Fascinaci¨®n por el club de don Silvio
Futre, Torres, Javi Moreno y Jos¨¦ Mari, exjugadores del Atl¨¦tico, reviven su estancia en el Milan, su grandeza como club, y la figura esencial del presidente Berlusconi
Del rojiblanco al rossonero o viceversa. Del Atl¨¦tico al Mil¨¢n o de San Siro al Vicente Calder¨®n. Paulo Futre, Fernando Torres, Javi Moreno y Jos¨¦ Mari, cuatro futbolistas que vistieron las dos camisetas interpretando guiones absolutamente dispares en los dos clubes. Ante el inminente duelo de la Champions se declaran devotos del equipo de Simeone, pero todos recuerdan con una fascinaci¨®n especial su paso por el club milanista de las siete Copas de Europa y, sobre todo, por quien fuera su due?o y presidente cuando ellos jugaron all¨ª, Silvio Berlusconi.
Paulo Futre, solo un partido. El portugu¨¦s aterriz¨® en Milanello en la temporada 1995-96 procedente de la Reggiana a cambio de cinco millones de euros. Su estancia fue un suplicio. Despu¨¦s de tres operaciones de rodilla y nueve meses de recuperaci¨®n, disput¨® el ¨²ltimo encuentro del Campeonato contra el Cremonese con el 28 a la espalda. Fue el homenaje particular de Fabio Capello y sus compa?eros. Esa tarde celebraban el t¨ªtulo de Liga. Jug¨® 79 minutos y le sustituy¨® Roberto Baggio.
Desde Lisboa, Paulo se emociona cuando recuerda lo sucedido aquel maldito a?o. ¡°Cuando llegu¨¦ a Milanello, su Ciudad Deportiva, pens¨¦ que estaba en el cielo. Nunca hab¨ªa visto nada igual. Ese club es de otro planeta en todo. Nunca vi una estructura igual. All¨ª el jugador es ¡®dios¡¯ y como tal se le trata. Tienen una persona para atenderte las 24 horas del d¨ªa. Si pierdes no tienes excusas. Te lo dan todo. A pesar de mi lesi¨®n su comportamiento fue espectacular. Ning¨²n m¨¦dico me quer¨ªa operar por tercera vez y ellos hicieron lo imposible para que as¨ª fuera y me llevaron a Francia. Yo quer¨ªa corresponderles y por eso jugu¨¦ aquel ¨²ltimo partido. Despu¨¦s de todo lo que hab¨ªan hecho por m¨ª, por lo menos quer¨ªa defender esa camiseta un d¨ªa. Es mi club en Italia¡±.
Futre tambi¨¦n tiene palabras de elogio para sus compa?eros y el t¨¦cnico. ¡°Lo de Capello fue de 10, estuvo siempre pendiente de m¨ª. Yo me pasaba el d¨ªa en Milanello intentando recuperarme y siempre tuve su apoyo. Cuando el ¨²ltimo partido, el capit¨¢n, Franco Baresi mi dijo que toda la plantilla hab¨ªa decidido que recibiera la prima por el t¨ªtulo como uno m¨¢s. Ellos me vieron sufrir todos los d¨ªas y me trataron como el l¨ªder que hab¨ªa sido en el Atl¨¦tico. Las dos camisetas de mi ¨²nico partido se las regal¨¦ al m¨¦dico y al f¨ªsio¡±.
El gran valedor de su fichaje fue el presidente Silvio Berlusconi. ¡°Nunca olvidar¨¦ cuando ven¨ªa en el helic¨®ptero y aterrizaba en los campos de entrenamiento. Parec¨ªa que llega ¡°Dios¡±. Saludaba al cocinero igual que a Capello o Baresi. El primer d¨ªa me dijo que siempre hab¨ªa querido contratarme y que no hab¨ªa podido y que, aunque sab¨ªa que ya estaba con la rodilla mal, no quer¨ªa desaprovechar la ocasi¨®n de tenerme, estando tan cerca, en la Reggiana¡±.
Fernando Torres, tres meses. Procedente del Chelsea, el ni?o lleg¨® al Mil¨¢n cedido para dos temporadas y dur¨® tres meses. Jug¨® diez partidos de la Serie A 2014-15. El primero contra la Juventus en San Siro (0-1) y el ¨²ltimo contra el Inter. En enero regres¨® al Atl¨¦tico, pero su mente retiene n¨ªtidos sus recuerdos milanistas. ¡°Fui al Mil¨¢n sabiendo que volv¨ªa a empezar de cero. Es un club incre¨ªble, de una dimensi¨®n gigante. Siempre le hab¨ªa tenido mucho cari?o porque desde que era un ni?o sab¨ªa que se hab¨ªa interesado en m¨ª. Quiz¨¢s por eso cuando vino a buscarme lo decid¨ª r¨¢pido. Probablemente no coincidimos en el mejor momento-tiempo. Ni ellos, ni yo tuvimos paciencia. Siempre pienso que, si no hubiera ido al Mil¨¢n, tal vez no habr¨ªa vuelto al Atl¨¦tico¡±.
Fernando echa la vista atr¨¢s. ¡°El objetivo de aquel Mil¨¢n 2014 era regresar a Europa. Una situaci¨®n parecida a la de ahora. Estoy seguro que el gran Mil¨¢n retornar¨¢ porque los grandes jugadores siempre buscan grandes clubes y estos son los que tienen una gran historia que contar. Si hablo de aquellos tres meses no puedo obviar la figura del presidente. M¨¢s all¨¢ de su llegada en helic¨®ptero, es una persona incre¨ªble. Llegaba y se pon¨ªa a hablar de f¨²tbol con todos. Recuerdo que me dio unos cuantos consejos. Nunca un dirigente me los hab¨ªa dado. Fue algo novedoso. Nunca he visto un directivo que le interesara tanto el juego, lo que pasaba en el campo¡±.
¡°Todos los jugadores iban a entrenarse en Porsches¡±
Javi Moreno, del Alav¨¦s a San Siro. Temporada 2001-02. Con el aval de la final de la Copa de la UEFA disputada ante el Liverpool y sus 28 goles, el Mil¨¢n se lanz¨® a por su fichaje. Pag¨® los 1500 millones de pesetas de su clausula y el vicepresidente Galliani proclam¨® en su presentaci¨®n como nuevo jugador rossonero que ¡°Javi Moreno es goleador nato, una mezcla de Bonisegna y Gerd Muller¡±. Una temporada aguant¨®: 16 partidos de Liga y dos goles. Ahora, metido a entrenador y esperando equipo, Javi rememora sus batallas milanistas.
¡°Aquello para m¨ª, que llegaba de Vitoria, era otro mundo. Como club es la ¡®leche¡¯. Nunca he estado en uno tan grande. Milanello es lo m¨¢s que he visto en mi vida. Todos los jugadores iban a entrenarse en Porsches, Mercedes, Ferraris y con ropa de Versace y Armani. Y yo llegu¨¦ con mi ch¨¢ndal nuevo de Kelme. Lo primero que hice fue decirle a mi mujer que me iba a comprar ropa. Jugu¨¦ poco y no me adaptaba. No hab¨ªa ido all¨ª a eso, pero claro estaban Shevchenko, Inzaghi, Rui Costa, Pirlo, que jugaba de media punta, tambi¨¦n Jos¨¦ Mari, con quien nos hicimos nuestras risas. A pesar de todo tengo un gran recuerdo. Era otro f¨²tbol. M¨¢s t¨¢ctico, m¨¢s f¨ªsico. Mucho gimnasio hab¨ªa en esos cuerpos. Me quise ir en Navidades, pero Galliani no me dej¨®¡±.
Los guardaespaldas detr¨¢s
El entrenador era Ancelotti y tambi¨¦n tiene palabras para Berlusconi. ¡°Con Carlo, bien, muy cercano. Hablaba mucho con los que jug¨¢bamos menos y por lo menos era un consuelo. Me llam¨® mucho la atenci¨®n el presidente. Muy educado Don Silvio, como le llamaban todos. Nos saludaba uno por uno con los dos guardaespaldas detr¨¢s. No eran grandes ni nada los t¨ªos¡ y ¨¦l impasible dando las manos¡±.
Jos¨¦ Mari, el h¨¢ndicap de las lesiones. En el mercado de invierno de la temporada 1999-00, el Atl¨¦tico traspas¨® a Jos¨¦ Mari por 3.200 millones de pesetas. Viaje de ida y vuelta. Tras dos cursos y medio en Milan regres¨® al Calder¨®n. Por el camino, 66 partidos, 11 goles y una experiencia enriquecedora, como se?ala el interesado desde su Sevilla natal. ¡°Me fui siendo un ni?o con 21 a?itos reci¨¦n cumplidos al mejor club de Europa y con los mejores jugadores. En mi carrera he tenido pocas lesiones, pero fue all¨ª justo donde tuve las dos peores: pubis y rodilla. A pesar de todo mi balance es positivo porque cuando estuve bien jugu¨¦ bastante. Nunca he visto un club tan organizado como ese. Ten¨ªamos hasta un chofer para la familia y el d¨ªa que llegu¨¦ me fueron a buscar a la pista de aterrizaje. Incre¨ªble. Tuve de entrenadores a Zaccheroni, al padre de Paolo Maldini, a Therim y a Ancelotti¡±.
Posiblemente la figura que m¨¢s le impresion¨® fue la del propietario-presidente. ¡°Cuando Berlusconi bajaba del helic¨®ptero parec¨ªa el anuncio del Tulip¨¢n. El mundo se paraba. Le ve¨ªas bajar y a los cinco minutos estaba hablando con nosotros. Nos conoc¨ªa a todos. No estaba, pero estaba. Sab¨ªa de nuestras vidas. Muy atento, muy educado y por lo que nos dec¨ªa ten¨ªa pinta de ser superinteligente¡±.
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