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Espa?a se mete en un l¨ªo
La derrota ante Suecia en uno de los peores partidos de la era Luis Enrique reduce las posibilidades de la Roja de acabar primera de grupo y la aboca a una compleja repesca
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Incapaz de fabricar ataques da?inos y exhibiendo la fragilidad defensiva que mostr¨® durante algunos encuentros de la Eurocopa, Espa?a se meti¨® en un buen l¨ªo en Estocolmo. Perdi¨® contra una veloz y pragm¨¢tica Suecia y, salvo sorpresa, el varapalo aboca la Roja a pelear por la segunda plaza del grupo y buscar el billete para el Mundial de Qatar en la repesca. Suecia manda con dos puntos m¨¢s y un partido menos y solo se clasifica de manera directa la primera de grupo.
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Espa?a fracas¨® con su reconocible molde de juego en uno de los peores partidos de la era Luis Enrique. Su alineaci¨®n mostraba que tambi¨¦n hab¨ªa un espinazo consolidado. Ocho de los jugadores que utiliz¨® de inicio formaron en el once de las semifinales de la Eurocopa ante Italia. Faltaban Pedri, Dani Olmo y Oyarzabal, los tres de permiso tras participar en los Juegos Ol¨ªmpicos de Tokio. Carlos Soler era el ¨²nico de los alineados de arranque que no estuvo en el Europeo.
Se trataba de comprobar el estado de Espa?a en un duelo de m¨¢xima exigencia tras su renacimiento ante un inc¨®modo rival que tambi¨¦n la examin¨® en el primer partido de la Eurocopa. Suecia repet¨ªa siete jugadores respecto a la cita de Sevilla y tambi¨¦n su ideario de entregar la pelota, arroparse en el balc¨®n de su ¨¢rea y aprovechar cualquier migaja para ara?ar con salidas a toda pastilla.
La f¨®rmula sueca result¨®. Y eso que la Roja cont¨® con ese gol madrugador que tanto puede aliviar ante un rival que convierte la defensa de los espacios en enjambres donde impone su f¨ªsico y su disciplina para montar dos murallas cartesianas. Una jugada para un manual sobre circulaciones, con la pelota en viaje de ida y vuelta de derecha a izquierda, la culmin¨® Carlos Soler apareciendo por el segundo palo.
Once segundos le dur¨® a Espa?a la oportunidad de haberse desplegado en todo en su esplendor con la pelota con el marcador a favor. El saque de centro termin¨® en un pase largo que entre Soler y Busquets no acertaron a domar. Isak, fino y r¨¢pido, puso su derechazo desde la media luna en el rinc¨®n. Imposible para Unai Sim¨®n. Los dos tantos fueron reveladores como patrones del juego de una y otra selecci¨®n. Si el gol de Espa?a fue un canto al toque elaborado, el de Suecia fue un fogonazo brotado de un mero bal¨®n largo.
En un visto y no visto, los futbolistas de Luis Enrique pasaron de poder administrar una ventaja a tener que reabrir la lata sueca. De primeras no parecieron acusar el tener que retomar el guion inicial. Soler se ajust¨® bien como tercer volante, Busquets barr¨ªa y jugaba, y entre Ferran y Alba daban profundidad. Morata tuvo un remate franco que golpe¨® picudo. A partir de ah¨ª, Espa?a ya cay¨® en la planicie, en el sobeteo que acababa siempre en meros centros laterales. Le dio a la defensa sueca la clase de ataque que mejor defiende. Lindeloef y el tallo Helander se hincharon a despejar. Ni el cambio de perfil de Ferran y Gerard, que empezaron por derecha e izquierda, le dio m¨¢s vuelo. A la vez que Espa?a ca¨ªa en esa rutina del exceso de centros a la olla, Suecia empezaba a descubrir la fragilidad defensiva que acompa?¨® a la Roja en algunos partidos de la Eurocopa. Entre Isak y Kulusevski destaparon el v¨¦rtigo y el riesgo de jugar con la defensa tan adelantada. Eric Garc¨ªa y Laporte sufr¨ªan de lo lindo en cada embate de los dos delanteros suecos, bien lanzados por Forsberg o por Ekdal.
Espa?a se fue al descanso con la sensaci¨®n de que la pelota no le corr¨ªa, quiz¨¢ porque a estas alturas de curso los tobillos y las piernas no est¨¢n ajustadas. En el arranque del segundo acto pareci¨® mejorar. Con Gerard Moreno m¨¢s c¨®modo en la derecha que en la izquierda, entre Morata y Ferran remataron al alim¨®n en el primer palo un centro del jugador del Villarreal. En el suelo, y con una mano prodigiosa, Robin Olsen evit¨® el tanto. Lo que perdon¨® Espa?a no lo hizo Suecia a la primera que tuvo.
De un c¨®rner que acab¨® en la banda izquierda, Kulusevski se limpi¨® a Azpilicueta y su pase atr¨¢s lo emboc¨® Claesson. El tiempo que tuvo el mediocentro para controlar la pelota, levantar la cabeza y buscar el hueco por donde superar a Unai Sim¨®n volvi¨® a delatar la endeblez defensiva de Espa?a. Y la obligaci¨®n de remontar tambi¨¦n desnud¨® una alarmante falta de recursos para derribar el muro sueco. Luis Enrique se entreg¨® primero a la velocidad descontrolada de Adama Traor¨¦, que lo mismo le falta campo que le sobra. Tampoco dio resultado la entrada de Sarabia y Marcos Llorente, ni jugar con Ferran de nueve porque Morata fue al banquillo. Extra?a decisi¨®n si el juego espa?ol no se movi¨® de la secuencia centro-remate. Muri¨® el partido para Espa?a sin una ocasi¨®n clara para poder evitar el l¨ªo en que se ha metido.
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