El Brujas juega mejor que Messi, Mbapp¨¦ y Neymar
El equipo belga empata (1-1) tras dominar con autoridad en el debut como titulares del tr¨ªo de superestrellas del PSG
El p¨²blico api?ado hasta en la ¨²ltima butaca del estadio Jan Breydel de Brujas asisti¨® a un acontecimiento que quedar¨¢ grabado en los libros de historia del deporte y el m¨¢rketing. La primera coincidencia en una misma alineaci¨®n de Messi, Mbapp¨¦ y Neymar, formados de derecha a izquierda, respectivamente, el diez del siglo, el aspirante al trono de Pel¨¦ y el sucesor de Messi en funciones de ocho, reunidos en virtud del golpe de mano financiero m¨¢s espectacular que se recuerda en la industria del f¨²tbol en a?os. Fue la verdadera presentaci¨®n del nuevo Paris Saint-Germain y result¨® ¡ªcomo suele ocurrir despu¨¦s de unas expectativas gigantescas¡ª decepcionante. Al menos, para los aficionados del PSG. Los hinchas locales vivieron una de las noches m¨¢s felices de su almanaque ante la constataci¨®n de que el Brujas jug¨® mejor que su rival.
Levantadas en B¨¦lgica las restricciones sanitarias de la pandemia, la atm¨®sfera se satur¨® de electricidad. Los ultras del PSG vociferaban en un corralito previsto para ellos en una esquina del campo, mientras ondeaban banderas con calaveras y simbolog¨ªa castrense. A la espera de que rodara la pelota, Messi mov¨ªa la mand¨ªbula, como intentando descomprimir los m¨²sculos de la cara. El abrazo que se dio con Neymar resumi¨® el sentimiento de amistad que se profesan mutuamente estos dos jugadores, tantos a?os separados, y tantas veces intentando reunirse sin ¨¦xito. Por fin juntos, empezaban una aventura que los medios de comunicaci¨®n mayoritariamente juzgan como inexorablemente ganadora: llevaban el cartel de favoritos a ganar la Champions antes de ponerse las botas.
Expresada la realidad medi¨¢tica, el f¨²tbol se?al¨® los confines de la realidad del juego. Lo primero que se puso de manifiesto fue que mientras los jugadores del PSG conduc¨ªan cada acci¨®n busc¨¢ndose unos a otros como exploradores que se adentran en un pa¨ªs desconocido, sus rivales del Brujas se conoc¨ªan el territorio de memoria. Amalgamados por a?os de complicidad y empat¨ªa, el central N¡¯Sokoi anticipaba, los pivotes Balanta y Riits cerraban espacios, el capit¨¢n Vanaken organizaba de l¨ªnea en l¨ªnea, Sobol corr¨ªa la banda, Lang daba el pen¨²ltimo toque y el rubio De Ketelaere tiraba desmarques y pon¨ªa de los nervios a Marquinhos y a Kimpembe. Estas cosas sencillas que son de rigor, efectuadas con puntualidad y sin efectismos, bastaron para lanzar sobre el PSG un mensaje intimidante.
La primera pelota de Messi
La primera pelota de Messi fue un pase a Mbapp¨¦, que comenz¨® el partido jugando con mucha seriedad, a un toque y corriendo al espacio. Pero las conexiones de Messi y Neymar, fundamentales para mantener cohesionado al equipo, se hicieron m¨¢s laboriosas que eficaces, y cada p¨¦rdida en las inmediaciones del ¨¢rea local fue castigada por contragolpes que exhibieron la descompensaci¨®n del PSG. Desentendidos Messi y Mbapp¨¦ de labores defensivas, lento Neymar para volver, descolocado Wijnaldun y muy solos Paredes y Herrera, el equipo parisino no tard¨® en exhibir que se part¨ªa con demasiada frecuencia. El gol de Herrera (0-1) tras un contragolpe bien resuelto por Mbapp¨¦, apenas rebaj¨® la fiebre que contagiaba Vanaken a sus compa?eros en cada progresi¨®n.
El Brujas flu¨ªa y el PSG replicaba a fogonazos. Messi hab¨ªa dejado solo a Mbapp¨¦ con un recorte y una asistencia de autor ¡ªpar¨® Mignolet¡ª cuando el equipo belga dio su golpe. Intercept¨® N¡¯Soki un pase de Messi a Neymar, lanz¨® la carga, y con el PSG completamente volcado arriba, Sobol se llev¨® a Marquinhos a un lado antes de pasar al medio, De Ketelaere a Kimpembe al otro, y el centro fue al hueco vac¨ªo al que apareci¨® Vanaken para rematar. La pelota peg¨® en Kimpembe y entr¨®.
Corr¨ªa el minuto 27 y la reacci¨®n del PSG fue tan pobre que al salir del descanso Pochettino cambi¨® a Wijnaldun y Paredes por Danilo y Draxler. Todo sea para que el equipo recargara combustible en sus m¨¢quinas m¨¢s agotadas de tanto rodar para evitar el desequilibrio. Roto el PSG en su mediocampo, Messi careci¨® de energ¨ªa para multiplicarse y apenas consigui¨® un disparo que sac¨® Mignolet y otro que peg¨® en la escuadra.
En plena agon¨ªa por reconducir la situaci¨®n, Mbapp¨¦ pidi¨® el cambio por un golpe en el pie izquierdo. Su reemplazo por Icardi no alter¨® la trama. El PSG sigui¨® busc¨¢ndose y el Brujas sigui¨® meti¨¦ndole el cuchillo. Pudo ganar cualquiera. Motivo suficiente para que la afici¨®n del Jan Breydel lo celebrara como si hubiera conquistado un t¨ªtulo.
El Liverpool se sobrepone a la rebeli¨®n del Milan
Si el PSG y el Brujas quedaron relegados al segundo y el tercer puesto del Grupo A, dominado por el City, que gole¨® al Leipzig (6-3), en Anfield el Liverpool se encaram¨® al liderato del Grupo B sobreponi¨¦ndose a la rebeld¨ªa del Milan en un partido de trayectorias imprevisibles e incluso il¨®gicas.
Remat¨® hasta 22 veces el equipo de Klopp por siete de su rival a lo largo de una noche que arranc¨® como una apisonadora. Marc¨® Alexander-Arnold tras un rebote en Tomori, fall¨® el 2-0 Salah por dedicar m¨¢s energ¨ªa al impulso que al disparo de un penalti, y cuando el Milan parec¨ªa aturdido al filo del descanso, el equipo italiano explot¨® al m¨¢ximo la primera jugada que hilvan¨®. Brahim D¨ªaz descubri¨® a Saelemaekers con un pase florido ¡ªgentileza de una pausa de Fabinho y Henderson en su trasiego¡ª y el belga se asoci¨® con Leao y Rebic para cerrar una acci¨®n precisa y rotunda. La mueca de perplejidad de Klopp y Van Dijk en el banquillo fue solo equiparable al asombro de los jugadores de rojo, tan incr¨¦dulos que antes de que recuperasen el sentido de la realidad el Milan les hizo otro gol. Brahim lo empuj¨® despu¨¦s de otra combinaci¨®n vertiginosa de Leao, Rebic y Theo.
El Liverpool se fue al vestuario con el bofet¨®n (1-2) estampado en el rostro y regres¨® como empez¨®. En plan torbellino. Empat¨® Salah y remont¨® Henderson (3-2) seg¨²n ingresaban los suplentes, Thiago, Millner, Man¨¦ y Curtis Jones para ganar tres puntos de gran valor en un grupo que se anuncia turbulento con el Atl¨¦tico y el Oporto (1-1) metidos en harina.
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