Shevchenko, un m¨¦dico y la sombra de Berlusconi en G¨¦nova

Hay un hombre en Mil¨¢n que conoce los secretos y atajos de la ciencia que conducen a la inmortalidad. Un doctor algo exc¨¦ntrico, experto en reanimaci¨®n y en mantener con vida a leyendas de la historia reciente de Italia. Ese Frankenstein moderno es una instituci¨®n en el Hospital San Raffaele de Mil¨¢n y se llama Alberto Zangrillo. Es el m¨¦dico personal de Silvio Berlusconi y ahora tambi¨¦n el nuevo presidente del G¨¦nova. Su misi¨®n futbol¨ªstica es exactamente la misma: devolver a la vida al club m¨¢s antiguo de la Serie A. A una vida mejor, se entiende, despu¨¦s de que lo haya comprado un fondo de inversi¨®n estadounidense y ayer debutase Andrei Shevchenko como entrenador (perdi¨® 0-2 con la Roma y el equipo es ya 18? en la tabla). Pero, ?y si detr¨¢s de la operaci¨®n estuviera el mism¨ªsimo Berlusconi?, susurra ahora media Italia.

El Genoa Cricket and Football Club lo fundaron 10 ingleses sentados en la mesa del consulado brit¨¢nico el 7 septiembre de 1893. El Grifone ¡ªpor el animal mitol¨®gico del escudo¡ª fue el primero en ganar un scudetto y el que m¨¢s acumul¨® hasta 1958. En los or¨ªgenes de la Serie A, pod¨ªa levantarse el trofeo con un solo partido, y los rossobl¨´ se agenciaron nueve. Hoy est¨¢n a uno de coserse al pecho la estrella que otorgan diez t¨ªtulos, una gesta lograda por Milan e Inter, con 18, y Juve (hace seis a?os gan¨® la tercera). El problema es que el ¨²ltimo fue en 1924 y, desde entonces, las cosas no han ido de la mejor manera.

Los colores azul y granate de la camiseta, dec¨ªa el cantautor Fabrizio D¡¯Andr¨¦, representaban los monos de los obreros y de los estibadores del puerto de G¨¦nova. Los de la clase trabajadora que llenaba cada domingo la grada del Luigi Ferraris, el estadio m¨¢s brit¨¢nico de Italia. Hoy esas franjas pertenecen a los de un fondo de inversi¨®n llamado 777. El en¨¦simo artefacto financiero estadounidense que compra un club italiano (Roma, Milan, Venecia, Fiorentina, Parma¡­) para jug¨¢rselo a los dados de la especulaci¨®n. El presidente y viejo propietario, Enrico Preziosi, se ha desecho de ¨¦l, pero mantendr¨¢ un cargo en el Consejo de Administraci¨®n para lidiar con la Liga. O qui¨¦n sabe para qu¨¦ m¨¢s. El olor extra?o de la operaci¨®n, la nueva presidencia de Alberto Zangrillo y el fichaje de Sheva para la caseta condujeron todas las miradas hacia una persona. ¡°No, Berlusconi no est¨¢ detr¨¢s de todo esto¡±, tuvo que desmentir el hermano del nuevo presidente. ¡°Pero Alberto le escuchar¨¢¡±.

La visita de la muerte une m¨¢s que cualquier id¨ªlica aventura. Y Zangrillo, genov¨¦s de nacimiento y reputad¨ªsimo profesional, ha combatido junto a Berlusconi en momentos extremos de su vida. El 13 de diciembre de 2009 le asisti¨® cuando Massimo Tartaglia le golpe¨® con una estatua de hierro del Duomo de Mil¨¢n. Tambi¨¦n el 14 de junio de 2016, cuando el l¨ªder de Forza Italia se someti¨® a una delicad¨ªsima operaci¨®n a coraz¨®n abierto. O m¨¢s recientemente, cuando el covid quiso liquidarlo y tuvo luego que someterse a numerosos controles, bien sincronizados con citaciones judiciales pendientes. Zangrillo, en suma, se ha encargado de prolongar la leyenda de inmortalidad que propag¨® Umberto Scapagnini, su anterior galeno. Hoy son ¨ªntimos. Y su primera decisi¨®n en el G¨¦nova suena mucho a lo que hubiera hecho su paciente m¨¢s importante.

Shevchenko es una criatura del Cavaliere. El prodigioso delantero jug¨® con el Milan 322 partidos y marc¨® 176 goles. Cuando se lo llev¨® el Chelsea en 2006 ten¨ªa 30 a?os, pero el disgusto que le dio al due?o de Mediaset fue tan grande que le acus¨® de ser solo ¡°el perrito de su mujer¡±, una modelo que supuestamente convenci¨® al jugador para vivir en Londres. A¨²n as¨ª, Sheva volvi¨® al Milan un a?o despu¨¦s de fracasar en Stamford Bridge y termin¨® retir¨¢ndose en el Dinamo de Kiev. En los ¨²ltimos a?os entren¨® con ¨¦xito a Ucrania y lleg¨® a cuartos de final de la ¨²ltima Eurocopa. Fue su primera y ¨²nica experiencia como entrenador. Lo hizo junto a otro mito del Milan: Mauro Tassotti. Todo en ¨¦l respira rossonero. Tanto, creen algunos, como la operaci¨®n del G¨¦nova.

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