muchos toques al bal¨®n y otras deben dar uno solo para salir de la presi¨®n. Es normal [fallar]. Quieres conservar el bal¨®n, faltan 180 minutos y no te sientes liberado. Para la mayor¨ªa de estos jugadores estar en una semifinal era algo nuevo y quer¨ªan hacerlo bien. No ten¨ªamos las posesiones adecuadas en los lugares adecuados. Estas cosas son normales. Cambiamos un poco el modo en que presion¨¢bamos y en los primeros 30 minutos estuvimos muy pasivos¡±.
El entrenador del Manchester City admiti¨® que los cambios t¨¢cticos que orden¨® realizar no fueron bien digeridos por sus muchachos. ¡°En el final de la primera mitad fuimos m¨¢s agresivos en la presi¨®n¡±, dijo; ¡°esto no es sencillo contra Neymar, Di Mar¨ªa y Mbapp¨¦. Mejoramos, y la segunda parte fue excelente en todos los aspectos. Marcamos dos goles fuera de casa, algo que es muy importante y muy dif¨ªcil en este campo¡±.
¡°Estoy muy satisfecho con el rendimiento del equipo. En seis d¨ªas tendremos un trabajo duro. Con el PSG puede pasar cualquier cosa. Estamos a mitad de camino y para sacar la eliminatoria adelante tenemos que aprender que debemos ser nosotros mismos. Es lo ¨²nico que les pido a los jugadores para el partido de vuelta. Ojal¨¢ encuentre las palabras adecuadas para explic¨¢rselo a los jugadores¡±, concluy¨®.
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