El doctorado de Zverev

Tal es la admiraci¨®n que profesa Alexander Zverev por el rival al que acaba de tumbar, que al cerrar el 7-6(4), 4-6 y 6-3 definitivo (tras 2h 28m) se gira y dedica un gesto a la esposa de Novak Djokovic, apenada en la grada porque al n¨²mero uno se la acaba de escapar la final de la Copa de Maestros. ¡°Para m¨ª, no hay nadie en el mundo que merezca ser m¨¢s respetado que Novak¡±, dice casi disculp¨¢ndose el alem¨¢n, citado con Daniil Medvedev este domingo (17.00, #Vamos) despu¨¦s de batir al n¨²mero uno por segunda vez esta temporada.

¡°Somos amigos, hablamos mucho sobre la vida y le deseo lo mejor. Pronto ganar¨¢ un Grand Slam¡±, le devuelve el de Belgrado, rendido en su d¨ªa en Tokio, en uno de los episodios m¨¢s dif¨ªciles de su carrera, y tambi¨¦n en la noche de Tur¨ªn. Los focos iluminan esta vez a Zverev, un tenista que este a?o ha dado un giro de tuerca a su carrera y que con su doble triunfo contra Djokovic se gana el doctorado. Pero no tanto por el fondo, que tambi¨¦n, como por la forma. Zverev, ahora s¨ª, va camino de convertirse en la figura que se adivinaba.

Tras varios a?os de chispazos, dejando muestras contadas de su genialidad, el de Hamburgo se ha redimensionado esta temporada a base de victorias ¨Ccon 58, l¨ªder anual junto a Medvedev¨C, t¨ªtulos ¨Ccinco, entre ellos dos Masters 1000 (Madrid y Cincinnati)¨C y, sobre todo, dando un salto de calidad en los compromisos en los que deb¨ªa darlo. As¨ª tutea Nole y as¨ª se le atraganta al balc¨¢nico, ofuscado al final porque espera una concesi¨®n que no llega. No, Zverev ya no es aquel Zverev de gelatina, sino un ganador de colmillo afilado.

Acostumbraba a flaquear el alem¨¢n (24 a?os, tres del mundo) en los tramos cr¨ªticos de los duelos y ante las situaciones de excepci¨®n, pero los hechos subrayan el cambio y la evoluci¨®n. A falta de consolidar el crecimiento con la medalla de un grande en la solapa, regresa a la final del torneo maestro (que ya conquist¨® hace tres a?os, precisamente frente al serbio) y dispara su tenis parcheando varias taras (derecha, movilidad, dobles faltas...) y dici¨¦ndole al rey del circuito que no va a abrir la puerta: cada intercambio superior a diez golpes cae de su lado.

Regreso a 2005: Federer y Nalbandian

Negado, Djokovic se despide de un curso resumido en tres grandes, varios r¨¦cords y el trono ¨C¡±ha sido un gran a?o¡±, subraya antes de apuntar hacia la Copa Davis¨C, mientras ¨¦l, cada d¨ªa mejor tenista, m¨¢s hecho y m¨¢s entero, enfila a Medvedev (25) por el t¨ªtulo. El Masters, pues, rejuvenece y retrocede hasta 2005, cuando el suizo Roger Federer y el argentino David Nalbandian protagonizaron la ¨²ltima final (6-7, 6-7, 6-2, 6-1, 7-6 para el segundo) entre dos jugadores de 25 a?os o menos.

¡°Tengo ganas de enfrentarme a ¨¦l, porque la ¨²ltima vez que lo hice [hace cinco d¨ªas] estuve muy cerca de ganarle¡±, afirma Sascha sabiendo que los precedentes avalan a su rival, 6-5 en el global y 20 en finales. ¡°Est¨¢ jugando muy bien, saca bien, resta bien, se mueve bien¡­ pero yo tratar¨¦ de proponer algo distinto¡±, anticipa Medvedev, a lomos de una racha de nueve victorias consecutivas en el territorio maestro y que esta campa?a tambi¨¦n ha dado un salto cualitativo.

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