Bernab¨¦u quiso colonizar Vallecas en los 60

A mediados del siglo pasado, el Madrid y el Atl¨¦tico se apoyaban respectivamente en el Plus Ultra y en el Rayo Vallecano para dar el ¨²ltimo golpe de horno a sus promesas o para recuperar lesionados. Por el Plus pasaron Z¨¢rraga, Mateos, Casado, los hermanos de Gento, Marsal, Villa el de Los Cinco Magn¨ªficos¡­; por el Rayo, Callejo, Rivilla, San Rom¨¢n, Hollaus, Rives¡­. Esas cesiones enriquec¨ªan sus plantillas y al Madrid y al Atl¨¦tico les serv¨ªa para seguir muy de cerca a los chicos. El por qu¨¦ cada cu¨¢l tiraba m¨¢s a uno que a otro ten¨ªa sus razones. El Plus Ultra (empresa de seguros) jugaba en Arturo Soria, cerca del Bernab¨¦u, en un campo que fue del Madrid. El Rayo, claro, en el campo de Vallecas, donde el Atl¨¦tico Aviaci¨®n gan¨® las dos primeras Ligas de la posguerra porque el Metropolitano, en zona de frente, qued¨® destrozado. En la barriada hab¨ªa mayor¨ªa atl¨¦tica. De hecho, el Rayo naci¨® vestido de blanco pero adopt¨® en 1949 la raya roja, inspirado en el River Plate, cuando se hizo filial del Atl¨¦tico.

En 1961 el Rayo baj¨® a Tercera y al Atl¨¦tico, que en esa categor¨ªa ya ten¨ªa al Cuatro Caminos, dej¨® de interesarle. Bernab¨¦u, que quer¨ªa colonizar Vallecas, le cedi¨® sucesivamente a Vel¨¢zquez y De Felipe. Y para cuando en 1963 el que descendi¨® fue el Plus Ultra decidi¨® decantarse decididamente por el Rayo. El Madrid amateur, ¨²ltimo escal¨®n de la cantera, acababa de proclamarse de nuevo campe¨®n de Espa?a y sobre esa base le propuso a Juan Roiz Morante, presidente rayista, un convenio que recoge en forma de di¨¢logo la Historia del Rayo Vallecano de Rosa de la Vega:

-Juan, ?quieres ascender?

-Por Dios, don Santiago, qu¨¦ cosas dice, usted es el m¨¦dico y yo el enfermo. ?Claro que quiero el ascenso!

-Entonces vas a hacer lo que yo te diga. Te voy a ceder varios jugadores, pero el entrenador tiene que ser el que yo te mande. Cuando nuestro amateur juegue en Vallecas, os damos el 10% de la taquilla y cuando juegue el Rayo, nos dais el 30%, pero, eso s¨ª, el club del Real Madrid se har¨¢ cargo de todos los gastos: empleados, luz, agua, entrenador, jugadores, etc¨¦tera, que vengan todos a cobrar a Chamart¨ªn.

As¨ª se hizo. La plantilla campeona pas¨® casi al completo al Rayo (s¨®lo reserv¨® Grosso para el Plus), que a su vez acababa de fichar a un peque?o pero genial extremo del Carabanchel llamado Felines. Entre las promesas blancas brillaba Manuel Lasheras, a quien Bernab¨¦u ve¨ªa como sucesor de Di St¨¦fano. Tambi¨¦n estaba Jos¨¦ Luis L¨®pez Peinado. El entrenador fue Pedro Eguiluz. As¨ª encar¨® el Rayo la 64-65.

Fue un ¨¦xito abrumador: 26 victorias, 4 empates, 0 derrotas, 102-14 en goles. En la promoci¨®n elimin¨® al Jerez y al Ferrol. La ¨²nica sombra fue la desaparici¨®n del fen¨®meno Lasheras. Se desmay¨® al rematar a gol un c¨®rner sacado por Felines. Nunca apareci¨® la causa. Era el tiempo en que estaba en coma Mart¨ªnez, aquel medio del Betis fichado por el Atl¨¦tico, y los m¨¦dicos no se atrevieron a darle el alta.

El ascenso a Segunda se celebr¨® con un amistoso contra el Girondins, subcampe¨®n de la Liga francesa. El Madrid reforz¨® al Rayo con seis jugadores: De Felipe, Sanch¨ªs, Santos Bedoya, Serena, Puskas y Gento. El lleno fue colosal. Gan¨® el Rayo 2-0, el primer gol lo marc¨® Puskas. Jornada inolvidable para Vallecas. Bernab¨¦u recibi¨® la insignia de oro y brillantes del club.

Cada a?o entraba una nueva hornada del amateur. Por all¨ª pasaron, por ejemplo, Benito, y Antonio Grande. Aquel Rayo aport¨® m¨¢s jugadores que nadie a la selecci¨®n amateur que se clasific¨® para los Juegos de M¨¦xico, nuestro regreso al f¨²tbol ol¨ªmpico, del que falt¨¢bamos desde 1928.

Pero a Juan Roiz lo sustituy¨® su primo, Pedro Roiz, cuya relaci¨®n con Bernab¨¦u no era tan estrecha. ?ste a su vez not¨® que ni el equipo amateur era querido all¨ª (el Rayo ten¨ªa su propio amateur, en el que por entonces arrasaba Potele) ni el Madrid reclutaba socios en Vallecas. Roiz, por su parte, aspiraba a un Rayo independiente y con el 70% de los taquillazos hac¨ªa buenos fichajes por su cuenta.

As¨ª que tras la 67-68, justo el verano de los JJOO de M¨¦xico, aquello se disolvi¨®. Bernab¨¦u se despidi¨® amistosamente de Pedro Roiz: ¡°No hay nada que hacer. Vallecas es del Atleti¡±. Volvi¨® al Plus Ultra, que absorbi¨® completamente, rebautiz¨® en 1971 como Castilla y pas¨® a jugar en la Ciudad Deportiva. Dar¨ªa grandes frutos y hasta jugar¨ªa la Recopa. Por su parte, el Rayo sigui¨® su vida independiente y en 1977, con Felines todav¨ªa en sus filas, alcanz¨® el sue?o de llegar a Primera.

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