Pogacar pone a una generaci¨®n a sus pies
La superioridad con la que el esloveno, de 22 a?os, ha ganado su segundo Tour de Francia consecutivo permite augurar que el ciclismo entra en la ¡®era Tadej Pogacar¡¯
A falta de 250 metros, ligera cuesta arriba, pav¨¦s de los Campos El¨ªseos, Wout van Aert, maillot espl¨¦ndido tricolor de campe¨®n de B¨¦lgica, sale de la rueda de su compa?ero Mike Teunissen y, lanzando la bici sobre la raya, resiste la remontada de Philipsen y de Mark Cavendish, que termina tercero, el sprint m¨¢s prestigioso del Tour de Francia. El campe¨®n belga defiende como nadie el honor de Eddy Merckx, el ¨ªdolo de todos los belgas y le neg¨® al brit¨¢nico, que entre 2009 y 2012 gan¨® cuatro veces seguidas en los Campos El¨ªseos, la quinta victoria este Tour, la 35? en sus 12 Tours, que le habr¨ªa permitido superar en una al Can¨ªbal. Quiz¨¢s el empate a 34 se mantenga ya por los siglos de los siglos. Cavendish, de 36 a?os, ha vivido un Tour espectacular gracias a todo el trabajo del Deceuninck, que le ha hecho casi imbatible en los sprints y ha evitado que llegara fuera de control en las etapas de monta?a.
Es la tercera victoria de Van Aert, el ciclista total, que gan¨® la etapa del Mont Ventoux y la contrarreloj de Burdeos tambi¨¦n.
De todo lo que ha hecho en el Tour, los ataques de Le Creusot, la etapa m¨¢s larga, la m¨¢s intensa de los ¨²ltimos a?os tambi¨¦n, sus mano a mano con Van der Poel, su doble Ventoux¡, Van Aert, de 27 a?os, elige para ampliar y poner en su habitaci¨®n una foto en la que se le ve solo en el Ventoux, fondo de piedras lunares y el perfil del monte calvo con sus antenas. ¡°Es el d¨ªa del que m¨¢s orgulloso estoy, dice el ¨²nico ciclista que se ha ganado el derecho este Tour de Francia a que su nombre se pronuncie casi con la misma reverencia que el del ganador final.
Tres semanas de Tour y un nombre, Tadej Pogacar, de 22 a?os. Cara quemada por el sol, naricilla pelada. Un rostro infantil, un pu?o de hierro. Vatios y coraz¨®n.
Primera semana, la rebeli¨®n sentimental. Semana segunda, la toma del poder. Tercera semana, el absolutismo.
Pogacar, bautizado por Eddy Merckx El canibalito, gana a viejos y j¨®venes con la mayor diferencia sobre el segundo desde 2014. Tres victorias de etapa. 13 d¨ªas de amarillo. Tres maillots distintivos, amarillo, blanco (joven) y lunares rojos (monta?a). Y, a sus pies, una generaci¨®n, la de los j¨®venes que todo lo quieren cambiar a toda velocidad.
Podr¨ªa decirse que la primera semana comenz¨® hace 10 meses, en septiembre, los ¨²ltimos d¨ªas del Tour pasado, con el derrocamiento de Primoz Roglic en la Planche des Belles Filles y se prolong¨® en Breta?a la ¨²ltima semana de junio. La semana de la rebeli¨®n sentimental a velocidad de v¨¦rtigo, el Tour asesino, el Tour cruel de las ca¨ªdas, de la ansiedad, de la lucha por cada cent¨ªmetro cuadrado de la cabeza del pelot¨®n, acaba con las esperanzas de redenci¨®n de Roglic mientras Mathieu van der Poel comienza a escribir su propia historia en la carrera que siempre le neg¨® el mejor premio, el maillot amarillo, a su abuelo, Raymond Poulidor. Lo consigue en su nombre y llora.
El Tour se hizo ataque cotidiano al ritmo del pulso Van der Poel-Van Aert, los hermanos enemigos que respiran el uno del otro desde que son ni?os y empezaron a disputarse todas las carreras de ciclocross. Invaden el Tour y contagian a Pogacar, m¨¢s joven que ellos, m¨¢s calmo aparentemente, m¨¢s cool, la misma adicci¨®n al espect¨¢culo, al nunca visto. El esloveno gana el Tour con dos golpes. Un uno-dos que deja KO, congelado y empapado a un pelot¨®n que pierde la capacidad de reacci¨®n. Inicia su rebeli¨®n entre Chang¨¦ y Laval con el triunfo en la primera contrarreloj y la termina en los primeros Alpes, Romme, Colombi¨¨re y Grand Bornand, el final de una razzia de canibalito, un ataque de 32 kil¨®metros que le lleva al amarillo con una ventaja de ya cinco minutos sobre el que ser¨¢ su segundo 13 d¨ªas despu¨¦s en Par¨ªs, la revelaci¨®n danesa Jonas Vingegaard, el segundo elemento del nuevo ciclismo que nace a la luz en el Tour del 21. Desde la locura de Marco Pantani en el Galibier del 98 que dej¨® helado a Jan Ullrich, quiz¨¢s, ning¨²n corredor hab¨ªa atacado tan largo para conquistar el maillot amarillo. El Tour ha acabado el octavo d¨ªa. En la monta?a y en la contrarreloj solo ha habido un nombre.
¡°Ha sido tan diferente al a?o pasado¡±, dice. ¡°Entonces fue todo tan as¨ª, tan sorprendente, tan de un d¨ªa para otro, y solo pude vestir un d¨ªa de amarillo, y fue el paseo de Par¨ªs, que apenas pude disfrutar de la sensaci¨®n de ganar el Tour, no me dio tiempo a asimilarlo. Este a?o ha sido diferente¡±.
Este a?o ha apretado el pu?o. Toma el poder y se asienta en el trono pese a la peque?a crisis del Mont Ventoux que ¨¦l atribuye al calor del monte calvo, asfixiante tras los d¨ªas heladores en los Alpes y sus rivales, como Richard Carapaz a una obra de teatro organizada tanto para que ni los rivales ni la afici¨®n le vieran como un abus¨®n, como para que no se dispararan, como todos los a?os desde hace 20, las hablas sobre el dopaje que abrigan siempre a aquellos corredores que sobresalen. Se prepara para la tercera semana, para hacer ya no de canibalito sino de todo un can¨ªbal en los Pirineos, donde, en el col del Portet y en Luz Ardiden, el pu?o en alto, todo el s¨ªmbolo del poder absoluto, el ¨ªndice al cielo, se convierte en el primer corredor que gana dos grandes etapas consecutivas de monta?a con final en alto vistiendo el maillot amarillo. En las dos etapas, el segundo y el tercero fueron los mismos, Vingegaard y Carapaz, el segundo y el tercero, por cooptaci¨®n del todopoderoso, en el podio de los Campos El¨ªseos.
Invencible y can¨ªbal. 22 a?os. Dos Tours seguidos. Tan precoz como Fausto Coppi, que gan¨® su primer Giro a los 20 a?os; tan glot¨®n como Eddy Merckx, que tambi¨¦n coleccionaba los maillots de todos los colores. Pogacar es el primero que gana dos seguidos desde el Froome de 2015-16, y lo ha hecho tan autoritario que es inevitable la pregunta en la conferencia de prensa del ganador.
¡°?Estamos en el comienzo de la era Pogacar en el ciclismo?¡±
La respuesta no es tan evidente. ¡°No¡±, niega el trasgo esloveno. ¡°Estamos en el comienzo de una nueva era en el ciclismo, de la llegada de una nueva generaci¨®n que todo lo cambiar¨¢, y estoy deseando pelearme con ellos los pr¨®ximos 10 a?os, por lo menos. Pero los tiempos nuevos no los he tra¨ªdo yo. Ya otro ni?o, Egan Bernal hace dos a?os, gan¨® el Tour, y acaba de ganar el Giro¡±.
Cita Pogacar los nombres de los nuevos con los que le gusta competir y empieza por Van Aert, el belga del Ventoux, de los vi?edos de Burdeos contrarreloj, de los Campos El¨ªseos, al que espera un d¨ªa como rival para la victoria final, y de Van der Poel, con el que disputar¨¢ los monumentos, y habla de Egan Bernal, colombiano; de Tom Pidcock, brit¨¢nico; de Jonas Vingegaard, dan¨¦s; de Remco Evenepoel, belga¡
La Vuelta, tres semanas despu¨¦s de los Juegos, si finalmente la disputa Pogacar, ser¨¢ la primera ocasi¨®n en la que los ganadores de las tres ¨²ltimas grandes se crucen y debatan sobre su poder. Egan Bernal y Primoz Roglic ya ha confirmado su participaci¨®n¡ Ser¨ªa la carrera para acabar con todas las carreras.
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