La liga francesa, de los focos por Messi a la violencia ultra

Los focos apuntan a la Ligue 1, la competici¨®n francesa en la que se aguarda que Messi y Neymar compartan minutos el pr¨®ximo domingo (20.45) en la vista que el Par¨ªs Saint-Germain rendir¨¢ al Stade de Reims. Mientras tanto hay mucha ropa sucia que guardar en el armario. La competici¨®n gala tiene un problema que resolver con la violencia ultra, que ha golpeado en los dos partidos que el Olympique de Marsella ha disputado fuera de casa.

En el primero, en Montpellier, una botella alcanz¨® al centrocampista Rongier en la boca cuando a 10 minutos del final su equipo hab¨ªa remontado con tres goles un 2-0 en contra. El partido se suspendi¨® durante unos minutos y los jugadores del Marsella regresaron al vestuario antes de volver para finalizar el encuentro. Este domingo en Niza, con el marcador en contra (1-0), otro botellazo alcanz¨® a Payet en la espalda. El internacional galo devolvi¨® el objeto a la grada y se arm¨® la marimorena. Unos 300 hinchas saltaron al campo y el partido se suspendi¨® cuando quedaba algo m¨¢s de un cuarto de hora por jugar. Varios futbolistas resultaron heridos, con golpes y ara?azos. La Liga gala quiso que el partido se reanudase, pero la expedici¨®n marsellesa argument¨® que no estaba garantizada su seguridad. Y en esta ocasi¨®n se quedaron en la caseta.

¡°Si los jugadores se sintieron en peligro hicieron bien en no regresar¡±, explica Roxana Maracineanu, la ministra delegada de Deportes, que advierte de que se ha superado una l¨ªnea roja y promete sanciones ejemplares. ¡°No podemos seguir siendo tolerantes. Atacar a futbolistas y que tanto ellos como los espectadores no est¨¦n seguros en un estadio es inaceptable¡±, completa su superior, Jean-Michel Blanquer, ministro responsable de Educaci¨®n, Juventud y Deportes. La polic¨ªa detuvo en la noche del domingo a tres personas, menores de edad. Horas despu¨¦s estaban en sus domicilios. Pero la gangrena parece m¨¢s profunda.

En el mes de enero de este a?o, m¨¢s de 300 ultras del Marsella tomaron al asalto la ciudad deportiva del club, atacaron a los vigilantes e hirieron a siete gendarmes desplazados hasta all¨ª. La disculpa fueron los malos resultados del equipo. El futbolista espa?ol ?lvaro Gonz¨¢lez, que trat¨® de calmar a la turba, acab¨® golpeado. Los seguidores ped¨ªan la dimisi¨®n del presidente, Jacques-Henri Eyraud. El propietario del club, el estadounidense Frank McCourt, le relev¨® del cargo pocas semanas despu¨¦s en beneficio del director deportivo del club, el joven asturiano de 34 a?os Pablo Longoria.

El gobierno galo cree que los dirigentes deportivos son los responsables de lo que sucede. Los clubs apuntan a la tibieza gubernamental. Mientras tanto los ultras campan a sus anchas. El episodio de Niza no es aislado. En Lille, el equipo evit¨® en 2018 la promoci¨®n por un solo punto. Tras un partido contra el Montpellier sus ultras saltaron al c¨¦sped y agredieron a varios futbolistas. ¡°Si baj¨¢is a Segunda os matamos¡±, les dijeron a algunos de ellos. Mantuvieron la categor¨ªa. Tres a?os despu¨¦s, varios de esos futbolistas ganaron la Liga y ahora ejercen como vigentes campeones. Los ultras participaron de la celebraci¨®n.

¡°Que la gente de la grada pueda entrar al c¨¦sped a agredir a quien se les ponga por delante es inaceptable¡±, advierte Steve Mandanda, capit¨¢n del Marsella. ¡°Estamos en peligro. Los futbolistas no nos sentimos seguros¡±, clama el veterano guardameta galo. ¡°Tenemos que luchar contra el odio y la violencia en nuestros estadios. Los clubs son los responsables de la seguridad en el terreno de juego y de lo que sucede en las gradas¡±, explica la ministra Maracineanu, una nadadora retirada que fue medallista en los Juegos Ol¨ªmpicos de 2000.

Acabar o no el partido

¡°Es necesario un mayor control. Las botellas est¨¢n prohibidas en los estadios¡±, incide. Pero el presidente del Niza, Jean-Pierre Riv¨¨re, tercia: ¡°No es un problema del f¨²tbol sino de orden p¨²blico¡±. Aunque tambi¨¦n apunta a Payet, que en primera instancia fue el agredido: ¡°Encendi¨® la mecha¡±. Con todo, desde el Gobierno, Maracineanu defiende al futbolista: ¡°Es normal reaccionar cuando te agreden. La primera condici¨®n para disputar un partido es garantizar la seguridad. Lo sucedido en Niza es un insulto al f¨²tbol y, en general al deporte¡±.

Las miradas se dirigen a la Liga de F¨²tbol Profesional, que tras intentar, sin ¨¦xito, que el partido finalizase argumentando ¡°razones de orden p¨²blico¡± (no se volvi¨® a jugar y nada m¨¢s ocurri¨®), se limit¨® a convocar a Niza y Marsella a una Comisi¨®n Disciplinaria el pr¨®ximo mi¨¦rcoles. La Fiscal¨ªa de la capital de la Costa Azul ha abierto una investigaci¨®n. En Francia se debate si, convertido el f¨²tbol en una actividad econ¨®mica en constante b¨²squeda de la rentabilidad, los ultras son buenos compa?eros de viaje.

Puedes seguir a EL PA?S DEPORTES en Facebook y Twitter, o apuntarte aqu¨ª para recibir nuestra newsletter semanal.