La pesada mochila de Valentino Rossi

Su color es el amarillo. Pero en Misano lleva un casco rosa. Puede que no combinen nada bien. Pero poco le importa a Valentino Rossi. Va a ser padre y en este GP de San Marino, el que se disputa a 20 minutos en coche de su casa, en Tavullia, siempre luce un casco con un dise?o especial. Y personal. El de este a?o dibuja un lazo a modo de regalo. Est¨¢ dedicado a su futura hija. Y lleva en el cogote parte de la letra de Con il nastro rosa, de Lucio Battisti. La frase escogida dice algo as¨ª como: ¡°qu¨¦ ser¨¢ de nosotros, lo descubriremos solo viviendo¡±. Y eso es lo que le espera a partir de ahora a Rossi, vivir. Vivir como padre, como marido, como un tipo normal. Al mito le quedan solo cinco carreras de MotoGP.

Ocurre, pese a lo que pueda parecer a juzgar por el anuncio de retirada y por los resultados ¡ªes el primer a?o desde que debut¨® en 1996 que no logra ni un podio¡ª, que Valentino sigue empe?ado en mejorar. Este s¨¢bado, el 46 termin¨® el FP4, una suerte de prueba para la carrera de hoy, 17?. Lejos, muy lejos, s¨ª. Pero a ocho d¨¦cimas del mejor, una nimiedad. Una distancia que hace diez a?os era la que separaba, a veces, al primero del segundo. O la que demostraba que hab¨ªa un mundo entre los llamados cuatro magn¨ªficos ¡ªcon ¨¦l, Lorenzo, Stoner y Pedrosa¡ª y el resto de pilotos. Hoy las diferencias entre las f¨¢bricas son m¨ªnimas. Y el nivel de los rivales, may¨²sculo.

¡°Est¨¢ bastante contento con la moto, con su pilotaje y sus sensaciones¡±, explica Wilco Zeelenberg, director del equipo Petronas Yamaha. ¡°Pero es consciente de que tiene que tirar al m¨¢ximo para acercarse a Quartararo o Bagnaia, los hombres del momento. Y va tan al l¨ªmite que se acaba cayendo, algo que no sol¨ªa pasarle hace unos a?os porque siempre ten¨ªa margen suficiente como para jugar¡±, a?ade Zeelenberg. No le queda margen a Rossi, que tiene que tomar cada vez m¨¢s riesgos. Y acaba por los suelos, como le pas¨® ayer hasta en dos ocasiones, motivo por el cual saldr¨¢ 23? este domingo (a las 14.00 en DAZN), desde la pen¨²ltima posici¨®n de una parrilla que lidera su amigo Pecco Bagnaia (Ducati).

Ser¨ªa m¨¢s f¨¢cil darle la raz¨®n a esa gente que piensa que ya no voy a arriesgar

Rossi se ha ca¨ªdo ocho veces ya esta temporada, tantas como en 2018 ¨® 2019, cuando todav¨ªa ganaba carreras, m¨¢s que en los ¨²ltimos diez a?os. ¡°Ser¨ªa m¨¢s f¨¢cil darle la raz¨®n a esa gente que piensa que ya no voy a arriesgar. Quiz¨¢ me equivoco, pero voy a seguir igual¡±, apuntaba el piloto tras una mala jornada.

¡°Va m¨¢s deprisa que al inicio de la temporada, pero los rivales son muy duros. Es evidente que est¨¢ haciendo todo cuando puede, pero su mochila es grande, pesa demasiado ya. La edad tiene parte de culpa, pero no es algo de lo que avergonzarse. Para ser el ¨²ltimo en esta parrilla ya hay que ser muy r¨¢pido¡±, dice el neerland¨¦s, sorprendido por la capacidad de trabajo de Rossi, que lleva a sus espaldas 26 a?os de competici¨®n. Y cuenta 42 a?os.

Esos a?os se notan en la facilidad para recuperarse tras un esfuerzo, en la capacidad de concentraci¨®n, en la rapidez con que se toman decisiones en carrera. Muchos peque?os detalles que van alejando a Rossi de los chicos que ahora pelean por el t¨ªtulo mundial, chavales j¨®venes ¡ªtiene 22 a?os Quartararo (Yamaha); 24, Bagnaia¡ª, que quieren adelantarle siempre. Por ser quien es. ¡°Tiene nueve t¨ªtulos y sus rivales tienen m¨¢s hambre que ¨¦l. Es incre¨ªble la ambici¨®n que sigue teniendo, pero los que vienen detr¨¢s tienen todav¨ªa m¨¢s ganas de ganar¡±, apunta Zeelenberg.

En los ¨²ltimos a?os Rossi ya avis¨® en varias ocasiones de que lo dejar¨ªa cuando no fuera capaz de ganar, cuando ya no se divirtiera. Hasta el a?o pasado se subi¨® al podio ¡ªla ¨²ltima vez fue en Jerez, en el mes de julio¡ª; no lo ha hecho todav¨ªa este curso, ni acompa?an los n¨²meros ¡ªsu mejor resultado es un octavo puesto en Austria¡ª, pero s¨ª que se sent¨ªa capaz al inicio de la temporada.

Adem¨¢s, cuentan quienes trabajan a su lado, es feliz entre camiones y en el box, disfruta de su trabajo y que pasa horas hablando con sus mec¨¢nicos sobre c¨®mo sacar las d¨¦cimas que le faltan. ¡°No ha perdido ni una pizca de inter¨¦s en esto. Le gusta tanto que no encontraba el momento de parar. De hecho, no va a parar. Ya ha dicho que correr¨¢ en coches. Esto es su pasi¨®n¡±, cierra Zeelenberg.

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