En el nombre de pap¨¢ Verstappen
Los radicales m¨¦todos de Jos, ex piloto de F1, alimentaron la descomunal determinaci¨®n del actual l¨ªder de Red Bull
Dice Rafa Nadal que algunos de los m¨¦todos a los que recurri¨® Toni, su t¨ªo y entrenador, mientras esculp¨ªa a uno de los mejores tenistas de todos los tiempos se har¨ªan insoportables para la mayor¨ªa de ni?os. Cuando uno mira a los ojos de Max Verstappen intuye inmediatamente que este chaval de 23 a?os se enfrent¨®, de peque?o, a situaciones incluso m¨¢s extremas que la vivida este domingo en Monza, en el accidente que sufri¨® junto a Lewis Hamilton y que est¨¢ llamado a marcar otro punto de inflexi¨®n en la historia de la F¨®rmula 1.
La colisi¨®n entre el Mercedes y el Red Bull en la primera variante del circuito italiano no es m¨¢s que la consecuencia l¨®gica de la igualdad que existe en un certamen dominado el ¨²ltimo lustro por la marca de la estrella. La entrada en juego de la nueva normativa con vistas a la temporada que viene hizo que la mayor¨ªa de escuder¨ªas abandonaran a las primeras de cambio el desarrollo de los coches del a?o en curso, para centrar sus esfuerzos en los de 2022. Por esa ranura se meti¨® el equipo energ¨¦tico, que por primera vez desde 2013 se ve con opciones reales de proclamarse campe¨®n, de la mano de Verstappen, principio y fin de Red Bull en su cruzada contra Mercedes y Hamilton.
El holand¨¦s y el brit¨¢nico comparten muchas cosas, pero difieren en muchas otras. ¡°Los dos est¨¢n movidos por una gran motivaci¨®n, pero de naturaleza distinta. Mientras Lewis quiere ganar a cualquier precio por una cuesti¨®n de ego, para poder demostrar que es el mejor de todos, Max lo hace, al mismo tiempo, para hacer feliz a su padre. Para que se sienta orgulloso de ¨¦l¡±, cuenta alguien que ha estado compartiendo el garaje del b¨²falo rojo con el actual l¨ªder del campeonato.
La influencia de Jos Verstappen en su hijo fue siempre determinante, pero a diferencia de lo que ocurre con Hamilton, que poco a poco fue alejando a Anthony de las decisiones relativas al ¨¢mbito profesional, en el caso de Mad Max a¨²n lo es y mucho. La frialdad de la mirada del chico va en consonancia a sus declaraciones y a su comunicaci¨®n no verbal. Cuando identifica un objetivo, cualquier elemento que se interponga debe ser eliminado de la ecuaci¨®n. Ese es el credo de Jos, una figura omnipresente para el piloto de Hasselt desde su paso por el karting, donde el padre pas¨® a profesarle a su hijo ese ¡°amor del duro¡±, como lo defini¨® David Coulthard.
Pedro de la Rosa fue compa?ero de Jos en Arrows, en el Mundial del a?o 2000. El espa?ol habla maravillas del holand¨¦s como vecino de taller. ¡°Siempre iba de cara, no era nada pol¨ªtico, y los problemas que tuvimos siempre los resolvimos de t¨² a t¨²¡±, cuenta por tel¨¦fono el expiloto. Al margen de correr junto a ¨¦l, De la Rosa tambi¨¦n vivi¨® sub evaporaci¨®n cuando colg¨® el mono (2003). Desapareci¨® del paddock, y a partir de ese instante se centr¨® exclusivamente en su hijo, que entonces ten¨ªa seis a?os y ya comenzaba a correr en karting. ¡°Jos ten¨ªa una obsesi¨®n, que era la preparaci¨®n de Max, pero nunca le dijo lo bueno que era. Recuerdo que me comentaba: ¡®Parece que va bien, pero ya sabes lo dif¨ªcil que es llegar¡¯. Y luego, yo hablaba con la gente del karting y me dec¨ªan que Max era el mayor fen¨®meno de la ¨²ltima d¨¦cada¡±, a?ade el catal¨¢n, que define a su excolega como ¡°un t¨ªo extremo en todos los sentidos¡±.
Durante la infancia de Verstappen, el padre se encargaba de todo aquello que rodeaba la competici¨®n, buscaba el mejor material y lo preparaba ¡ªen el karting eso juega un papel decisivo¡ª. El hijo rodaba y compet¨ªa, rodaba y compet¨ªa. Compart¨ªan trayectos en una furgoneta que recorr¨ªa unos 100.000 kil¨®metros al a?o, por Holanda, B¨¦lgica y la zona centro de Europa. El v¨ªnculo que se cre¨® entre ellos fue tan potente como el deseo de Jos de exprimir todo el potencial de Max. Y el camino m¨¢s corto que encontr¨® para ello fue sacarle regularmente de su zona de confort.
¡°En muchas carreras que ganaba le imped¨ªa que adelantara en seg¨²n qu¨¦ curvas o puntos del circuito, de modo que ten¨ªa que buscar alternativas. La idea era pon¨¦rselo todo m¨¢s dif¨ªcil para que encontrara la forma de resolver el problema¡±, contaba Jos en una entrevista concedida a Red Bull. Esa es la vertiente m¨¢s amable, pero tambi¨¦n hubo hechos que lo fueron menos. ¡°Max ten¨ªa unos ocho o nueve a?os, y fuimos a un karting. Era invierno y helaba. Me dijo que no quer¨ªa salir porque ten¨ªa los dedos entumecidos y le dol¨ªan mucho. Al final, le hice salir¡±, recuerda Jos. ¡°Los dedos me dol¨ªan much¨ªsimo. Hac¨ªa esas cosas para endurecerme¡±, tercia Max, que siempre viv¨ªa bajo la amenaza de volver para casa si no se vaciaba en la pista.
El temperamento que ya se ha visto varias veces en Verstappen lo hereda directamente de Jos, alguien capaz de dejarle tirado en un ¨¢rea de servicio despu¨¦s de perder el Mundial de KZ2, en 2012. Lo cierto es que la madre de Max [Sophie Kumpen, otra reconocida piloto de karts], circulaba con otro coche algunos minutos por detr¨¢s. ¡°Poco importa ahora, porque al final mi padre dio la vuelta y me recogi¨®¡±, remacha Verstappen.
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